Quisieron acabar con las fuentes de Melilla, ese era el plan, y luego enturbiaron las aguas, o sea, mezclaron el agua de los manantiales clásicos (Yasinen y Trara). Bien porque se agotaron los manantiales, o porque mezclaron las aguas con las de la desaladora. El caso es que la gente dejó de acudir a las fuentes y estas perdieron su vida clásica, la de decenios. Era un agua muy buena, sobre todo para los guisos y también para beber. El agua de Trara era un clásico en Melilla.
La fuente de Trara es legendaria en la ciudad, y uno de los puntos más altos de Melilla, 84m de altitud, solo superados por la meseta de Rostrogordo. Las higueras buscan el agua y también los riscos, pues suelen verse mucho en zonas escarpadas. Con el florecimiento de las higueras empieza el calor; «de brevas a higos el calor estará contigo». Este año el mes de mayo ha sido suave y las higueras están iniciando su floración en tiempo: «Por san Bernabé las brevas empiezas a ver y por san Juan a comer».
Hemos vuelto a Trara y al barranco de Cabrerizas. La fuente está muy deteriorada y vacía, mientras que la higuera está rebosante, buscando el agua, tanto que desborda el muro y lleva el espacio yermo. En esta zona que encierra muchos secretos del pasado, se puede ver muchas higueras en los bancales y en las cortaduras, como si defendieran su codiciado fruto, que ofrecen dos veces al año, y que pese a la confusión generalizada, no son lo mismo: «digo y redigo que la breva no es higo» y ya es conocido su orden: «Entre el higo y la breva, la segunda es la primera».
Sin embargo sobre las higueras hay advertencias: «Dicen que la sombra de la higuera no es buena, y que la del nogal trae mucho mal». La sombra de la higuera es baja, porque aunque frondosa, el árbol no suele ser alto y las ramas pueden llegar a tocar el suelo. La savia de la higuera produce reacciones alérgicas en la piel fitofotodermatosis, por ello, si alguien se queda dormido debajo de una higuera y suda, puede tener reacciones alérgicas muy agudas y que tardan bastante tiempo en quitar. En algunos casos puede ser hasta graves.
El refranero es una acumulación de sabiduría popular, que si bien no tiene una eficacia del 100%, rara vez suele estar equivocado. Hay refranes opuestos, pero también hay que ver a qué zona o tiempo se refiere el refrán, y porque muchas veces, en acontecimientos de la vida, de una misma acción puede salir dos reacciones opuestas, o de un mismo hecho darse dos interpretaciones diferentes.
Nota:https://elalminardemelilla.com/2014/09/25/enturbiando-las-fuentes-de-trara/