Melilla será zona azul


                    ¡ Más rotondas !

Toda Melilla será azul, pero de la zona de pago. La otra opción es la verde, la ecológica, pero esa tardará en llegar porque solo es un lema propagandístico. Lo que nos espera, y muy pocos se están dando cuenta, es pagar por aparcar en la zona centro. ¿Cual es el sentido último de esta desaforada construcción de rotondas?. La respuesta es muy simple: la eliminación de aparcamientos públicos gratuitos. Con  las dos rotondas de la avenida de la Duquesa de La Victoria, se eliminarán al menos 50 plazas de aparcamientos gratuitos, de los de toda la vida. El por qué también es muy fácil de responder, pues muy cerca, en el antiguo patio trasero de Cruz Roja está a punto de abrirse al público un parking público de pago, y la única manera de forzar al automovilista a aparcar allí, es eliminando plazas de aparcamiento en las calles, en la vía pública.

Luego, en una segunda fase, se extenderán los vados, se ampliarán las zonas de exclusión de aparcamientos y se será muy exigente con los vehículos mal aparcados. Los aparcamientos estarán operativos en el primer trimestre del año que viene, justo cuando vuelvan a las calles los «retirados» agentes de movilidad. ¿Casualidades?, ninguna.

Esto es lo que nos viene encima en 2014. El Ayuntamiento ha invertido 12 millones de euros en plazas de aparcamiento públicos, que de algún modo tenemos que pagar los melillenses. Lo de menos es que hayan iniciado las obras de la segunda rotonda en un lunes, sin avisos de ningún tipo, en las primeras horas de la mañana, que se hayan encadenados dos obras juntas en el mismo sector, o el aumento de los atascos y de las dificultades de circulación. Las molestias ocasionadas ya no le importan a nadie. Todo se está preparando para que empecemos a pagar por aparcar. Se acabó el gratis total en el centro de la ciudad para los melillenses. La zona azul era muy querida y perseguida por la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), sus justificadores ideológicos.

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Hacia la zona azul en Melilla


            Los aparcamientos de Isla de Talleres

        En 1982, el Ayuntamiento del buen alcalde Rafael Ginel Cañamaque, lanzó un globo sonda sobre la posibilidad de implantar una zona azul en Melilla. Las protestas fueron tales, que han pasado 3o años y nadie se ha vuelto a planteear un cosa semejante. Sin embargo, la posible  finalización de las 4 plantas de aparcamientos del solar conocido como Isla de Talleres, llevará aparejada la instalación obligatoria de la zona azul en Melilla, tal y como avanzaba en días atrás el director general de EMVISMESA, Juan Antonio Iglesias.

          La ciudad Autónoma de Melilla ha adelantado la cantidad de 14,5 millones de euros a la constructora de Isla de Talleres, para adquirir la propiedad de 700 plazas de aparcamiento. La necesidad de amortizar semejante cifra, aunque se imagina casi imposible, obligará a derivar a los automovilistas melillenses  hacia un aparcamiento, que será público en parte. No sabemos todavía si será una sociedad pública o privada la encargada de la gestión.

          La única forma de obligar al automovilista a aparcar en Isla de Talleres será con la instalación de la zona azul, lo más amplia posible, y además reducir el aparcamiento libre en la zona centro. Aumentarán los vados, las zonas de exclusión y la terrazas en vías publicas. Esto es así en cualquier ciudad de España. Los parkings públicos o privados no siempre son rentables. En la situación de crisis actual, la gente deja el coche en una zona próxima al lugar al que se dirige y aparca en zonas gratuitas, porque  los parkings suelen ser caros. Una inversión tan elevada como la que se ha hecho en Isla de Talleres, es cuando menos discutible. Además, recientemente se ha incrementado en un 1,5% el aval concedido a la constructora, con una justificación que no quedó clara para el gran público, entre los que me encuentro.

            Rentabilizar esa inversión será difícil para las arcas públicas, resultando demasiado caro el precio medio por cada plaza de aparcamiento. El último punto extraño es el relativo a cómo se va a permitir la utilización y puesta en funcionamiento del parking, a la vez que se prosigue la construcción de viviendas encima. Había oído lo de empezar una casa por el tejado, pero nunca lo de hacerlo por el aparcamiento.