La actividad de los empecedores
Los empecedores existieron y existen. Son aquellos que ante cualquier cambio se resisten a él, e intentan entorpecerlo y obstruirlo de cualquier modo y forma. Los empecedores siempre actúan en la sombra. Luego, cuando el cambio se consolida, desaparecen y no dejan rastro. Los partidarios del Zar se mantuvieron activos tras el triunfo de la Revolución Rusa, es más, se cree que sobrevivieron a todo el periodo soviético. Tanto fue así que el código penal revolucionario tipificó y definió la actividad empecedora.
Los reductos de empecedores serían algo así como los monárquicos en la República francesa o los franquistas en España, que están obstaculizando el traslado de Franco desde el Valle de los Caídos a un panteón familiar.
¿Fue un acto de empecimiento fue el intento de que Melilla no tuviera fuegos artificiales la noche de San Juan?. ¿Es empecimiento el intentar hacer caer mediante una argucia legal a un Presidente electo?. En los años 2011 y 2015, Coalición por Melilla presentó sendos recursos contra los resultados electorales, que solo provocaron un mes de retraso en la toma de posesión, pero nunca impidieron o cuestionaron al presidente una vez proclamado como tal por el Pleno de la Asamblea. No es lo mismo que la situación actual, pues nunca empecieron la acción de gobierno. En el presente caso, sí se cuestiona la propia votación de investidura, el propio acto de toma de posesión e incluso la legitimidad del Presidente. Esto sí es una clara acción empecedora. La derecha española cree más en el Poder como derecho innato, que en la propia Democracia.
El caso es que la copa de la Victoria acabó transformándose en amargo cáliz. Las llamas engulleron y devoraron rápidamente toda la figura, como si tuvieran prisa en llevar al Tártaro al ángel alado que ofrecía el pebetero a los melillenses. Hoy, una llave de paso abierta en el pozo de aguas del Barrio Chino, amenazaba con inundar toda la ciudad. El agua es lo único que vence al fuego.
No pensaba entrar porque estoy con una gripe tremenda y un dolor de espalda casi insoportable. El próximo martes salgo de vacaciones, D. m., y espero que el estrés fuera menos. En Melilla es muy razonable que no gobierne el César, o si prefieren, Nerón. Después de décadas de imbrodismo. De muchas denuncias. Después de repetidas, del supuesto fraude en el voto por correo. Después de todo, existen razones más que suficientes para desmontar ese régimen y ese aparato que tanto daño ha hecho a la democracia en la ciudad. Se había creído que Melilla era su Reino. Yo le mandaría a Afflelou Óptica para que le gradúen la vista.
Una Taifa. Felices vacaciones, Miguel.
https://elalminardemelilla.com/2011/11/18/melilla-la-taifa-africana-del-pp/
Vergonzosa acción la de intentar impedir los fuegos artificiales. Les retrata y define en su final.