Melilla: Ciudad solidaria


25 años del Concierto África, de Ateneo y Guelaya

El 25 de abril de 1997, hace exactamente un cuarto de siglo, la asociación cultural Ateneo y el grupo ecologista Guelaya. organizaron en el salón de actos de la Escuela de Magisterio de Melilla, un concierto musical en solidaridad con los inmigrantes que empezaban a afluir a nuestra ciudad, en el que participaron tanto grupos locales de música como de centroafricanos, procedentes de la Granja Agrícola.

La actividad se llevo a cabo un año después de la gran deportación de junio de 1996, tras los violentos incidentes producidos en el centro de la ciudad y en las dependencias de Cruz Roja, que fueron clausuradas. En 1997 el número habitual de inmigrantes centroafricanos en Melilla se había restablecido, tras quedar a cero tras la deportación del «haloperidol». Es normal que casi nadie se acuerde de estos acontecimientos, porque o bien no estaban, o no habían nacido aún. La creación de Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes le facilitó una vida digna y respetuosa con los Derechos Humanos, pero también les apartó de la ciudad . Ateneo y Guelaya rompieron el aislamiento producido tras los incidentes de 1996, con esta actividad musical solidaria, la primera en la reciente historia democrática de Melilla.

La década de 1990 del pasado siglo, fue llamada la década de la inmigración, porque por primera vez se asomaban al perímetro melillense, demandantes de asilo de países del entorno más lejano a nuestra ciudad (Togo, Costa de Marfil, Senegal, Liberia, Ghana, Mali, Nigeria y Camerún). Cualquier conflicto en cualquier parte de África tenía su inmediato eco en Melilla, ciudad en la que siempre encontraron solidaridad y mucho apoyo, en unos años en los que no existía ninguna infraestructura de acogida a inmigrantes. La creación del CETI se llevó a cabo en los años más inmediatos al siglo XXI. En esa década, cada convocatoria publica llevada a cabo por Ateneo, reunía a un mínimo de entre 300 y 500 personas, tanto en el edifico de Cruz Roja, como en la Plaza de España, lugar tradicional para la visibilización de colectivos de inmigrantes.

Concentración del 1 de julio en la Plaza de España

El pasado día 24, en las inmediaciones de Melilla, en el lado marroquí del Barrio Chino, se produjo la mayor tragedia fronteriza de nuestra historia, con el resultado de al menos 23 inmigrantes muertos, según las cifras facilitadas por el gobierno de Marruecos. Las responsabilidades por lo sucedido serán investigadas a un lado y otro de la valla fronteriza, tanto por comisiones internacionales como nacionales, en ambos países.

Ayer 1 de julio, se celebró en la céntrica plaza, un acto en solidaridad con los inmigrantes y en memoria de los fallecidos, y que acogió a unas 200 personas. Lo que en un principio se presentaba casi como un acto de ruptura con el Gobierno de coalición, al que se responsabilizaba casi directamente por lo sucedido, quedó como una concentración más templada y de homenaje. Asociaciones como las mencionadas, llevan más de 30 años abanderando el discurso de respeto a los Derechos Humanos, solidaridad con la inmigración y el derecho al Asilo y Refugio. Desde entonces, otros colectivos, asociaciones y partidos, han ido tomando el relevo en la defensa de estos ideales.

Han faltado todos estos días, discursos de los partidos políticos, tanto del gobierno como de la oposición, en defensa de la imagen de Melilla, etiquetada injustamente bajo el calificativo de masacre. Si hoy se teclea este sustantivo en un buscador, aparecerán al unísono, tanto nuestra ciudad como Ucrania. Ese es el inmenso daño producido.

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