La Luna de día


             El astro solar abre el día y lo cierra y su luz pone límite a las tinieblas, que quedaron recluidas a la noche. No sucede esto mismo con el satélite terrestre, la Luna, que aunque esté asociada a la noche, también puede verse durante el día. En esta primera semana de marzo, la Luna está en fase menguante, sobre la constelación de Sagitario, apareciendo de madrugada, pero ocultándose hacia el mediodía. Es una presencia casi invisible, pues la luz solar  hace que pase casi desapercibida, casi confundida como una pequeña nube errante. Dentro de la ciudad es difícil fijarse en ella, sin embargo está ahí, como tantas otras cosas.                 Se la ve nítida y resulta llamativa, pero a la hora de apuntar con el objetivo de la cámara desaparece del campo de visión. Hay que apuntar a ciegas y luego ver el resultado. El azul celeste es demasiado intenso y resulta deslumbrante. La Luna es un nombre propio que también ha acabado siendo un genérico. Suele decirse que Júpiter o cualquier otro planeta del Sistema Solar tiene determinadas lunas, del mismo modo en que se utiliza también el término de satélite.

 

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La procesionaria del pino


 

              La procesionaria del pino indica la llegada de la primavera, que es cuando las larvas de la mariposa nocturna, nacidas en verano, empiezan a salir de los bolsones en los que han pasado todo el invierno, ocultas entre las ramas de los pinos, y entre las acídulas. No ha sido un invierno frío en Melilla, salvo la parte final del mes de febrero. La naturaleza tiene sus propios ritmos y no entiende de las hojas del taco del calendario. Su presencia también es un síntoma de un pinar enfermo. Los pinos de Rostrogordo presentan problemas ecológicos importantes desde hace años. Un experto lo califica como paleo pinar. Muchos de sus ejemplares están bastante secos y su color en marrón, en claro contraste con las zonas menos frecuentadas e inaccesibles en coche.

                     Estas procesionarias iban camino del pinar militar del cuartel de La Legión, más fresco y apetecible para establecerse. Es un pinar y un monte bajo custodia militar, por lo que la presencia humana está prohibida y eso hace que se conserve en buen estado, frente al deteriorado y reseco pinar que sirve de zona de recreo de los melillenses.

                   La presencia de la procesionaria resultaba impresionante. Constituían dos largas filas, y en el momento de la fotografía atravesaban un zona reseca y pedregosa, equivalente para su tamaño a lo que resultaría el desierto de Tabernas para cualquiera de nosotros. La fila no se detenía ante nada, piedras o ramas, y no se descomponía en ningún momento. En apenas dos o tres días estarán colonizando su lugar de destino, el pinar de La Legión.

             Este tipo de pinos es de tipo mediterráneo, propio del Levante y del sur de España, y fue plantado aquí en la época del Protectorado. El espacio en el que se ubica nuestra ciudad fue deforestado por las necesidades bélicas, perdiendo casi toda su vegetación autóctona. Solo tras la llegada de la paz con el Reino de Marruecos, se procedió a la repoblación, con una especie no autóctona de pinos, cuya presencia se extiende hasta Cazaza,. Lo más parecido al bosque original existente en el territorio de Melilla, es el que rodea al cementerio de Sidi Ouarichi.