



España e Italia (60-49) inauguran el triangular Finetwork
Es un éxito rotundo que la selección nacional absoluta de baloncesto femenino, juegue en Melilla, junto con las de Italia y Bélgica. El deporte es el principal exportador e importador de imagen de nuestra ciudad, por eso es algo a cuidar. Si se quiere situar y mantener la imagen de Melilla en el mapa deportivo, debe contarse con el deporte.
La presencia de selecciones nacionales absolutas no es algo habitual en nuestra ciudad, en realidad es algo que solo se produce desde hace 10 años. Aunque a muchos les moleste el concepto, el deporte también tiene género y es otro género de deporte. Es igualmente competitivo que el masculino, pero sin sus brutalidades. Incluso el público actúa de otra manera, y no se oyen las zafiedades y groserías que habitualmente se escuchan en las gradas de las competiciones de los varones. Las selecciones nacionales colocan a Melilla en el mapa Europeo.
Crónica de un partido
El encuentro se inició de un modo acelerado por la selección española (Carzorla, Conde, Domínguez, Araújo y Ndour-Fall), con muchas imprecisiones por ambos equipos. Sin embargo, la selección de España se situó desde el inicio con un cómodo colchón de 10 puntos de diferencia frente al equipo de Italia (André, Verona, Fassina, Madera y Penna), que mantuvo a lo largo de todo el partido, hasta ese 60-49 final. Muchas rotaciones y constantes entradas y salidas de todas las jugadoras.
El público llenó algo más de la mitad del aforo del pabellón de deportes Javier Imbroda, y a la entrada, se hacía e de una bolsa del patrocinador del evento deportivo, con diversos obsequios en su interior, que incluían una bandera española , una libreta, bolígrafo, lápiz y una pequeña bolsa inflable.
La Consejería de Deportes de Melilla, que dirige Rachid Bussian, está trabajando incansablemente por lograr un hueco en el mapa deportivo, tanto nacional, como europeo. Se está ahondando en una línea existente, pero ampliándola a muy diversos ámbitos y deportes. Con acontecimientos como este, se ve y aprecia el resultado, y el éxito.
los parámetros que usas en el análisis me parece que no corresponden a Melilla. Para Olvera o para Aguadulce sería todo en éxito. En Melilla, aún destacando el esfuerzo mayúsculo a realizar por parte de las arcas públicas (aquí nadie viene gratis) y que es injustamente superior a otras latitudes peninsulares, no es suficiente.
Los eventos se amontonan y aunque parezca mentira con tanta prensa subsididiada, no permea en muchas capas de la población que se está celebrando o va a hacerlo. Mucha gente simplemente no se entera.
Tenemos unas cifras de sedentarismo (y problemas de obesidad y sus enfermedades aparejadas) alarmantes y ahí es donde debería estar el grueso del gasto municipal, no en macroeventos y similares (apnea? saltos acuática en pasarela? patrocinar a la selección de balonmano?).
Y por otro lado, la cantidad de melillenses que están fuera de toda esta historia. Miles y miles de personas que cada día repiten obstinadamente su maniobra de supervivencia. No hay previsión alguna en que puedan disfrutar de lo que es de todo, sea un espacio, una festividad o un evento deportivo. En eso, salvo muy contadas excepciones de algún absurdo quijote, no hay acción alguna.
No hay Selección Absoluta para los proscritos.
Fantástica la frase final. Sigues siendo certero. La señal acústica necesaria para El Alminar.
«Siempre habrá pobres» , dijo un conocido Rabí judio, al que veneramos. El esfuerzo inversor de Melilla se hace en el suelo, en el pavimento, para los que no nos entiendan. Y siguen. La línea de obras no ha cambiado nada, y seguimos sin metro.