Las interrogantes de Casado e Imbroda



                  Nunca buscamos los sucesos, ni las coincidencias. Esta vez tenemos un testigo. El hueco entre las personas que rodeaban al líder Popular Pablo Casado estaba hecho, un espacio sin cubrir. Hicimos las fotografías en medio de la gente, bajo el cegador sol africano y las interrogaciones aparecieron después.

                 Y así, por uno de esos caprichos del azar, tenemos unas imágenes que ejemplifican la situación de Melilla a solo 10 días de la jornada electoral desde el año 2011. ¿Qué ocurrirá con Pablo Casado, con Juan José Imbroda, con el Partido Popular, con la propia Melilla?. Es un hecho cierto que el futuro no puede predecirse, y más en la situación actual de aceleración de acontecimientos.

                        Además, el azar nos ofrece la posibilidad de escribir del todavía partido hegemónico de la ciudad, y que rige sus destinos desde el año 2000, para así borrar las acusaciones de parcialidad. El Alminar es un reflejo de la realidad política, social y humana de Melilla. Hemos escrito de todo y de todos/as, desde el rey hasta el más humilde de los vasallos. Nadie podrá quejarse nunca del trato que le hemos dado aquí, en este blog.

                             En el Partido Popular hay dos clases de presidentes, aquellos que se convierten en presidentes de España (Aznar, Rajoy) y los que no llegan a serlo (Fraga, Hernández Mancha). Creemos que Pablo Casado acabará encuadrado en este segundo grupo. Ahora se inicia un nuevo ciclo socialista en el gobierno de la Nación y es muy difícil aguantar extramuros del poder, sin ser triturado por las familias influyentes de los partidos. Pablo Casado no será el líder que derrote a  Pedro Sánchez en 2023.

                                                      Las interrogantes de Melilla

                         En la ciudad se percibe el fin de ciclo, de un ciclo o un tiempo que se ha tornado demasiado largo. Lo difícil es predecir en qué sentido cambiará la dirección del viento. En Melilla tenemos dos vientos dominantes, y otras componentes que cambian de dirección de modo imprevisible. Aun así, el declive del gobierno popular parece ya nítido, confirmando una tendencia ya marcada en 2015, aunque de erosión muy lenta. El segundo hecho, que parece obvio, es que se necesitarán al menos dos partidos para formar un gobierno que represente a la mayoría de la ciudad y gobierne para todos los ciudadanos. Los populares quedarán lejos de la mayoría absoluta. Los cambios de rumbo que ha impuesto Pablo Casado han llenado de incertidumbre a sus propios votantes, que respiran ya en una situación de derrota sin precedentes.

                       En las elecciones locales también se vota todo.  Se vota al candidato al ayuntamiento, al número 12 de cada lista y también al 20. Se vota al líder nacional del partido y también se vota contra la lista del vecino, o del adversario. En nuestra ciudad siempre aparece una lista espora o clon, que más parece buscar la erosión de la lista a la que se asemeja, que buscar el propio beneficio. Se juega con todo y contra todo.

                         Melilla necesita un cambio de rumbo inmediato, que debe producirse a partir del día siguiente al de las elecciones. Esperemos que esta vez el sentido del voto ciudadano no se vea alterado por maniobras orquestadas en la oscuridad.

 

 

 

 

 

 

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Árboles altos


               La altura de algunos árboles de Melilla es muy llamativa, como los tres ejemplares de palmera mexicana de la plaza de Torres Quevedo. Estas tres palmeras son las únicas supervivientes de la vegetación primitiva de la plaza, y aparecen reflejadas en las postales de la década de 1970.

                         ¿Existen árboles centenarios en la ciudad?. La evolución del territorio hace pensar que no, pues las necesidades defensivas de un territorio en guerra obligaban a la explanación más completa. Solo a partir de la segunda década del siglo XX pudo iniciarse la plantación de árboles y otras especies vegetales. Por las fotografías existentes, los árboles más antiguos podrían estar en el parque Hernández, pero no puede asegurarse que alguno de sur árboles pertenezca a la plantación primitiva. Lo que sí parece apreciarse en las fotografías antiguas es que era mucho más frondoso. Los árboles más antiguos del territorio de la expansión sí podrían estar aproximándose al siglo de existencia y se encontraría en este parque, que es el termómetro verde de la ciudad.

                 Las araucarias, los eucaliptos colorados y los de cabeza mazuda, junto con los pinos australianos pueden contarse como los árboles más altos de Melilla. En los antiguos cuarteles existen todavía árboles de gran altura, destacando los del acuartelamiento Pedro de Estopiñán, fácilmente reconocibles desde el exterior.

                    Sin embargo, los árboles más hermosos y majestuosos de Melilla,  son los dos eucaliptos situados junto a la frontera de Beni-enzar. Las copas son las más elevadas de la ciudad, además de las más grandes y espectaculares. Son solo dos árboles pero de una superficie colosal. Un auténtico monumento arbóreo.

                    Constatar la pérdida de grandes árboles en la última década, utilizando como referencia el libro de Antonio González y Carmen Enrique. También queda de manifiesto la mala salud del arbolado urbano, debido a las constantes y devastadoras podas. Las fotografías muestran que los árboles más grandes y saludables están en aquellos lugares en donde no están al alcance de intervención alguna, como cuarteles y zonas aisladas.