Edificios protegidos de Melilla


                   Derribos de edificios históricos en el Real

             Existe un catálogo de edificios protegidos y de bienes de interés cultural de la ciudad de Melilla. Al menos dos de esos edificios ya han sido derribados, y el tercero da claras muestras de que va a ser demolido de manera casi inminente. Sus fichas están en el catalogo del Plan General de Melilla *, editado en el año 2012. No es pues un documento obsoleto ni fuera de lugar y tiempo. Existe una Comisión de Patrimonio de Melilla, de la que ya tenemos más que serías dudas sobre su eficacia. Para que todo quede meridianamente claro, ofrecemos el enlace digital al catálogo (aconsejamos descargarlo lo más rápido posible, antes de que desaparezca o se corrompa el acceso). Dimos con esta prueba hace muy poco, y está claro que en Melilla la política dominante es la de mirar hacia otro lado.

            El edificio de la calle Coronel Cebollinos nº 3, con ficha nº BR-10, cayó el 22 de septiembre de 2016. El más grave de los derribos, casi siempre en el especulativo barrio del Real sucedió en diciembre de 2013, cuando se derribó un edificio de Enrique Nieto en la calle Infanta Cristina nº 39, con ficha BR-17. Cayeron de modo inmisericorde sin que nadie se diese cuenta de que estaban y eran edificios catalogados. Ahora disponemos del documento, que también tiene clasificado como edificio protegido de la calle Jiménez e Iglesias nº 36 y con fachada a la calle León nº 10, con la ficha BR-11.

              Desde la mitad del mes de julio, se está viendo el proceso de desmontado del cableado de la fachada, la retirada de elementos interiores, como maderas o estructuras metálicas, y el cierre de las conducciones de agua. Lleva cerrado más de tres años y estaba siendo utilizado como almacén de materiales de obra. Tiene una finca contigua en solar.

          Tanto los edificios derribados, como el actual que parece ya haber «entrado en capilla», estaban protegidos como tales según el mencionado catálogo, y además tenía elementos de protección específicos que debían protegerse. No sirvió ni lo uno ni lo otro. La especulación impera en toda la ciudad. La lista de edificios a derribar es inmensa. Cada semana es demolido algún edificio en alguna parte de la ciudad.

 Nota:http://www.melilla.es/PGOU/files/AINICIAL/MEMORIAS/CATALOGO/MEMORIA%20CATALOGO.pdf

Abriendo fronteras, abriendo Melilla


           La Caravana de Abriendo Fronteras ha llegado esta mañana a Melilla con la beligerancia moderada de las autoridades, el recelo de gran parte de la población, y la cobertura mínima de los medios de comunicación bajo la férrea mano de la censura. Sin embargo resulta una gran iniciativa apoyada por muchos colectivos de la ciudad. Es necesario que Melilla se abra al mundo, y que el mundo conozca y llegue hasta Melilla. El contacto siempre es positivo.

           Hay que conocer la ciudad y sus fronteras, la denominada frontera sur europea, a la que Melilla se han enfrentado en soledad a lo largo de los últimos 20 años, y con la incomprensión de gran parte de Europa, que no las consideraba como algo propio. La gran crisis de los refugiados sirios de 2016, hizo que Europa tomara conciencia de que vivimos en un mundo de fronteras y de conflictos, y de que cualquier situación de guerra afecta a todos los países, por lo que la atención a los refugiados deber ser obligatoria, y respetuosa con la Carta de Derechos Humanos.

           La vigilancia de organizaciones no gubernamentales, de voluntarios y de muchas personas concienciadas, hizo que las vulneraciones de derechos en las fronteras se conociesen en cualquier parte del mundo. Gracias a esto, y a la atención de algunos medios de comunicación y de profesionales implicados en valores humanos, se han reducido las situaciones humanamente insoportables que se producían en las fronteras.

          Las fronteras existen y seguirán existiendo, pero la atención humanitaria debe ser esencial, así como el respeto a los Derechos Humanos. No puede haber zonas de sombra en la legalidad internacional, frente al derecho de Asilo y Refugio.

          Conocer y ser conocido es fundamental para deshacer prejuicios. En una mañana calurosa y húmeda, 400 personas procedentes de diversos puntos del Estado Español han llegado a la ciudad en ocho autocares, de los cuales cuatro procedían de Euskadi, y los otros cuatro de Madrid, Valencia y Andalucía. Este es el segundo viaje que organizan, en 2016 fueron a las Islas Griegas.

          Desde El Alminar les damos a todos la bienvenida a todos, y esperamos que en estos tres días conozcan la ciudad y a sus moradores, a la vez que también esperamos que los melillenses expliquen la realidad de la ciudad y de la convivencia con la frontera, a todos aquellos que les hagan preguntas. Las autoridades todavía están a tiempo de desoír los consejos de asesores provincianos, y recibir a estos visitantes de otras partes de España como se merecen. Que reciban el mismo trato que los moteros.

          Los 400 visitantes se han alojado en el camping de Rostrogordo, en la Residencia de Estudiantes y en casas de particulares.

Nota:https://abriendofronteras.net/

La placa falsificada


                      El franquismo tardío en Melilla

     El edificio nº1 de la calle Castillejos, junto a la Comandancia General de la ciudad, es la residencia de los jefes del Tercio Gran Capitán 1º de La Legión. Esto es un simple hecho administrativo sin mayor transcendencia. El que uno de esos jefes del Tercio fuese el Tte. Coronel Francisco Franco, es un hecho histórico simple, sin mayor relieve. Es uno más de los muchos jefes de La Legión. Solo el hecho de que se convirtiera en dictador, tras sublevar al Ejército de África, tal día como hoy, en 1936, hizo que se le enalteciera por encima de cualquier razón histórica, atribuyéndosele méritos muy por encima de sus hechos.

       El homenaje franquista a Franco es muy tardío en Melilla, declarada Adelantada en 1961, y concediéndose esta placa a su residencia en la ciudad en 1971. Lo más estrambótico de todo, es que se le erigiera una estatua ya muerto, en 1979, única en toda España, dedicada eso sí a su etapa de comandante. Parece que el retroceso hasta ese momento anula todo el mal que supuso su sublevación contra La República, y el baño de sangre al que sometió a España. Resulta ridículo deslindar esa parte del resto de su vida, o de sus 40 años de dictadura. Sería ridículo homenajear al cabo Adolf Hitler por sus acciones en la I Guerra Mundial, o al seminarista Iósif  Stalin, o al buen actor teatral que era Benito Mussolini.

     Si falsa era la placa instalada en 1972, porque afirmaba que allí «había residido su Excelencia el Jefe del Estado», la actual es mentira, porque Melilla jamás le dedicó homenaje alguno por «las labores de socorro a Melilla en 1921». Falsa era la primera placa que debió retirarse sin más, mentira y falaz es la segunda que jamás debió instalarse. Es una manera de burlar la Ley de memoria Histórica. Como curiosidad cabe destacar que la primera placa recordaba al Tte. Coronel y la 2ª al Comandante. No hay acuerdo histórico sobre a quién homenajear.

 

 

El guión de la Adelantada


Melilla, el 17 a las 17*

               El Museo Militar de Melilla destaca como pieza del mes, el guión de La Adelantada, título que se sigue usando, pero como «Adelantada de España en África», y ya no como «Adelantada del Movimiento nacional». Es un rizo conceptual para no desprenderse de una palabra que solo tiene rancias connotaciones franquistas. La historia es la historia, pero que sea en el mes de julio cuando se destaca esta pieza de museo no deja de ser llamativo. El guión  o estandarte es lo más importante de un cuerpo de ejercito, lo último que debe perderse, pues es lo que le representa. Cuando se conquista uno, significa que ya no queda un solo soldado del regimiento para defenderlo.

                 El Adelantado era una figura oficial de la Corona de Castilla, y correspondía a la persona que tenía competencias judiciales y de gobierno en las tierras conquistadas. La primera vez que aparece este cargo en la historia se produce en el siglo XI, y sería alfonso X el que le conferiría su forma jurídica y administrativa. Era el encargado de establecer un gobierno provisional en los nuevos territorios conquistados. El cargo desapareció como tal en 1573.

               La palabra «adelantada» reapareció con Francisco Franco, que vinculó históricamente su régimen con los Reyes Católicos, pues consideraba que había restablecido la unidad católica de España, tras los 6 años de dominación marxista y atea, que a su juicio representaba La República. Todo era un puro delirio y una falsedad histórica.

                  Melilla nunca fue adelantada de nada. En realidad, en 1936, la impaciencia y belicosidad de los oficiales conspiradores estuvo a punto de dar al traste con la sublevación militar, cuando iniciaron por su cuenta el día 17 de julio el asalto a la Comisión de Límites y a a los organismos oficiales del Gobierno de La República, la Comandancia General, a cuyo frente se encontraba el muy leal general Manuel Romerales, y la Delegación del Gobierno, representada por Jaime Fernández Gil de Terradillos.

             La Melilla franquista y sus nuevas autoridades se proclamó oficiosamente como «adelantada», pero sin el refrendo del Palacio del Pardo, a cuyo frente se encontraba el dictador Franco, que muy a regañadientes aceptó en 1961, conceder el Título de Adelantada a la ciudad. En Melilla el franquismo es tardío, pero muy persistente. Eduardo Serra fue Ministro de Defensa entre 1996 y 2000, en el gabinete de José María Aznar. En su visita a la Comandancia de Melilla, apareció flanqueado por la estela de La Adelantada, concepto que se resisten a hacer pasar al cajón de la historia.

           Melilla no ha eliminado oficialmente de su escudo este título, aunque no se utiliza. No ocurrió lo mismo con Burgos, cuyo Ayuntamiento se deshizo en 1979 del deshonroso título de Capital de la Cruzada nacional, éste sí concedido nada más acabar la guerra.

              Quien quiera, y durante todo el mes de julio podrá visitar en el Museo Militar de Melilla el guión de La Adelantada, el guión de mando del Comandante General, y la bandera del Regimiento de Infantería de Melilla nº 52, con el águila de San Juan, por supuesto.

Nota:http://www.definiciones-de.com/Definicion/de/adelantado_corona.php

          *Título del artículo de Carlos Seco Serrano publicado en 1964

La nueva monumentalidad de Melilla


                     La desaparición de las esculturas de Mustafa Arruf    

           El tiempo del encuentro entre culturas se abrió con ocasión del V Centenario de la conquista de Melilla. La monumentalidad militarista y africanista dio paso a las nuevas formas de Mustafa Arruf, con un tipo de monumentos que nunca se habían visto en la ciudad. Por primera vez a lo largo de la historia de la ciudad no se homenajeaban ni evocaban pasadas acciones bélicas.

           Dentro de ese nuevo concepto de monumentalidad fueron instaladas 10 esculturas en el Paseo Marítimo del escultor Mustafa Arruf, un artista con gran proyección internacional. La más emblemática, la que simbolizaba el encuentro de Culturas fue inaugurada en 1997, y está instalada en la plaza del Consejo de Europa, frente a Puerto Noray.

           Las esculturas de Arruf, todas con formas de mujer , que se fusionaban con otros símbolos, como medias lunas, mezclaban formas sinuosas con aristas de perfiles más abruptos. Con gran rapidez se asentaron en el entorno escogido para su instalación, frente al mar, y se hicieron miles de fotografías de las mismas, perfectamente integradas con el paisaje urbano y natural.

            Estas esculturas fueron promocionadas en la etapa del regidor Ignacio Velázquez, allá por la década de 1990. Con su estrepitosa caída política, todo se vino abajo y el nuevo monumentalismo empezó su larga etapa de deterioro y abandono. De las 10 estatuas instaladas en el Paseo Marítimo una fue robada. La decisión de encargar las estatuas se tomó siendo Consejero Ernesto Rodríguez, y se instalaron a partir del año 2001.

            Al estar todas ellas instaladas sobre pedestales y plintos metálicos, estaban sujetos, como cualquier otro material, a la acción erosiva de los elementos. Hay que decir que era el propio artista el que se encargaba del mantenimiento de las estatuas. En el año 2011, recién creado El Alminar, dimos cuenta de que Melilla carecía de un concepto de monumentalidad, y de que la única existente y digna de mantenerse empezaba a mostrar claros signos de deterioro, e incluso de abandono, esto es, todos los monumentos de Mustafa Arruf.

        Las estatuas del Paseo Marítimo estaban desapareciendo, hasta su total inexistencia actual. La última existente, el torso de una mujer desnuda instalado entre el Casino Militar y el antiguo Banco de España, fue retirada en el mes de mayo. A la par que esto sucedía, empezaba a surgir la nueva monumentalidad, con un regreso del monumento africanista y militarista ( legionario con bayoneta y Héroes de Taxdirt), y la aparición del gigantismo (el cíclope Crono y el aviador). También se han instalado otra serie de estatuas sin demasiada relevancia social o cultural. Todo esto será analizado de modo específico.

      La purga artística de Mustafa Arruf ya es un hecho claro e incontestable. El nuevo orden político instalado en la ciudad exige y crea una nueva monumentalidad, muy excluyente y más vinculada a un determinado tipo de pasado, que con intención de crear un futuro común monumental.

      Todas las esculturas de Mustafa Arruf del Paseo Marítimo tenían un mismo concepto, altamente simbólico y desarrollaban una evolución de formas, con una estética muy específica y de gran belleza en algunos casos. La que estaba instalada junto al Casino Militar tiene dos reproducciones, una en Madrid y otra en Noruega.  La voz de alarma fue lanzada desde La Otra Melilla, aunque ya estábamos sobre la misma pista.

     Nota:https://laotramelilla.blogspot.com.es/2017/04/no-queda-ninguna-escultura-en-el-paseo.html

 

 

Maneras de dormir en Melilla


                       El irresoluble problema de los menores

        Duermen debajo de los puentes, de los balcones, en edificios abandonados, en la misma plaza de España. Cualquier cosa antes que regresar al fuerte de la Guerra de Margallo, que es su inadecuado centro de internamiento. Esto es lo que nadie quiso ver en Melilla, hasta que José Palazón les puso rostro y los devolvió a la categoría humana, y por eso es «odiado» por gran parte del «stablishment» político.

       José Palazón es el antagonista de la insensible Consejería de Bienestar Social, que en estos días ha recomendado «no dar comida ni limosna a los menores mendigos». El sermón de la montaña, pero en clave inversa. Lo único que no se puede negar a nadie es una limosna o comida cuando lo que pide es eso. Desobedeciendo la orden de la Consejería, damos limosna y comida a todo el menor mendigo que lo pide, y recomendamos hacerlo. Jamás negar pan a quien lo pide.

     En una ciudad normal la Consejería de Bienestar debería cursar instrucciones a la de Seguridad Ciudadana para que identifique los puntos de concentración de menores mendigos o abandonados y llevarlos a donde se pueda comer, asearse, pero nunca pedir a los ciudadanos que sean ellos los que se enfrente con los mendigos, con frases del estilo «vete al centro de menores», porque eso puede provocar situaciones de tensión.

      En un gobierno normal de cualquier ciudad, ambos consejeros delegados deberían estar todo el día en la calle identificando los puntos de «residencias irregulares», las «zonas de concentración» y no esperar a que los ciudadanos y sus blogs o sus redes sociales, identifiquen los edificios y solares abandonados. Hacer censos de población ambulante, de menores mendigos

      No se trata de perseguir ni de criminalizar, simplemente es hacer el trabajo de gestión pública, para el que han sido elegidos o designados. Todos los días leemos noticias de que ciudadanos o agentes fuera de servicios detienen a «tironeros», «ladrones», o realizan acciones de emergencias en accidentes urbanos. Cuando los ciudadanos auxilian a ciudadanos, es que todo está fallando. Resulta incomprensible que todas estas imágenes las vean los ciudadanos a diario, y los encargados de evitarlas ni se enteren.

      En cuanto a José Palazón, erigido en defensor del menor, diremos que en cualquier ciudad de Europa ya sería considerado un ciudadano emérito. Tras su reciente y afortunadamente superada enfermedad, se pudo comprobar que su fama  o reconocimiento da la vuelta al mundo. Al menos queda ese consuelo, que la ingrata labor de poner luz y taquígrafos sobre aquello que no se quiere ver, acaba siendo reconocida, aunque sea muy lejos de nuestras fronteras.

 

El monaguillo de San Josémaria


                  Emilio Caramazana Hernández, canónigo de la Catedral de Badajoz

                      «Entre sus monaguillos había un seminarista, Emilio Caramazana, que durante las vacaciones de los meses de agosto de los años 1927, 1928 y 1929 le ayudó a misa». Esto sucedía en Madrid, en el Patronato de Enfermos en el que el futuro fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá, hacía las labores de capellán, en la calle de Santa Engracia. El dato aparece escrito en la biografía de Andrés Vázquez de Prada sobre el fundador del Opus Dei y editada por la editorial Rialp, nombre célebre bosque el que se escondieron Josemaría Escrivá y sus ayudantes, tras el Golpe de Estado de 1936, que abrió paso a la Guerra Civil española.

                       Emilio Caramazana había nacido en la madrileña localidad de Alcalá de Henares, en 1914. Su padre era Guardia Civil, pero murió joven, por lo que Candida, su madre, quedó viuda y a cargo de varios hijos. Su vocación religiosa y la necesidad de cuidar de su madre y de sus cuatro hermanos, le llevaron a tomar el camino del sacerdocio, que ejerció hasta su muerte el 3 de febrero de 1992, en Badajoz, en cuya catedral ejerció como beneficiado y canónigo. Fue párroco en Fuente del Maestre, La Albuera,  Puebla de la Calzada, Nogales, La Garrovilla y otros pueblos de la provincia de Badajoz.

                      A lo largo de toda su vida, mantuvo los lazos de amistad con el fundador del Opus Dei, con el que intercambió correspondencia hasta el fallecimiento de éste el 26 de junio de 1975. Perteneció a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, la élite de los clérigos del Opus Dei, creada directamente por San Josemaría. Todos los veranos acudía a la localidad madrileña de Cercedilla, al Sanatorio de la Marina, para intercambiar sus vacaciones sacerdotales con el capellán.

                    En Badajoz ejerció como capellán de las Siervas de María, y residió en un piso de la congregación hasta su jubilación. Estuvo en el entierro del parlamentario español Joaquín Calvo Sotelo, asesinado por Guardias de Asalto en julio de 1936. Tras iniciarse la Guerra Civil abandonó la capital de La República y se marchó a Badajoz, en donde tuvo conocimiento directo de «la matanzas de la plaza de toros», perpetradas por el Coronel Juan Yagüe y sus tropas, que aterrorizaron al mundo.  Nunca quiso hablar de este tema, pero en privado sí reconocía el infernal tableteo de las ametralladoras, en los días posteriores a la conquista de Badajoz en agosto de 1936.

              Las cifras de civiles y defensores republicanos de Badajoz asesinados por las tropas bajo el mando directo de Juan Yagüe , oscilan entre las 2000 y 4000 personas. Ocurre que el Estado franquista tuvo más 4 décadas para eliminar pruebas, borrar registros y seguir confundiendo acerca de la magnitud de «la masacre de la capital extremeña».

             Han pasado ya 25 años desde que falleciera Emilio Carmazana, mi Tío, y me ha parecido oportuno traer hasta aquí su nombre y el recuerdo de su testimonio. También ejerció de director espiritual de la muy conocida familia pacense Reynolds de Miguel*.

          Nota:http://reynolds.com.es/Los%2013%20Rey-dM.htm