Desde el año 562 la cúpula de Santa Sofía (la Santa Sabiduría de Dios) permanece inalterada. El sultán Mehmet II (Fatih) conquistador de Constantinopla, solo tapó los mosaicos con yeso, pero sin destruirlos. Para su propia honra y descanso eterno construyó una mezquita a escasos metros de la catedral bizantina, la mezquita de Fatih.
Recep Tayyip Erdogan, Presidente de Turquía, transformará desde hoy el monumento de Santa Sofía en una mezquita más de Estambul, la ciudad con más mezquitas del planeta y también las más espléndidas. La catedral ortodoxa de Constantinopla influyó tanto en todas las construcciones posteriores, que la mayor parte de las mezquitas estambulíes se le parecen. Eso sí, ninguna consiguió superar los 35 metros de la cúpula de Santa Sofía, construida en el siglo VI. El edificio que más se le acercó en dimensiones y esplendor es la mezquita Azul o del Sultán Ahmed, pero sin superarla. La arquitectura cristiana tuvo que esperar hasta el siglo XVI con San Pedro del Vaticano, para poder construir una cúpula más grande y alta que Santa Sofía.
Lo que va a hacer a partir de hoy el presidente Erdogan, equivaldría a tapar con lona el mihrab de Córdoba y proyectar sobre él una imagen de Cristo o la Virgen María. Las reformas para iniciar el culto islámico incluyen la instalación de una lona retráctil que tapará la cúpula de la antigua catedral cristiana griega, para impedir que Cristo Pantrocrátor y la Theótokos estén por encima de los fieles musulmanes. También se tapará al arcángel san Gabriel y a la emperatriz Zoe, a la que estos días se califica como prostituta, por parte de algunos creyentes exaltados.
El problema, según narra Tugba Tanyeri-Erdemir en su cuenta de Twitter, es que se están perforando los muros de las ventanas sobre los que se asienta la cúpula, lo que añadirá peso a sus apoyos, para permitir la instalación de la lona retráctil, manejada por control remoto y cableado eléctrico. Se supone que el material será ignífugo y anti humedad, pero se corre el riesgo, de que en un plazo no muy lejano, todo acabe en incendios, como en las catedrales de Notre Dame y Nantes. Recep Erdogan está poniendo en riesgo el monumento, como denuncian muchos ciudadanos estambulíes.
El 24 de julio de 2020 es el día en el que 86 años después, Santa Sofía será devuelta al culto islámico, del que fue retirada por una decisión del fundador del Estado turco Mustafá Kemal Atatürk. Casi un siglo después, no queda en Estambul casi nadie que conociera a Santa Sofia como mezquita. Lo que tuvo sentido en Mehmet II y la conquista, no lo tiene con Erdogan, que no busca el motivo religioso sino el político. Aun así, Santa Sofía permaneció mil años como catedral cristiana (532-1453) y esa es una condición que no perderá, por mucho que se transforme el monumento, porque fue construida como tal, y eso también es algo que le recuerdan en las redes sociales al presidente Erdogan. También se cubrirán con alfombras de rezo, toda la superficie de la basílica.
Aproximadamente unas 500 personas accederán hoy al edificio bizantino, a la antigua gran catedral de Santa Sofía, en una acción que coronará al presidente Erdogan casi como un antiguo emperador bizantino, o en una imagen que otros comparan con el también extinto sultanato otomano. Los temores son que esta acción física provoque la ruina del monumento del siglo VI, y quizá también simbolice el declive del poder del propio presidente turco. El debate sigue muy encendido. Aquí solo dejamos constancia de ello.