Aunque se sepa que está vacío, el castillo de Poenari sigue inspirando temor, porque el miedo se expande con la oscuridad y la mentira. La Cabalgata de Reyes de este año 2020, primero de la década, ha demostrado que otra inspiración y otro ambiente eran posibles, en la celebración o acontecimiento más común de todas las comunidades melillenses. Sabemos que hay comunidades que no participan, y que dentro de las dos mayoritarias también existen grupos que no participan de ella, pero aun así, sigue siendo la más amplia y participativa, porque iguala a todos/as.
Ha sido una cabalgata sobria, sin excentricidades como la presencia de Napoleón, ni música discotequera como en la del año pasado. Un desfile largo y pausado que ha contado con una masiva presencia de público y una noche envidiable en el aspecto climatológico, con novedosos aciertos como la caravana de Correos (los verdaderos artífices de la comunicación con los Reyes Magos), las mujeres y jóvenes del Comando por la Igualdad, y también la animación del grupo de Batucada de Cañada Viva, así como de los diversos grupos de la Escuela de Danza o la de Gimnasia Rítmica, hacían de nexos entre las diferentes carrozas.
Se ha puesto fin al hastío, a la desidia, en un cambio de tiempo político al que parecía tenerse temor. Todo cambio y transformación genera cierta incertidumbre, pero lo que acaba con cualquier esperanza es la rutina y el inmovilismo que se había adueñado de la ciudad. Esto no será lo último que veamos, todavía no hay nada definido y consolidado, pero al menos se perciben una mayor participación popular y las ganas de hacer cosas agradables, aunque nada pueda resultar nunca a gusto de todos. Hay algo que se está acabando, aunque el fantasma se siga agitando ante la vista de todos, como las medusas en el desfile de este año.
Y al final si hubo algo sorprendente y llamativo, y fue la participación ciudadana, del pueblo llano y común, tras la última carroza y cerrando todo el desfile, que transcurrió en completa calma y sin ningún incidente. Todo estaba bien organizado, para una Cabalgata de Reyes, que es de lo que se trataba. Por eso dejamos constancia de ello.