El Alminar de Melilla desea a todos un Feliz Año Nuevo
Son las últimas luces del año 2013 y con ellas queremos desear a todos nuestros lectores, colaboradores y comentaristas una Feliz Año Nuevo. A un año le sucede otro, a cada 31 de diciembre le sigue un 1 de enero. Todo se sucede de modo continuo sin que podamos evitarlo. El ritmo del tiempo no se detiene ante nada. Así es y ha sido desde el principio de los tiempos. Diciembre es el mes en el que la penumbra comienza a detenerse, tras el solsticio de invierno. La luz solo se reduce en once minutos a lo largo del mes. Son paradojas porque el solsticio del mes de diciembre marca el inicio del invierno astronómico en el hemisferio norte, y aun así desde el 21 de diciembre la luz del día está empezando a imponerse sobre la tiniebla nocturna. Es un atisbo de ilusión, de esperanza, en una año que va a ser también muy duro. Estamos ante una involución social en toda regla decretada por el neoliberalismo y los años del mundo.
La cuestión es resistir y cómo hacerlo, pero para eso trabajamos desde El Alminar, al que algunos ya quieren talar: Por mucho que la luz decrezca, por más que quieran intentar oscurecerla, en el horizonte siempre se verá El Alminar y se escuchará la llamada del almuédano, eso sí, para quien quiera verla y escuchar su llamada. Nosotros, D.m., seguiremos aquí, para todos aquellos/as que se tomen el trabajo y la molestia de seguir con nosotros.