La Caravana de Abriendo Fronteras ha llegado esta mañana a Melilla con la beligerancia moderada de las autoridades, el recelo de gran parte de la población, y la cobertura mínima de los medios de comunicación bajo la férrea mano de la censura. Sin embargo resulta una gran iniciativa apoyada por muchos colectivos de la ciudad. Es necesario que Melilla se abra al mundo, y que el mundo conozca y llegue hasta Melilla. El contacto siempre es positivo.
Hay que conocer la ciudad y sus fronteras, la denominada frontera sur europea, a la que Melilla se han enfrentado en soledad a lo largo de los últimos 20 años, y con la incomprensión de gran parte de Europa, que no las consideraba como algo propio. La gran crisis de los refugiados sirios de 2016, hizo que Europa tomara conciencia de que vivimos en un mundo de fronteras y de conflictos, y de que cualquier situación de guerra afecta a todos los países, por lo que la atención a los refugiados deber ser obligatoria, y respetuosa con la Carta de Derechos Humanos.
La vigilancia de organizaciones no gubernamentales, de voluntarios y de muchas personas concienciadas, hizo que las vulneraciones de derechos en las fronteras se conociesen en cualquier parte del mundo. Gracias a esto, y a la atención de algunos medios de comunicación y de profesionales implicados en valores humanos, se han reducido las situaciones humanamente insoportables que se producían en las fronteras.
Las fronteras existen y seguirán existiendo, pero la atención humanitaria debe ser esencial, así como el respeto a los Derechos Humanos. No puede haber zonas de sombra en la legalidad internacional, frente al derecho de Asilo y Refugio.
Conocer y ser conocido es fundamental para deshacer prejuicios. En una mañana calurosa y húmeda, 400 personas procedentes de diversos puntos del Estado Español han llegado a la ciudad en ocho autocares, de los cuales cuatro procedían de Euskadi, y los otros cuatro de Madrid, Valencia y Andalucía. Este es el segundo viaje que organizan, en 2016 fueron a las Islas Griegas.
Desde El Alminar les damos a todos la bienvenida a todos, y esperamos que en estos tres días conozcan la ciudad y a sus moradores, a la vez que también esperamos que los melillenses expliquen la realidad de la ciudad y de la convivencia con la frontera, a todos aquellos que les hagan preguntas. Las autoridades todavía están a tiempo de desoír los consejos de asesores provincianos, y recibir a estos visitantes de otras partes de España como se merecen. Que reciban el mismo trato que los moteros.
Los 400 visitantes se han alojado en el camping de Rostrogordo, en la Residencia de Estudiantes y en casas de particulares.
Gracias a todas estas personas y colectivos comprobamos que existe un mundo dinámico, en renovación y solidario. Muchas gracias a todos por hacer el esfuerzo de venir a Melilla.
Un mundo en lucha constante, que existe, por mucho que lo intenten invisibilizar.
Gracias a todos ellos y también a ti, Hospitalario, por escribir un artículo como este en Melilla.
Gracias a Abriendo Fronteras por llevar un aire de democracia a esa villa neofranquista. La imagen del dictador tapado con la bandera republicana me ha emocionado y reconciliado con la ciudad donde nací. Gracias a los melillense que habéis colaborado y a mi amiga Montse activista y feminista desde hace más de 30 años jj.medina@hotmail.
Estos colectivos de pseudo-ongs viven de la desgracia ajena y no deberían para nada ser tomados como ejemplo. Al menos es mi opinión.
Pseudo significa «falso».
¿Sabes qué colectivos integran la Caravana Abriendo Fronteras? ¿Conoces algo de alguno de ellos?
Cuando se dice lo que dices lo menos que se debe hacer es intentar argumentarlo. Acusar de falso a alguien no es una opinión.
No me parece serio que se hagan llamar organizaciones no gubernamentales cuando se nutren de subvenciones de dinero público. Así mismo me parece vergonzoso que ciertas personas sean «profesionales» de dicho «negocio».
Las organizaciones que integran la plataforma Abriendo Fronteras no reciben ninguna subvencion del Estado. Ni son profesionales, ni tienen negocio alguno.
Si tu opinión es esa, nada tengo que objetar. Afortunadamente esto es un País libre y soy firme creyente en la libertad de expresión.
No es difícil comprobar que estás equivocado, querido y admirado Hospitalario. En el siguiente enlace se puede ver quienes son los que vienen a dar lecciones de moralidad…
https://abriendofronteras.net/melilla2017/
Ah, y a título anecdótico decir que entre las organizaciones que vienen de Euskadi está Bildu.
Tenemos una tasa de desempleo enorme, exceso demográfico, un endeudamiento económico para dos generaciones, una creciente inseguridad ciudadana y queréis fronteras abiertas. Vivís en un mundo de fantasía, para vosotros ‘todo el mundo es bueno’. Deberíais vivir durante un par de años en cualquier país de este planeta donde la vida no vale nada, de cualquier continente, incluyendo algunas zonas de EEUU, quizás cambiéis de opinión.
Necesitamos un filtro en las fronteras y esto es algo que se endurecerá con el tiempo, si no, olvidaos de los derechos humanos, de la igualdad, de políticas sociales, educación, asistencia sanitaria, olvidaos de todo esto porque no hay ‘cama para tanta gente’ y mucho menos con individuos que quieren destruir nuestro estilo de vida. Os lo dice de alguien que conoce parte de África y de Asia. No todo el mundo es bueno o malo, por eso es necesario un filtro llamado frontera.
¿Fronteras abiertas?, no tenéis ni idea de la realidad, y me repito, vivís en un mundo de fantasía.
Este mismo mensaje fue publicado en la web abriendofronteras, fue borrado, es decir censurado, ya es mucho decir de su talante.
Gracias Ana Maria. Aquí, en este blog, nadie te va a censurar.
Queremos fronteras reguladas. Establecer cupos de trabajo. El problema actual no es de inmigración, sino de mafias de tráfico de personas. Muchos países necesitan temporeros, como Francia o España, pero también, que una vez realizado el trabajo se regrese al país de origen, para seguir desarrollándolo. Deben hacerse convenios internacionales para reducir en lo posible la actividad de las mafias. Porque nadie debe exponerse a perder su vida por buscar un puesto de trabajo.