
Los africanistas y franquistas pasan días de tribulación en la ciudad, por la posible desaparición de la estatua de Franco dictador, cuando en realidad, el que fue siempre considerado como «il vero salvatore di Melilla» , es José Sanjurjo Sacanell, Marqués del Rif. Sus restos, llegados en un último viaje desde la capital navarra, reposan en el cementerio melillense de La Purísima Concepción, desde el 23 de marzo de 2017.
Tenemos las reliquias más importantes del Alzamiento de julio, solo por detrás de Mingorrubio, que alberga ya las de Francisco Franco. El que viajaba desde Portugal a España para hacerse cargo de la sublevación militar contra La República, era Sanjurjo, el único militar bilaureado junto a Varela, el único dos veces golpista y también enterrado dos veces, una en Pamplona y la definitiva en Melilla.
La preocupación por una estatua de bronce no puede entenderse, cuando tenemos en nuestro cementerio, en el panteón de Regulares 2, al cerebro gris de la sublevación de 1936, al general más carismático y mejor vestido del ejército español, y también el menos demócrata de todos.
El general Sanjurjo fue también, por dos veces, Comandante General de Melilla, efeméride solo compartida con el también general, Manuel Romerales Quintero. Muertos ambos en el mismo año, uno en defensa del gobierno y el otro en su asalto. En Sanjurjo todo era doble, incluso el peso de equipaje, causa más que probable de la caída de su avión, aunque en realidad no llegó a despegar por culpa del peso de su célebre maleta. Era una pequeña avioneta que se estrelló en el aeródromo de Cascáis, el 20 de julio de 1936. Fue una accidente probablemente fortuito, porque el piloto era el también conspirador, y militar aviador, Juan Antonio Ansaldo.
La llegada de los restos de Sanjurjo a Melilla, se produjo durante el mandato como Comandante General del hoy diputado por Melilla, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu. En esa fecha al frente del Ministerio de Defensa se encontraba diputada popular Mª de los Dolores de Cospedal.
La operación, aunque secreta, fue desvelada por El Alminar de Melilla, en abril de 2017 y originó un gran revuelo mediático y varias interpelaciones parlamentarias. Entonces cometimos una imprecisión en la localización de sus restos, que situamos en el Panteón de Regulares 5, cuando en realidad está en otro más pequeño, el de Regulares nº 2. Hoy ha resultado el día apropiado para dar a conocer todo esto.