Victoria ad portas


              Un año más, La Victoria se quedó a las puertas del templo, que no es el suyo, el templo patronal. Son dos años consecutivos en los que la climatología amenazó, sin llegar a concretar nada.

              La virgen de La Victoria lleva ya 3 años fuera de su templo residente de La Purísima, en espera de unas excavaciones que no llegan a concretarse, mientras lo rehabilitado empieza a desmoronarse y a perder la prestancia. Atrás quedó el movimiento de parte de la feligresía en contra del vicario Roberto Rojo, al que se acusaba de retener contra su voluntad en el templo Arciprestal, a la sagrada imagen «matronal» y titular de Melilla. Se llegó a elaborar una página web exigiendo el inmediato regreso de la Patrona a su templo, que se cerró al haberse conseguido el objetivo de su pronto regreso.

               En todo este tiempo ha habido desconcierto y dimisiones en la Junta de Gobierno de la principal Cofradía de Melilla y que por avatares del destino, acumula ya dos suspensiones de la procesión más importante de la ciudad. No parece existir en los anales y crónicas religiosas de la ciudad, un precedente de esta magnitud y alcance, al que no nos atrevemos a otorgarle un significado trascendente, al menos de modo público, pero lo tiene.

           Las nuevas autoridades civiles, religiosas y militares de Melilla, formaron ante el templo Arciprestal, con caras de circunstancias. En este ocasión es el nuevo vicario Eduardo Resa, el que ha tenido que tomar la decisión suspensiva. El pasado año 2018,  la composición frente a la iglesia fue completa y la decisión se tomó a última hora, pillando a todos los presentes de improviso. En esta ocasión la decisión se tomó con mucha anticipación, por lo que acudió mucha menos gente a presenciar la salida hasta la puerta del templo, de la imagen titular de Melilla.

            El mes de septiembre suele ser engañoso en lo que respecta a la climatología. Oficialmente es un mes de verano, pero la luz es ya escasa a las ocho de la tarde. La salida de la procesión una hora antes, y el acortamiento del recorrido, evitaría más de una suspensión. La pretensión del vicario Roberto Rojo era traer a La Victoria al templo del Sagrado Corazón para la novena y sufragios, e iniciar en él la procesión. Ese fue el motivo y el origen de la revuelta, el «casus belli».

             Este proyecto debería ser adoptado y llevado a cabo por el nuevo Vicario, Eduardo Resa. La Virgen de La Victoria es un símbolo que pertenece al pueblo de Melilla, a todos y todas sin distinción. Aquí radica el mal, y es esto contra lo que se rebela la climatología y la sagrada efigie.

    Nota:https://elalminardemelilla.com/2018/09/09/suspension-cautelar-de-la-victoria/

 

 

 

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Carlos Castañeda, cuestión de fe


 

                   Hoy, 7 de junio, nos ha dejado un hombre de fe, un cristiano viejo, un amigo del Alminar y uno de sus mas fervientes lectores. Todo en Carlos Castañeda era pasional, o le gustaba o lo aborrecía, o creía en algo con firmeza o no le prestaba atención. Fiel servidor y devoto de la Cofradía de La Virgen de La Victoria, patrona de Melilla, a la que veneraba por encima de cualquier otra, junto con la iglesia de La Purísima Concepción, de la que fue voluntario y altruista cicerone. Su segunda gran pasión era la que profesaba a la Soledad de Melilla la Vieja y al Cristo Nazareno.

                    ¿Qué es la fe, en qué consiste la creencia, qué hay en el Más allá?, son algunas de la preguntas sin respuesta que en algún momento compartió conmigo. Fue él quien me recomendó tratar siempre de usted a los sacerdotes, «porque ellos tienen su función y nosotros la nuestra», me decía. Se puede tener confianza y amistad con ellos, pero sin interferir en la esfera de la Iglesia. Como humanos, cualquiera podemos necesitar consejo y orientación en cualquier momento, pero uno/a solo puede vivir su propia vida. Todos somos iglesia, pero en el Gólgota siempre se está solo.

             Cuentan de fray García de Loaysa, cardenal y arzobispo de Sevilla, que al ser nombrado Inquisidor general, recibió la felicitación de un intimo amigo, y al que respondió del siguiente modo: «Que sea enhoramala, porque me han dado oficio con que os queme». Viene esto a cuento de las siempre difíciles relaciones con la Santa Madre Iglesia, que padeció en algún momento Carlos Castañeda, y de las que siempre me previno. Le hemos hecho caso en muchas cosas y también hemos buscado nuestro propio camino, siempre dentro de la senda de la humildad y alejados lo más posible de la vanidad y de la soberbia. Al Más allá nadie se lleva nada. Su ejemplo es el de un hermano franciscano, como siempre se sintió, aunque sin hábitos. En sus últimos años se recluyó en su propio mundo, y en su santuario privado dedicado a la Virgen de La Victoria.

                     Carlos Castañeda deja, ya como obra póstuma, una historia de la iglesia de La Purísima Concepción, crisol de la fe de Cristo, de sus imágenes y de sus devociones, y de la que afortunadamente tuvo el tiempo y las fuerzas necesarias para concluirla. Será su legado y su testimonio, que le hará permanecer en la tierra de Melilla, de la que nunca quiso separarse.

               Su testamento de fe es el pregón de 1997, el único reconocimiento que obtuvo dentro la Iglesia y de su mundo, y que me dedicó: «Te muestro mi corazón de católico convencido que vacié, junto a mis vivencias, en este pregón semanosantero. A Enrique, buceador indómito de variopintas historias, que pueden alcanzar desde lo sacro hasta el averno».

               Carlos Castañeda se ha ido, pero dentro del seno de la Iglesia, en la que siempre creyó y a la que sirvió, pese a lo mucho que había visto. La semana pasada recibió los santos óleos y el último sacramento, de manos del Vicario Episcopal de Melilla.

 

Cabildo electoral en La Victoria


Elecciones en la Hermandad de la Victoria el 18 de junio

               La Real y muy Franciscana Congregación de la Virgen de la Victoria, ha comunicado a todos sus congregantes, o asociados, la celebración del Cabildo electoral, o plebiscito, que tendrá lugar el próximo día 18 de junio. Cualquier miembro perteneciente a la Real y muy Franciscana Hermandad, podrá presentarse como candidato a Hermano Mayor, que como único requisito establece que debe tener más de 3 años de antigüedad en La Congregación.  El plazo para presentar candidaturas, concluye el próximo e inmediato 4 de mayo. En esta ocasión, y consultadas fuentes muy cercanas a la Real Hermandad de La Victoria, no se prevén candidaturas alternativas, aparte de la muy posible repetición de la candidatura de Mª Piedad Castellano, actual Hermana Mayor.

             El anterior proceso electoral se celebró el 25 de marzo de 2012, al que concurrieron dos candidatos, la actual Hermana Mayor y al aspirante Guillermo Carmona, quien perdió las elecciones por 9 votos. Para el nuevo plebiscito serán convocados dos centenares de congregantes, de los que votarán una cifra cercana al 60%. En la misma jornada de hace 4 años, Maripi Castellano tuvo 60 votos y su rival, Guillermo Carmona 51.

               El convocante de las elecciones siempre parte con cierta ventaja, por lo que para presentar una alternativa, hay que realizar un trabajo muy minucioso, disponer del censo de la Real Hermandad, y de al menos 10 firmas para ser aceptado como candidato. Hacer eso frente a un poder establecido, es algo bastante difícil.

                                    Asociaciones Públicas de Fieles 

                  Las cofradías y hermandades son asociaciones públicas de fieles, incardinadas dentro de la Iglesia católica, por lo que está sometidas al Código de Derecho Canónico, artículos 298 al 311, como normas comunes que deben cumplir, y también a los específicos, que van desde el 312 al 320. Todos los actos, nombramientos y actividades, deben contar con el refrendo del obispo de la diócesis correspondiente, y bajo la observancia de un párroco o del vicario episcopal.

                     Los fines exigidos a estas asociaciones de fieles deben estar en consonancia estricta con la doctrina de La Iglesia, que podrá tanto aceptar o denegar un candidato votado por los fieles de la congregación, como autorizar o no alguna de sus actividades, siempre supervisadas. En algunos casos, como lo sucedido en la Cofradía del Rocío en 2001, podrá disolver una Junta de Gobierno y nombrar una gestora, sin mayor explicación, como fue el citado caso, que sigue en esa misma situación. Estas asociaciones de fieles deben velar por que se conserve la integridad de la fe y de sus costumbres. Cualquier ejemplo o acción contraria o no admitida por la doctrina de la iglesia, puede llevar a la disolución de una cofradía u asociación, o al veto a algunos de sus integrantes. También deben velar porque no existan expulsiones arbitrarias entre sus asociados, una vez admitidos, art. 308 CDC. Los integrantes de una candidatura, desde el primero hasta el último, deben llevar una vida ejemplar, dentro de lo señalado por la doctrina de La Iglesia.

Campanazo en La Congregación


                          El Obispado fuerza dimisiones en La Victoria de Melilla
Hemos escrito mucho, muchísimo sobre La Congregación de La Victoria, pero no esperábamos escribir que el Obispado de Málaga exige la dimisión inmediata del Fiscal de La Congregación y de otro cargo de la Junta de Gobierno. A estas dos dimisiones forzadas, siguen otras dos, que provocarán unas nuevas elecciones, en la Real y Franciscana Congregación de La Virgen de La Victoria. ¿El motivo?. Muy sencillo: todos los dimisionarios no están casados por la Santa Madre Iglesia y/o son separados o divorciados, lo que impide, según el Código de Derecho Canónico (CDC), el ejercer cargos de responsabilidad en cofradías y otros órganos de La Iglesia.

                                      Los órganos de La Iglesia
En al menos tres iglesias de Melilla hay órganos, pero es mejor no tocarlos, si no se sabe hacer bien. Uno de los más grandes santos contemporáneos, San José María Escrivá, en su llaneza aragonesa dijo esta verdad, tan grande como un templo Yo perdí mi inocencia, en los pasillos del Vaticano. Esta frase habla de la sinuosidad y peligrosidad de los santos pasillos eclesiásticos, los más peligrosos del mundo, en los que pueden zozobrar desde un Papa(Benedicto XVI), hasta un mayordomo o un simple monaguillo.
Elecciones en La Congregación
En el mes de marzo del año pasado, se celebraron las elecciones a Hermano Mayor en La Cofradía de La Victoria, y se llevó a cabo un «santo juego sucio». Consiguieron emitir y exhibir un «decreto episcopal» o recomendación, en el que se impedía a Carlos Castañeda Fernández, reconocido hombre de Fe melillense, ocupar un puesto a posteriori, en la candidatura a la Junta de Gobierno que debía perder las elecciones, como así fue. Para ello se basaron en no sé que artículo del CDC, que impede a una persona formar parte de una Junta, aunque sea de modo honorífico, si no está incluido en ella desde el principio. Bien, pero si hay que respetar ese código, debe hacerlo todo el mundo.
La profecía del Código de Derecho Canónico
Aunque me de miedo decirlo, es reconocida la capacidad profética del Alminar, por ellos les voy a pedir que relean este párrafo, escrito el 23/03/2012, del artículo dedicado a Don Carlos Castañeda:

            Tal y como dijo días atrás Imparcial, el Derecho Canónico es muy serio, a lo que yo añadiría que también es muy potente. Si cualquiera de nosotros se enfrentara a sus normas, no solo seríamos aplastados como un vulgar sello, sino que también arderíamos en un instante, como una falla. Papas, cardenales y obispos podrían sucumbir ante la tupida red que componen sus cánones o artículos. Invocar al Derecho Canónico para cerrar el paso a alguien, equivale a concitar a la potencia del fuego sagrado, porque si se encuentra una canon para achicharrar a alguien, hay diez más para mandar a la hoguera al que ha encendido el fuego.
Ha tardado un solo año en cumplirse. Nada más puede decirse.

Notas: (1) https://elalminardemelilla.com/?s=elecciones+transparentes. (2) https://elalminardemelilla.com/2012/03/21/el-hombre-de-la-victoria/

Elecciones transparentes


        Si en algo me he acostumbrado a mi trabajo, además del gusto por las estadísticas, es a  la transparencia en los procesos electorales. Por eso, cuando acudí el pasado día 25 de marzo a la Iglesia de La Purísima, para participar en el proceso electoral de La Congregación, me quedé helado al comprobar que la cabina de votaciones no existía, que se estaba obligado a coger las papeletas prácticamente delante de todo el mundo. El otro detalle que activó mi alarma fue que no existía sobre en donde meter la papeleta, con lo cual, pese a que doblé cuatro veces la papeleta de mi voto, tuve  la sensación de que no servía de nada.

            El detalle de la papeleta transparente era muy fino, porque aunque se doblase por la mitad, tampoco se escondía la intención de voto, como puede comprobarse en la fotografía. Todo era transparente, aunque yo creía hasta ese momento, que la transparencia electoral era otra cosa. Una cosa es no tener secretos ante Dios y otrra carecer de ellos ante los hombres y mujeres.

            El cuarto detalle (ausencia de cabina, ausencia de sobre y papeleta transparente), era que prácticamente toda la Mesa Electoral, o parte de ella,  formaba parte de una de las candidaturas presentadas. En lo que no me fijé fue en el sistema de señales, por si fallaba el asunto de las papeletas transparentes. No es buscar defectos, o ir a perseguir el error, es simplemente que de cosas así, dependen claramente un resultado electoral. Reitero que hay al menos 4 motivos para impugnar esas elecciones. La victoria se produjo solo por nueve votos. Ya me lo advirtió mi cuñado Manolo: Tú en una cofradía, no duras ni una levantá.

El hombre de La Victoria


Carlos Castañeda y el pregón de Semana Santa de 1997

      » A Enrique, amigo, buscador indómito de variopintas historias que van desde lo sacro hasta el averno».

             Cuando hace cinco años D. Carlos Castañeda me regaló una copia dedicada de su pregón de Semana Santa de 1997, y escribió esa dedicatoria, no sé si llegaba a imaginarse lo cerca que he llegado a estar del mismo averno en mis búsquedas, o lo alejado que estoy todavía de lo sacro. Digamos que como máximo he llegado hasta el mundo religioso. Lo sacro, lo sagrado, está más cerca de él, que de cualquier otra persona que yo conozca, exceptuando a Monseñor Buxarrais.

             Si hay una persona en Melilla que ha dedicado su vida a La Virgen de La Victoria, es D. Carlos Castañeda, si hay alguien que ha dedicado su tiempo a la Iglesia de modo desinteresado  es él, pero sin beaterías. Que nadie piense que D. Carlos Castañeda se espanta por «un taco» o se ruboriza por la visión de «un pecado». Él, que ha estado dentro y vive dentro de La Iglesia, ha visto cosas muy lejanas de la piedad y de lo recomendable, durante la época de Franco, en personas que de cara al público eran gente de Fe.

        Dijo Ntro. Sr. Jesucristo a Tomás: «Dichoso tú por que has visto y has creído». Yo pienso que  dichosas son las personas que como  D. Carlos Castañeda,  creen a pesar de haber visto, y eso que  D. Carlos no es de los que cuentan ni pecados, ni pecadores. Solo lo insinúa o lo deja caer.

       Nunca pensé que en los pasillos de La Iglesia se produjesen determinadas acciones, como la que le ha descabalgado del puesto honorífico que le ofrecía el congregante, y candidato a Hermano Mayor Guillermo Carmona. No lo pensé pese a tomar como una de mis máximas de referencia una de las increíbles frases de un santo, San José Mª Escrivá: «Yo perdí mi inocencia en los pasillos del Vaticano».

                          Elecciones y Derecho Canónico

       Tal y como dijo días atrás Imparcial, el Derecho Canónico es muy serio, a lo que yo añadiría que también es muy potente. Si cualquiera de nosotros se enfrentara a sus normas, no solo seríamos aplastados como un vulgar sello, sino que también arderíamos en un instante, como una falla. Papas, cardenales y obispos podrían sucumbir ante la tupida red que componen sus cánones o artículos. Invocar al Derecho Canónico para cerrar el paso a alguien, equivale a concitar a la potencia del fuego sagrado, porque si se encuentra un canon para achicharrar a alguien, hay diez más para mandar a la hoguera al que ha encendido el fuego.

                   Elecciones en La Congregación de La Victoria

    Me comentan que no hay nada previsto para la delegación del voto, de personas impedidas, enfermas o mayores y que tampoco se han desarrollado normas para el voto por correo. También me señalan como incogruente que el horario de votaciones del próximo domingo 25 de marzo (de 10 a 14 horas), se verá interrumpido por la celebración de la Santa Misa entre las 12h 00 y las 12h 30.

               Los cofrades (pregón de Carlos Castañeda en 1997)

    «A aquellos que no nos entienden , les digo que: Los cofrades estamos con la Iglesia, porque nosotros también somos iglesia y queremos con nuestro ejemplo ampliar el Reino de Dios… debemos transmitir que somos capaces de tener el mejor manto de virgen, paro también capas de misericordia para el necesitado, que deseamos una parroquia absorbente y no repelente para la fe del cofrade. .. Porque nuestra sensibilidad y experiencia la queremos basar también en ese camino de la Iglesia hacia el Tercer milenio, queremos renovarnos para clarificar y potenciar nuestra identidad cristiana…Esta formación debe adaptarse para que esté al alcance de todos, para así, seguir conformando este pueblo sabio capaz de albergar en sus corazones deseos ecuménicos que entrelacen los espítirus de esas cuatro grandes religiones que coexisten en Melilla».

         

Los dos candidatos a La Victoria


                El 25 de marzo elegirán nuevo Hermano/a Mayor

          En tiempos de incertidumbre, las personas necesitan lugares y entornos en los que sentirse amparados. Uno de esos ámbitos a los que se podría  acudir, es al entorno de las cofradías y su obra social y cultural, más allá del círculo estrictamente religioso. En Melilla se echa en falta esa «obra social» de las cofradías, que solo lucen o existen, salvo excepciones, un semana al año. No son lugares a los que acudir, porque casi nunca hay nadie o son ambientes demasiado envarados. Si se quiere sobrevivir, hay que abrirse al exterior, darse a conocer y emitir información, implicarse en la realidad social de la ciudad. En Málaga, el ejemplo, las cofradías son algo vivo, que tienen actividad durante todo el año, con sedes sociales, bibliotecas, talleres, boletines y páginas web propias y sobre todo, obra social.

                Mª Piedad Castellano Trevilla

      Es la 1ª mujer en la historia religiosa de Melilla, que se presenta como candidata  a Hermana Mayor de La Congregación que es el epicentro religioso de Melilla, la de La Victoria. Es el principal atractivo de su candidatura, que afirma haber meditado mucho. Durante los pasados ocho años, ha formado parte de la Junta de Gobierno del ya Hermano Mayor saliente Francisco Verdugo, primero como Albacea de Protocolo y ultimamente como Secretaria. Ambos hechos le dan una ventaja inicial importante. Su conocimiento de los entresijos del entorno cofrade y congregante es considerable, asi como los de la propia Iglesia. Además, Mª Piedad, Maripi, granadina, funcionaria del Ministerio de Defensa, está muy implicada en la vida de la Iglesia en Melilla, en donde imparte también, cursillos prematrimoniales.

              Para Mª Piedad Castellano: » La Virgen de La Victoria es suficientemente conocida y destaca la mayor devoción hacia La Patrona, el aumento de la afluencia a las novenas, y el incremento de la asistencia a su procesión, el día 8 de septiembre». Al preguntarle cuál es el futuro del patronazgo, en un cuidad cuya mitad de la población es musulmana, responde sin vacilación: » Es la Patrona de todos los melillenses». Este año podrá comprobarse esta afirmación, al coincidir las fiestas de Melilla, con el día de La Patrona.

         Su  objetivo es abrir La Congregación a la ciudad de Melilla: Hacer de La Victoria  una congregación solidaria, no solo acudir a los actos protocolarios, sino implicarse en la realidad social de Melilla, colaborando con otras asociaciones cuyos fines sean sociales, como Cáritas. Sin olvidar que el principal objetivo es siempre fomentar el culto y la devoción a la Virgen de  La Victoria. Mª Piedad representa la renovación desde dentro, el conocimiento con causa.

                        Guillermo Carmona Góngora

   Este melillense, nacido en la ciudad vieja, monaguillo de la iglesia patronal, de espíritu franciscano, es un seguidor de La Patrona desde niño. Es profesor de Electricidad del Instituto Victoria Eugenia.  Estuvo vinculado a La Congrecación en la última Junta de Gobierno de Carlos Castañeda, hace ya una década. Ahora, pasado ese tiempo dibuja un panorama preocupante en cuanto al futuro de La Congregación. «De los 177 congregantes con derecho a voto, el 60% tiene más de 60 años», con estas cifras, el futuro de la congregación no existe».

      Guillermo presenta un elaborado y extenso programa, que incluye medidas de choque para sacar a La Patrona de este estado de «semi desconocimiento». Para remediarlo propone, entre otras cosas, que una réplica de la Virgen de La Victoria esté instalada en otras iglesias, como la Arciprestal, visitas de los colegios al templo de La Concepción o algunas innovaciones en la celebración del día 8 de septiembre. No deja de señalar que la dificultad en los accesos a Melilla La Vieja, impide un mayor acercamiento de los melillenses, tanto a conocer el propio Templo Patronal, como a otras áreas del entorno.

          Su idea es que la sede de La Congregación sirva como aglutinante de las cofradías de pasión de Melilla, con algunas  divisiones  y necesitadas de mayores relaciones, pese a que sólo existen 4. También ofrece un nº determinado de puestos en el Trono de La Victoria, para que las otras cofradías colaboren en el desfile del día 8 de septiembre. Gillermo Carmona representa la renovación desde fuera, el empuje para devolver a La Patrona al Pueblo de Melilla.  

   El fomento de la devoción a La Patrona y la acción social de La Congregación, forman la base del proyecto de Guillermo Carmona. Tiene la intención de crear un «día de la solidaridad» y ceder un 10% de las cuotas a una entidad benéfica.  

  PD: No fueron propiamente entrevistas, sino conversaciones, tomas de contacto. He intentado dar a conocer al mundo no religioso, al que pertenezco, a dos personas sobradamente conocidas en el mundo religioso. He sido el primero en dar a conocer esta noticia. Los he buscado, me han buscado y respondieron a mi llamada  para dar a conocer sus proyectos y sus intenciones.   Yo no sabía nada de ellos. He intentado dar una visión equilibrada de ambos, aunque como «congregante» ya tengo decidido el sentido de mi voto. Sea cual sea el resultado de las votaciones, podrán siempre contar con la colaboración de El Alminar para lo que necesiten.