La interpretación de una Orden Ministerial
Melilla cuenta con una cabaña de al menos un centenar de borregos, ovejas y cabras que deambula por casi toda la ciudad. Desde el pasado mes de noviembre no hay ningún nuevo caso conocido de «fiebre aftosa en Marruecos». La próxima fiesta del Sacrificio será el día 11 de septiembre, por lo que la alerta sanitaria puede continuar vigente o haber desaparecido. Mientras tanto, es posible ver en algunas zonas de la ciudad, pequeños rebaños de ganado ovino y caprino, por lo que es posible que la fiebre aftosa, no contagiosa para los humanos, llegue hasta nuestro perímetro, sin que haya entrado un solo borrego. Si para la todavía lejana fiesta del Sacrifico sigue vigente la alerta, habrá que tener en cuenta que ni uno solo de los borregos que lleguen a la ciudad, podrá volver a la España continental europea.
Ceuta y Melilla son parte integrante del territorio nacional, repetir esto resulta cansino, y por tanto se encuentran afectadas por la parte primera del Decreto:
Artículo 2. Prohibición de importación de animales vivos y productos animales y de origen animal.
1. Queda prohibida la entrada en el territorio nacional, incluyendo Ceuta y Melilla, de animales vivos de las especies porcina, bovina, ovina y caprina, así como de los productos animales y de origen animal, incluida la paja y el heno, con excepción de los productos de la pesca y la acuicultura, procedentes de Argelia, Libia, Marruecos y Túnez.
Curiosamente, también están afectadas por su excepción:
2. La entrada de équidos procedentes de Argelia, Libia, Marruecos y Túnez en el territorio nacional, incluyendo Ceuta y Melilla, solo será posible cuando:
a) Junto con el certificado de acuerdo al modelo establecido por la legislación de la Unión Europea, vengan acompañados con una declaración adicional firmada por un veterinario oficial, en la que se indique que los animales no proceden de una explotación en la que existan animales susceptibles a la fiebre aftosa, y la explotación se encuentre situada en una zona en la que en un radio de 10 kilómetros no se ha producido ningún foco de la enfermedad.
Lo que queda claro es que si hay un certificado veterinario desde la zona de origen (Marruecos), y también del expedido en el momento de la entrada, frontera de Melilla, los borregos podrán entrar. Lo que resulta más claro aún, es que los borregos que lleguen a la ciudad desde explotaciones peninsulares, no volverán a salir de aquí.
Mientras tanto, los rebaños melillenses, disfrutan de una cómoda existencia, ajenos a una alarma demasiado anticipada y de ambivalente interpretación, aunque deja claro que si en un radio de 10 kms a contar desde la frontera de Melilla, no hay casos de fiebre aftosa, podrán entrar los borregos marroquíes, previo certificado veterinario.