El presidente es un ciudadano más, ese fue el gran logro de la Revolución Francesa, y todo el mundo recibiría en adelante el mismo trato, desde los ciudadanos Dantón, Marat, Talleyrand, Marié Olympe de Gouges, Ignace Guillotin, o cualquier otro grande, hasta el último mesonero de Francia. Tanto es así, que desde el mismo Rey Luis XVI hasta el ínclito Maximilien Robespierre, probaron el collar igualitario, eufemismo con el que los revolucionarios franceses denominaban a la guillotina. Los excesos fueron tantos, que El Consistorio tuvo que recurrir al joven oficial Bonaparte, nombrándolo primer cónsul de Francia, y luego él mismo se autoproclamó Emperador y hubo que derrocarlo de igual modo. Ese es también el riesgo en las democracias.
La diferencia de estos tiempos
Pasados los 100 días de cortesía obligada hacia todo gobierno, son bastantes los que nos han preguntado si hemos notado alguna diferencia con el anterior, y que diéramos cuenta de ella. Sí hay, y son dos, y ambas evidentes: la falta de miedo y la sensación de libertad. Solo por esto, han merecido la pena estos cien primeros días.
No hay miedo a expresarse, tanto, que los Medios contrarios al nuevo Gobierno melillense de coalición de partidos, que son todos, a excepción de Radio Nacional, vapulean de modo inmisericorde e incluso airado al gobierno presidido por Eduardo de Castro, el ciudadano Presidente. Existe un boicot activo (críticas) y pasivo (inasistencia a las ruedas de prensa, bloqueo informativo casi absoluto de sus actividades, no difusión de noticias o fotografías). Todas estas acciones eran impensables en el gobierno anterior de Juan José Imbroda. Así pues estas son las diferencias fundamentales, libertad y ausencia de miedo. Con el gobierno anterior, la posibilidad de acabar ante los Tribunales de Justicia con una querella por una crítica extrema, era siempre una opción con la que había que contar. No solo existía censura, sino algo peor que la carcoma o la termita, la autocensura, y esta nos afectó también a nosotros, en El Alminar.
Melilla en el 12 de Octubre
¿Cómo es el desfile del 12 de Octubre, Día de la Fiesta Nacional desde la Tribuna de personalidades del Estado? Por primera vez tenemos las fotografías, que han sido distribuidas de modo igualitario a todos los Medios de Comunicación melillenses y a quienes las han solicitado, como este blog. Publicamos las fotografías por dos motivos, uno el informativo, pues hay un ciudadano Presidente distinto al de los últimos 20 años, y el otro para romper el «boicot» informativo existente en la ciudad. La ciudad de Melilla estuvo presente una vez más, en el desfile del 12 de octubre, y eso es o debería ser un motivo de satisfacción para todas/os, independientemente de quien ostente la condición de ciudadano presidente, que debe ser el primer servidor de los ciudadanos, y no el primero en servirse.
Escribiendo este texto, nos hemos dado cuenta de que hay una tercera diferencia, y es la ausencia de «corte o nomenclatura». La asistencia diaria a una céntrica cafetería, en coche oficial, de toda la corte del anterior presidente, ofrecían una imagen de los tiempos franquistas, reflejados en la película de «La escopeta nacional». Escribimos en otro momento que el breve tiempo que se está en un cargo de representación del Estado o de Autonomías o Ayuntamientos, la conducta debe ser ejemplar. Los años de fiestas continuadas, a voz en grito, en otra no menos afamada tasca, no ofrecían una imagen de servidores de la ciudadanía, ni de igualdad frente a quienes debían servir. Todo eso ha desaparecido, y no es poco.
Sin caer en el elogio fácil, más bien es solo una descripción, Eduardo de Castro está demostrando ser solo «el ciudadano Presidente», que es lo único que esperábamos con este cambio, así como los de todos los ciudadanos/as consejeros/as. Nada más, y nada menos, ciudadanos y ciudadanas, como cualquier otro.
👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏
Ni una coma muevo.
Ver cómo el poderoso o poderosa pierde es siempre un gustazo. Y el poderoso era Juan José Imbroda. De Eduardo de Castro, mejor no precipitarse. Lo cierto es que, al tiempo, hablará al respecto. No me interesa nada eso de salir en la foto. Yo veo muchas fotos de políticos, pero pocas cosas efectivas y eso es lo que realmente importa. Que se pongan ya las pilas, que para eso les pagamos y muy bien además.
Hasta ahora solo he notado un cambio de caras, pero no de políticas.
Al leer los horóscopos, jugando, uno intenta encontrar el paralelismo de esa escritura azarosa con lo que de verdad nos ocurre, intentando encontrar coincidencias que alivien al menos por el tiempo invertido. Eso supone en el lector un esfuerzo añadido para que tenga sentido lo que se lee.
Ese ejercicio de generosidad hace hoy el Alminar. Siempre se pueden ver cosas buenas, hallazgos, cuestiones positivas. Y podemos caer en la tentación de contentarnos con eso. Pero el espíritu Alminar no es la complacencia. Aún buscando fiel de balanza, la crítica es lo que se lleva haciendo 8 años, que tanto aplaudimos y necesitamos.
Tomamos lo positivo que pueda existir, aplaudimos como hace MariNieves…pero nos gustaría no tener que esperar un «susto constante» cada día, como lo último del campo de golf. En referencia a esa cuestión, un verdadero gobierno del cambio hubiera dado prioridad a la investigación del supuesto fraude a la administración y las arcas públicas, ya destapado hace años por Juanjo Medina, y obligar a devolver lo robado y a la depuración de responsabilidades políticas de los responsables. A partir de ahí, un estudio de viabilidad y sostenimiento de una instalación con tan poquísimo impacto social y después plantearse si esa instalación municipal merece, y hasta cuándo, ser sostenida por cuánta cantidad de dinero público.
Eso hace un gobierno que cambia las cosas…no prorrogar un contrato infame y no cuestionar muy a priori una irregularmente concedida gestión de una instalación PÚBLICA a una entidad PRIVADA, gestionada por un condenado plumilla.
Hay una cantidad ingente de consejeros, viceconsejeros, directores generales y hasta responsables de agrigultura y pesca, como para casi cuatro meses más tarde no haber atendido cuestiones como esta, que nos han costado ya millones de euros.
Sin libertad y con miedo, no puede surgir la creación. Solo manteniendo la libertad es posible la creación y la generación de algo nuevo. No me contento con esto, pero sí son condiciones indispensables.
Estoy de acuerdo con Icono. Con miedo no puede haber libertad, pero ya no valen excusas. Esperemos que el ciudadano Presidente no termine bebiendo en el mismo manantial.
Parece que, como siempre, nos leen…marcha atrás en el campo de golf…
Nos leen, claro que nos leen, pero hay que tener valor para reconocerlo, como el ciudadano presidente.