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Tunel del Baluarte
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Barandilla Oeste
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Barandilla Este
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Escalera interior
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Interior vivienda
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Homelessland
El paraíso homeless de la Puerta de La Alafía
La vieja puerta de La Alafía, la única puerta de la Melilla musulmana que sobrevivió a las constantes remodelaciones y derrumbes que sufrieron las murallas de la ciudad, fue rehabilitada en 2007 por «siendo presidente Imbroda», que es el texto introductorio de cualquier placa. Resulta curioso como en todas las placas resulta más importante mencionar bajo que advocación fue remodelado o rehabilitado el lugar, que el propio objeto en sí. Siempre se menciona a «siendo presidente» y al consejero de oficio.
En el mes de mayo de 2011, el incipiente Alminar de Melilla, visitó el lugar y dimos cuenta, noticia y testimonio del lamentable estado del lugar, y de su estado de manifiesto deterioro. Solamente dos años después, repitiendo la visita con un grupo de amigos, no solo hemos podido comprobar que no se ha hecho nada, sino que el deterioro es ya absoluto, la situación es de cochambre sin paliativos, y del terreno y de la puerta, se han adueñado los sin techo y los merodeadores. Hay una constelación de entidades, altamente remuneradas, que deben velar para que estas cosas no ocurran o al menos, advertir de su situación: Consejería de Cultura, Fundación Melilla Monumental, Consejerías de Medio Ambiente y Obras, Amigos de los Museos, Defensores del Patrimonio e Historia Militar, Protectores de todos Los Recintos fortificados, y así hasta el infinito.
Está claro que una vez hecha la foto inaugural, publicado y editado el correspondiente folleto o libro en donde no falta nombre alguno de «los rehabilitadores», todo el mundo se olvida del lugar y de volver a pasar por el mismo. Las reclamaciones deben presentarse al «maestro armero» o lo que es lo mismo, en el Centro de Interpretación de Melilla La Vieja.
Baluarte de la única palabra: Cochambre
En la década de 1960, cuando se reinventó la historia de Melilla, de la que ahora intentan renegar, se bautizó a esta puerta como «baluarte de las cinco palabras», de las que ni siquiera me voy a molestar en buscar cuales eran, porque jamás se ha llamado así. Todo era un invento. Hoy, a sólo 6 años de haber sido rehabilitado y falsificado históricamente el lugar, solo se el conoce por una palabra, la de cochambre, que una vez pronunciada o escrita, hace que sobren todas las demás. La Melilla real es esta, el resto es solo propaganda y mentira.
Todo ha desaparecido, incluido la malla de la barandilla. El lugar es una vivienda homeless y la reja de acceso al túnel es el inodoro al aire libre. Las deposiciones y excrementos humanos dan buena cuenta de ello. Algo de vergüenza sintieron cuando publiqué el resultado de mi primera visita en 2011, porque una mano amiga retiró la placa conmemorativa de «siendo presidente».
Nota: https://elalminardemelilla.com/2011/05/19/238/