Sólo han bastado 100 días de confinamiento y estado de alarma, para que las pocas calles de Melilla en las que quedan árboles dignos de ese nombre, recuperen su ramaje y el color verde se adueñe de las grises calles de la ciudad del cemento. La anterior etapa de gobierno se caracterizó por la devastación arbórea y por las podas masivas y sistemáticas, especialmente ante la proximidad del verano.
Las bárbaras podas comprometían la salud de los árboles, especialmente de los cinamomos y de los ficus, muchos de los cuales quedaron secos y tuvieron que ser talados, mientras que otros perdían sus ramas o directamente se caían, como ha sucedido hace poco en la avenida de los Donantes de Sangre. La calle del general Villalba en el Real y la avenida de las Infantas, fueron las que sufrieron la peores podas y perdieron parte de su arbolado. Todo estos hechos están documentados en El Alminar.
La política de podas parece haberse atenuado, ahora son menos agresivas, pero la herencia anterior se deja notar, como en las obras del nuevo parque de Altos de la vía, en el que fueron talados más de 5 eucaliptos. También cayó todo el arbolado histórico del desaparecido Hospital Militar.
Como si de una maldición se tratase, la llegada del verano y la necesidad de sombra urbana, estimulaban las directrices podadoras de la anterior consejería de la rama, que en frenética actividad hacía desaparecer todo el ramaje de los árboles en apenas dos meses, dejando las calles inermes frente al rigor del sol norteafricano. La sombra de los árboles no les dejaba ver las calles.
No solo desde el punto de vista estético, sino también desde el sensorial, pasear por una calle con árboles y disfrutar o encontrar refugio bajo la sombra, es algo totalmente necesario y reconfortante. No suele haber sombra en las calles de Melilla, porque los árboles ornamentales son solo eso y buscar la sombra de una palmera es algo más difícil.
No se respetó nada, ni siquiera la época de anidación. Los pájaros han huido de estas calles, ya no se les oye y los mosquitos han aumentado. Muchos de los troncos presentan un estado lamentable. La salud arbórea es mala. Al menos este verano, el de la pandemia, disfrutaremos de algo más de sombra y de este color verde.
Nota:https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Villalba_Riquelme