Lugares originales de Tiempos de Guerra


 

                   Cruz Roja, Comandancia y capilla castrense

     El 6 de enero de 1915, junto al puente de Camellos, se puso la primera piedra de lo que iban a ser las Escuelas Graduadas de Alfonso XXIII, un grupo escolar con 6 secciones y capacidad para 252 niños. El grupo escolar será recepcionado por la Junta de Arbitrios el 3 de septiembre de 1919 con dos años de retraso, por diferentes problemas técnicos y de presupuesto. El 18 de septiembre de 1920 el general Manuel Fernández Silvestre da inicio a la edificación de la capilla Castrense, cuya construcción estaba casi concluida en junio de 1921. Ninguno de los dos edificios serán usados con el fin previsto. Como ya es sabido, las escuelas acabaron siendo transformadas en el Hospital de la Cruz Roja, y posteriormente en el primer hospital civil de Melilla.

       Hasta ese momento todo eran hospitales militares, según cuenta Francisco Saro en un artículo titulado El hospital de la Cruz Roja, El Telegrama de Melilla 17/1271982. La capilla castrense tendrá un primer uso como almacén de municiones y de armas de guerra, hasta su inauguración definitiva en 1923*. La Comandancia Militar de Melilla sí sigue siendo la misa y siempre ha tenido ese uso.

        El escenario natural e idóneo para una serie como esta es Melilla, entre otras cosas porque trata de Melilla. Es su causa y su efecto. Hay suficientes cuarteles deshabitados, pero en buen estado, como Ingenieros, en el que se podrían haber recreado las escenas del cuartel de mando. La zona de los pinos y le monte de propiedad militar que existe junto al Tercio de La Legión sigue albergando trincheras de guerras pasadas y están llenas de blocaos defensivos, y la silueta del siempre vigilante y amenazante monte Gurugú o de Sidi Hamed el Hach, no tienen equivalente posible, ni siquiera El Teide. La vista y proximidad del Barranco del Lobo sigue sobrecogiendo.

      La pregunta es y seguirá siendo siempre ¿por qué una serie como ésta, no se rodó en Melilla?, porque la intención de llevarla a cabo era conocida con un año de antelación. ¿Se negaron permisos o ni si quiera hubo el menor interés por contactar con los productores de la serie?. No habrá otra ocasión para una promoción de la ciudad como esta. Los planos de las secuencias tienen muy poca amplitud, para que el decorado no quede demasiado en evidencia. La serie de El Príncipe si se rodo en Ceuta, al menos su primera temporada, pero en Melilla no se ha sido capaz de vincularla a la ciudad.

  Está claro que están a otras cosas. Conforme avancen los capítulos, el daño será mayor.

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Agua corriente en otoño


              El fuego todo lo consume y el agua todo lo anega, pero solo el agua apaga el fuego. El agua desbordada es incontenible, el fuego también pero tiene un límite, el del agua. El agua corriente y desbordada descubre con facilidad las infraestructuras mal hechas, o mal mantenidas. El 19 de octubre se abrió paso el otoño en Melilla con una precipitación de 18.mm, o lo que es lo mismo, 18l por m². El agua en octubre es toda buena. Ya lo dice el refranero: En octubre, del diez al veinte, toda agua es conveniente. Hay un punto de inversión que señala la festividad del Pilar como el inicio del cambio en la climatología.

               Vivimos una época de sequía que se empezó a anunciar en 2012*. Existía en Melilla un pequeño humedal en la lagunilla de Mariguari, que siempre tenía agua y era paradero de aves. Aunque mínimo, el río de Oro bajaba con un eximio caudal. Todo eso desapareció hace un lustro. Ahora no ha nada, todo esta seco y ya no hay aves allí.

               Por lo demás reaparecen las imágenes de siempre, charcos en los socavones y baches del pavimento callejero, pequeñas inundaciones y torrenteras por las calles y arquetas atoradas. Cuando el agua no encuentra su camino rebosa por donde puede, como en la pequeña carretera que comunica el polvorín de Horcas Coloradas y la parte trasera del Rastro con el antiguo depósito de agua de Cabrerizas, de tan infausto recuerdo.

         Todas las carreteras cuentan con unos pequeños canales de evacuación de aguas en su laterales, para evitar la inundación de las mismas. La acumulación de escombros, el depósito incívico de todos tipo de basuras y la falta de mantenimiento hacen que todo quede cegado, y que en el momento necesario no cumplan su función. Es una lluvia pequeña y necesaria. No ha provocado ningún daño, pero en cualquier caso, nada detiene la fuerza del agua, el depósito de la vida.

         Nota:*https://elalminardemelilla.com/2012/01/12/se-anuncia-la-sequia-en-el-rif/