El rechazo al cambio propuesto por el Partido Socialista y Ciudadanos
La palabra cambio solo significa cambiar una cosa por otra, si ningún matiz positivo. Es cambiar las políticas agresivas de la derecha pura y dura, por un gobierno de centro izquierda, que simplemente matice o envuelva en guante de seda las reformas más agresivas exigidas por el neoliberalismo, y que hoy vuelve a exigir el Fondo Monetario Internacional, las aves rapaces del capitalismo.
El cambio en la conciencia política representado por la aparición de Podemos en la izquierda y de ciudadanos en el centro derecha, no puede acabar en un cambio de cromos entre los dos grandes partidos y un tercero que ejerza como bisagra política, Ciudadanos. Es una situación que ya se ha vivido en el pasado. La bisagra política un día gobierna con la derecha o y otro con la izquierda socialista, y solo en beneficio de sus intereses. Cambiar el bipartidismo imperante, por una tripartidismo no es lo que la mayoría de la gente votó en las pasadas elecciones del 20 de diciembre. Por primera vez el electorado tuvo más opciones entre las que escoger y por eso el arco político parlamentario ha tomado un aspecto multicolor. La calle y la nueva composición social ha entrado en el Parlamento Español. Por primera vez se ha sentido que la imágenes de los nuevos parlamentarios eran más acordes con la sociedad. La casta y las nomenclaturas políticas perdieron mucho terreno.
El bipartidismo no sabe moverse en una situación así. Esto ha llevado al Partido Popular a la paralización completa, rechazando por primera vez en la historia de La Democracia española la opción de formar gobierno, como partido más votado. El miedo a la derrota y a al rechazo de sus políticas, ha hecho que el PP actúe en defensa de su integridad como partido, y no en defensa del interés común de los ciudadanos. El Partido Socialista, dividido en dos claras tendencias, tampoco ha sabido entender la nueva situación política, y ha entrado, con su precipitado pacto con Ciudadanos, forzado por su ala conservadora, en una clara vía muerta política. No se puede ofrecer un pacto ya pactado, eso es un trágala, o el lado estrecho de un embudo. Podría valer para el bipartidismo, pero no es admisible en el escenario político actual.
La alternativa que ofrece y representa Podemos
Podemos es una alternativa al sistema actual y a todos los problemas de corrupción que ha generado. Ciudadanos es una parte mas, aunque renovada, del actual sistema político. Podemos ha sido combatido por los partidos del sistema y desfigurado por los medios de comunicación, un verdadero frente de guerra, para que el electorado y la ciudadanía lo vean como algo ajeno, o un artificio político dirigido desde el exterior, y no como una opción real, de izquierdas, votada por el mismo censo electoral que vota al socialismo o a la derecha. En estos días, los inscritos en Podemos están votando si aceptan el cambio propuesto por PSOE y Cs, o una alternativa de progreso y social, como la ofrecida por Podemos. A lo largo del día de hoy, ya han emitido su opinión casi 70.000 de sus inscritos. Las votaciones se seguirán realizando hasta el próximo día 16.
El futuro de Podemos
Podemos se ha formado en una situación política muy acelerada, impuesta por el bipartidismo para descomponerlo lo más posible. En muchas ciudades se ha formado por aluvión y debe llevar a cabo un proceso de criba. No todo lo que hay representando públicamente a Podemos es Podemos, pero eso es algo que se irá depurando con el tiempo y con la labor interna. Muchos de los que se han acercado a la formación, lo han hecho buscando lo mismo que se criticaba en el resto de partidos y formaciones imperantes, e incluso han repetido algunas de sus prácticas.También ha sido infiltrado por otras formaciones políticas, con el fin fragmentarlo cuando fuera necesario, o con el fin de obtener información desde el mismo interior de la formación.
La alternativa que ofrece Podemos debe ser ideológica y políticamente clara, y sobre todo, tiene que presentarse con siglas inequívoca en todo el Estado y reconocibles del mismo modo en Andalucía, que en Cataluña. Es preferible sacar menos escaños, pero todos representando al mismo partido, que hacerlo con formaciones que pueden cambiar de interés político a lo largo de una legislatura. Ese es el equilibro entre el centralismo democrático y los derechos de las nacionalidades. A partir de ahí, todo puede debatirse, incluida la forma del Estado.
El despertar político de una sociedad adormecida, y el cambio en la conciencia ciudadana con respecto a la corrupción, han sido logros surgidos tras la aparición de Podemos como partido en la Elecciones Europeas de 2014. Todo eso puede quedar en nada si no se consolida con una alternativa política distinta, y con la plasmación en leyes, que impidan la reproducción de una corrupción generalizada.
Nota:http://podemos.info/wp-content/uploads/2016/04/20propuestas_DEF.pdf