- Banco reventado
- Banco pulido
- Farola cuarteada
Hay toda una larga lista de categorías para los destructores del mobiliario urbano: liquidadores de papeleras, reventadores de bancos, picabolos, destructores de farolas, arrasadores de edificios, embadurnadores de paredes, podadores de estatuas. Todos pueden agruparse bajo el colectivo de «las termitas». Cada uno de los integrantes de esta lista de categorías, que dista mucho de ser exhaustiva, hace su labor de manera concienzuda. Lo que no se entiende es que los gestores una ciudad, su gobierno municipal, no realice la suya, que es la de velar por evitar que todo eso se lleve a cabo. La ecuación de la gestión en Melilla es: invertir, inaugurar y abandonar.
Para partir ese banco hace falta un golpe de gran magnitud. Lo más grave del caso es que esta zona es de acceso limitado. Solo se puede entrar a determinadas horas del día y por la noche es un recinto sin acceso. Estos bancos llevan así todo el verano. Quizá ni se arreglen, ¿para qué hacerlo?. ¿Para qué denunciar nada?. Esto es la Plaza de Armas de Melilla. Casi nadie viene hasta aquí.
y eso que se encuentra en la «zona cero» del turismo….
En la «zona cero» del turismo es en donde más destrozos hay. El mantenimiento brilla pero por su ausencia. Hay que ser muy bárbaro para reventar ese banco.
y muy pasota para no arreglar o cambiar el banco….