


Historias del Asedio y del Sáhara
Justo cuando se conmemora el 247 aniversario del final del levantamiento del asedio a Melilla por el Emperador de Marruecos, se conoce el giro o cambio en la posición española con respecto al Sáhara Occidental, condición exigida por el vecino Alauí para reiniciar las relaciones políticas y económicas con España.
Las ciudades españolas del norte de África estaban separadas de su entorno por el cierre completo de la frontera decretado por el gobierno marroquí en marzo de 2020, que no permitió siquiera el retorno de sus nacionales atrapados en Melilla. Ceuta y Melilla estaban incluso excluidas de intercambio económico aduanero, y del tráfico portuario de mercancías y personas. La suspensión del Tratado Comercial vigente con Melilla fue llevada a cabo en 2018 por el gobierno islamista marroquí, dos años antes de la pandemia y tres antes de la estancia hospitalaria en España del líder del Frente Polisario Brahim Ghali. Esto quiere decir que Marruecos había decidido tensar la cuerda diplomática con España mucho antes de cualquier otra razón.
Las relaciones Hispano-Marroquíes son muy extensas y muy dilatadas en el tiempo, por lo que no puede ser definidas o calificadas en un solo párrafo. Existe un libro de los arabistas Bernabé López García y Miguel Hernando de Larramendi* que describen, junto a otros el contexto histórico y político de esas relaciones. El sueño imperialista es un delirio político presente en nuestros días, Vladimir Putin, y al que no es ajeno Marruecos. La invasión o anexión del Sáhara Español en 1975 por parte de Hassan II, pretendía revivir el pasado almorávide, que no olvidemos, llega hasta la misma ribera del Tajo. Hay que recordar que el Sáhara fue dividido en dos mitades, la norte con capital en El Aaiún bajo administración marroquí, y la sur bajo administración de Mauritania. La anexión del Sáhara por parte de Marruecos fue muy cruenta y desplazó a la población saharaui de sus zonas históricas de residencia, algo parecido a lo que estamos viendo en Ucrania y el sueño imperialista ruso. En 1979 Mauritania se retiró de su zona de administración y Marruecos ocupó todo el territorio.
El mayor constructor de muros del mundo no es ni Israel, ni Estados Unidos, ni España: es Marruecos y su célebre Muro del Sáhara que se extiende a lo largo de 2720 kilómetros. El plan autonómico para el Sáhara no es más que un sucedáneo legal, para evadir todas las resoluciones dictadas por la ONU y que Marruecos no cumple desde 1989. El gran problema es la población saharaui desplazada tras décadas de guerra y que sigue abandonada en los campos de refugiados de Argelia, y su modo de reintegrarla a sus ciudades, con plenos derechos, respetando su identidad cultural.
Ceuta y Melilla: fraternidad y realidades históricas consolidadas
La fraternidad es otra cosa. Aceptar el plan Marroquí sin contrapartidas, no resolverán los problemas de fondo, y es que ambas ciudades no han pertenecido al territorio administrativo marroquí. Ambas ciudades quedaron excluidas de la organización del Protectorado Español, y también del Acuerdo y Declaración de Independencia de Marruecos en 1956. Juan I de Portugal conquistó Ceuta en 1415, y los Reyes Católicos Melilla en 1497. Son realidades históricas españolas consolidadas. Es fundamental que en los nuevos acuerdos y relaciones que ahora se proponen, ambas ciudades queden incluidas en ellos, y se pueden tratar las cuestiones específicas que surgen y se crean en la relación de las ambas ciudades fronteras con su entorno. Lo anterior, que era el limbo diplomático y el caos fronterizo, no puede regresar.
La conmemoración del fin del Sitio de 1775
Solo las integrantes socialistas del Gobierno de Melilla estaban presentes: Gloria Rojas, Elena Fernández y Francisca Maeso. La ausencia de la Vicepresidenta 1ª de la Asamblea de Melilla Dunia Almansouri se deja notar. El resto del Gobierno de «coalición», siempre tiene algo distinto que hacer. Hoy la contraprogramación consistía en las jornadas de Mujeres Tecnólogas, de la Consejería de Distritos. En algún otro lugar de la ciudad otros talan árboles.
La conmemoración solo ha durado 5 minutos, y algunos de los asistentes decían que había sido más corta que nunca, y otros con más conmemoraciones a sus espaldas, decían que siempre había sido así. Este gobierno no pude celebrar la de 2020 por el inicio de la pandemia, y la de 2021 ya no contó con la misa en la iglesia Patronal de La Concepción. No había recuerdo posible con el que comparar.
En el Alminar nos consta que algunos de los componentes cepemistas del gobierno coaligado no tendrían inconveniente en asistir a este mínimo recuerdo del Sitio, o a los actos centrales del 17 de septiembre, salvo la ofrenda a Pedro de Estopiñán. Sin embargo, en donde se deciden las asistencias o inasistencias, no es dentro de esta parte del equipo de gobierno. Nunca se han discutido públicamente estas cosas. Las efemérides históricas son las que son y hoy en día, ya hay perspectivas para enfocar cualquiera de ellas desde ángulos comunes y nada beligerantes. Ya no son celebraciones contra nadie, si es que algún día lo fueron. Insistimos que si se quieren otros actos, otros contenidos y otras fechas, deben proponerse y debatirse frente a la ciudadanía y con fundamentación. Se está forjando una división de la ciudanía y sociedad melillense.
Lo soledad de las tres integrantes socialistas del Gobierno de la Ciudad, frente a la oposición unida en bloque, ofrecía una imagen parecida a la de la puerta de StarGate. Se atraviesa una puerta y se está en otra dimensión.
Nota:* Historia y Memoria de las Relaciones Hispano-Marroquíes. Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2007. Bernabé López García y Miguel Hernando de Larramendi.