Karpov y Kasparov en Sevilla


Los recuerdos también necesitan ser recordados. En 1987 se presentó una oportunidad única y es que por primera vez, el Campeonato del Mundial de Ajedrez se celebraba en una ciudad española, Sevilla, que empezaba su gran transformación hacia el 5º Centenario del Descubrimiento.

Anatoli Karpov (1951) era una joven promesa de la escuela soviética de ajedrez, que en 1974 se proclamó candidato a enfrentarse contra el estadounidense Boby Fischer, el campeón vigente. En aquel entonces todo era política, hoy los deportes son solo deportes. Nadie que se precie discute la genialidad del ajedrecista americano, pero tampoco pueden pasarse por alto sus desequilibrios y tremendas obsesiones, que le llevaron a alterar por completo el campeonato mundial de 1972, en el que le arrebató el título a Boris Spassky en Islandia, único país en el que Fischer aceptó jugar, para escapar de las asechanzas del espionaje soviético.

El 3 de abril de 1975, el estadounidense renunció a la defensa de su título de campeón del Mundo, pese a haberse aceptado sus todas sus exigencias, y fue desposeído del mismo. Nunca quiso enfrentarse a Karpov, que sigue siendo uno de los mejores ajedrecistas de la historia, dominando este deporte y juego durante una década. Por contra y pese a que su máximo brillo fue muy concentrado en el tiempo (1970-1974), el americano sigue siendo considerado «el mayor genio del ajedrez», mientras que la década de Anatoli Karpov (1975-1985) parece como si fuera cualquier cosa, y no lo fue.

Ajedrez en Sevilla

Da igual cuando se vaya a Sevilla, siempre tiene magia, aunque en verano parezca agostarse. Sin embargo, un puente de la Constitución o de la Inmaculada, sí es un buen momento para acercarse a la capital de Andalucía, pudiera decirse que es casi una fecha ideal. En 1987 se celebró allí el campeonato, en el que ya Kasparov era el campeón, y Karpov era nuevamente el aspirante.

Armado con una credencial de redactor gráfico del Melilla Hoy, que me concedió la entonces Redactora Jefe Irene Flores, y con nuestras respectivas parejas, acudimos a Sevilla, para dejar constancia de tan especial acontecimiento. Fuimos hasta Málaga en avión y luego nos trasladamos hasta la capital hispalense en tren, en la que nos alojamos en el Hotel La Rábida. El campeonato se desarrolló a lo largo de varios meses, desde su inicio en el mes de octubre. Nos vimos completamente inmersos en la magia de la ciudad, y también, en el inigualable ambiente del Teatro Lope de Vega , que acogió el campeonato.

Se disputaba la partida nº 21. La diferencia competitiva entre ambos ajedrecistas era pequeña, aunque eran totalmente opuestos en el estilo y aptitudes personales. Gary Kasparov dominó el ajedrez mundial durante 15 años (1985-2000). Eran más que jugadores. Como siempre, Kasparov solía llegar un poco antes y esperar a su rival.

Fernando Arrabal y el ajedrez

No muchos saben, que nuestro más universal melillense, el escritor Fernando Arrabal, no solo es un extraordinario jugador de ajedrez, sino también un ferviente partidario de Bobby Fischer y fervoroso creyente en la «maldad soviética» ejemplificada en Anatoli Karpov. Desde las páginas de El Mundo (16-01-1992) ironizó sobre las memorias de Karpov, que se presentaron ese año en Estados Unidos, con un artículo titulado: Campeón…¿Gracias a Dios?.

Nota: Un accidente al abrir la máquina fotográfica, para revelar el carrete, nos privó de cualquier recuerdo de aquel viaje. Solo se salvaron las fotografías de Karpov y Kasparov.

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