





Dmytro Matiuschenko, ministro consejero de la Embajada de Ucrania
El Colegio de Abogados de Melilla, presidido por Blas Jesús Imbroda Ortíz, se apuntó una importante acción solidaria, al entregar su Medalla de Oro, a la nación de Ucrania, representada por el ministro consejero de la Embajada ucraniana en Madrid, Dmytro Matiuschenko. ¿Qué podemos hacer por Ucrania? se preguntaba el consejero Matiuschenko, además de la ayuda humanitaria y bélica. Sobre todo no olvidarles ni negarles.
Sorprende y rechazamos de plano, la solidaridad selectiva, esa que se mueve y actúa solo cuando las víctimas son de determinado lugar ( Gaza, Siria ), pero que se diluye cuando los muertos se acumulan en el lado de Ucrania, Irán o Nicaragua. Las movilizaciones contra la injusta guerra de Iraq en 2001, llenaron las calles de España, pero no tiene una correspondencia equivalente en caso de Ucrania. Es obvio que no se pudo evitar ni una ni otra, pero muestran sensibilidades selectivas y eso no es admisible.
La política exterior de los Estados Unidos es muy agresiva, pero a Rusia se le han perdonado demasiadoas guerras y el resultado final es este que estamos compartiendo. El neo imperialismo ruso, con gran componente racista, es el responsable de la bárbara invasión de Ucrania, que estaba decidida desde mucho antes del fatídico 24 de febrero. Rusia mintió al mundo sobre sus intenciones (maniobras militares), y buscó las justificaciones después. La alteración de la neutralidad de Ucrania, y la existencia de nazis en su territorio, de lo que no ha aportado prueba alguna, pasados 8 meses, e invadido por la fuerza militar, un tercio de la nación ucraniana. Esto sí es una clara violación de la Legalidad Internacional, como ha tenido que reconocer hasta Noam Chomsky, muy poco proclive a dar cualquier baza a los EEUU. El OTAN No, Bases fuera, sigue concitando apoyos y análisis, pero con el ogro ruso, los ánimos se tornan más termplados.
Matiuschenko en la patrona de los Abogados de Melilla
Cada 15 de octubre, era y es el día de los abogados, bajo el patronazgo de Santa Teresa. Es un evento específico, no público, en el que se conmemora, homenajea y da la bienvenida a los nuevos/as abogados/as y en el que se reconoce la labor de los más antiguos. El acto del Colegio de Abogados no contó con la presencia de ningún miembro del gobierno de Melilla. El ministro consejero de la Embajada de Ucrania en España estaba solo amparado por la solidaridad de los abogados melillenses, pero no todos. La división en cualquier segmento de la sociedad es quizá más profunda de lo que aparenta.
Frente a los abogados melillenses, Matiuschenko, expresó su convicción de que algún día Rusia se enfrentará a al Tribunal Penal Internacional de La Haya, tanto por la propia guerra en sí, «no provocada por Ucrania», como por los delitos específicos cometidos en ella: muerte de niños (500), civiles (más de 5000 según la ONU), torturas y muerte de prisioneros de guerra, algo constatado, según el ministro consejero de la Embajada de Ucrania. El ministro diplomático ucraniano, mostraba claros signos de sufrimiento durante todo el acto de la abogacía melillense. En ese momento de homenaje y paz en el salón de actos de la UNED de Melilla, el pueblo de la nación a la que representa, los civiles y militares ucranianos siguen pereciendo bajo las bombas rusas, que explotan y devastan tanto instalaciones militares, como civiles, incluidos edificios residenciales. Al menos la tercera parte del territorio de Ucrania ya está en manos rusas, aunque Matiuschenko sigue confiando en la capacidad de su nación, para expulsar a los rusos, eso sí, con la ayuda indispensable de los aliados europeos. El invierno ucraniano será muy duro.