El espíritu de San Agustín del Real


                          La recuperación del espíritu del templo de San Agustín

      «Porque hay quienes están dentro, pero están fuera, y quienes estando fuera, están dentro». San Agustín

        En ocasiones es necesario regresar al principio para entender las cosas y los acontecimientos actuales. En enero de 1989, el párroco de San Agustín del Real culminó las reformas del templo, hechas a su imagen y semejanza. Se renovaron las cubiertas, se adelantó el altar casi hasta el centro de la nave, y se eliminaron todos los  exornos anteriores existentes. La iglesia estaba ya muy despajada tras la devastación iconoclasta, en la que llegaron a venderse las imágenes de los pasos procesionales de la parroquia. La aplicación ad litteram, de algunas ideas del Concilio Vaticano II, hicieron que los padres paúles, que tantos servicios ofrecieron a la ciudad, dejaran San Agustín como la iglesia de Lutero.

         Tras las reforma final de 1989,  quedó la imagen del Crucificado, pero rodeado de una montaña absurda de rocas. La de San Agustín quedó (por ser el titular de la parroquia), y el inviolable  Sagrario. La iglesia quedó tan vacía como una iglesia luterana tras esta última reforma. Las paredes quedaron desnudas y sin exorno alguno. También se rebajó la altura del techo, y se edificaron los salones parroquiales, en el solar contiguo. Para hacer esto, los padres paúles contaron con los copiosos donativos que aportaba la peregrinación al Cristo de Limpias, y también con la venta de algunos inmuebles donados por los fieles a lo largo de los años. El párroco titular era entonces Jesús Hurtado. Renovaron el aspecto del templo pero cambiaron su espíritu. La iglesia de San Agustín era una de las más ricas de Melilla, con amplias propiedades inmobiliarias donadas por los fieles del antiguo barrio obrero. En la actualidad posee dos manzanas completas en la calle del General Villalba.

                    El inicio del camino vivenciano del padre Hurtado

     A finales de la década de 1980, se había iniciado el «personal camino vivenciano» del sacerdote Paúl Jesús Hurtado Salazar, pero por aquel entonces nadie apreció ningún indicio de alarma. La abundante feligresía de la parroquia abandonó los muros del templo, entre otras cosas porque habían desaparecido casi todas las imágenes y altares donados por esos mismos fieles a lo largo de 6 décadas. El último golpe se asestó contra la imagen del Cristo de Limpias, que retiró el párroco Hurtado,  y sin saber muy bien qué hacer con el busto. Un sacerdote paúl, temeroso de que la imagen desapareciera para siempre, cogió el busto del afamado Cristo,  entregándolo a unos vecinos que vivían enfrente de la parroquia. Lo sacaron de la parroquia «como un ladrón en la noche». Durante dos décadas las comunidades vivencianas fueron las dueñas y señoras de todo lo que acontecía entre sus muros, a la altura incluso de los propios sacerdotes.

      Los santos fueron encerrados por décadas en una alacena, en donde me los mostró el padre paúl Gonzalo en el año 2007 ****. Le llamó la cárcel de los santos y así lo reflejé en un artículo de nombre homónimo. El escándalo fue considerable. Era la primera vez que aquello salía a la luz pública. La Diócesis intentaba recuperar el control sobre la Iglesia de San Agustín, cuya alma y espíritu estaba en manos del catecismo del padre Hurtado y de sus seguidores*, aunque ya fuera de los paúles y destinado en la diócesis de Granada. Todos los grupos de voluntarios catéquicos estaban compuestos por seguidores del sacerdote Jesús Hurtado, que mantuvieron la iglesia llena, pero fuera del espíritu diocesano.

      A finales del año 2011, el nuevo obispo de Málaga Jesús Catalá Ibañez destina por primera vez a un sacerdote diocesano a la parroquia de San Agustín, José Manuel González Ruíz **. Las ordenes son claras pero no se expresan: hay que acabar con la influencia de la desviación doctrinal de las comunidades vivencianas de Hurtado, labor en la que los padres paúles se habían visto incapaces. El nuevo párroco impondrá el Catecismo Diocesano, pero se desgastará en una guerra sorda y de la que muy pocas cosas saldrán  a la luz pública. Las comunidades quedaron prácticamente intactas y todavía están a la espera de su legalización eclesiástica. aunque parecen haber iniciado el lento camino del descenso y de la decadencia. El padre José Manuel tomó  algunas decisiones como sacar poco a poco las escondidas imágenes de los santos a la misma puerta de la iglesia, lo que causó alarma y escándalo entre los seguidores de las comunidades, que por primera vez sintieron como empezaban  a perder terreno espiritual.

             El peculiar culto de las comunidades vivencianas de Jesús Hurtado

       A remedo del «camino neocatecumenal», cuentan con un rito litúrgico propio, con oraciones y tiempos específicos. Las comunidades están extendidas por Granada, Almeria, Melilla y Jaén. Cuentan con página web, boletines de actividades y cartas anuales del Guía de las comunidades. textos, oraciones adecuadas para cada momento***, y responsables o legados en cada una de las provincias irradiadas.

                La restauración del Cristo de Limpias de San Agustín

      «Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos». Lucas 10, 3

              Hace un año llegó a la parroquia un nuevo sacerdote, Rafael López Cordero. ¿Su misión?. Devolver la parroquia a los fieles del barrio, a todos, y volver a transformar la imagen del templo, asemejándola a cualquier otra iglesia del culto católico romano. Para ello debe devolver las imágenes y los altares, en la medida de lo posible, al templo. La labor es ardua y por eso se encomienda la misión a un sacerdote joven, Hay que reformar el altar, transformar el espacio y devolver el espíritu diocesano al lugar del que no debió salir. Las imágenes están siendo restauradas y comienzan a salir de su escondrijo poco a poco.

            La imagen del Cristo de Limpias, la erradicada por Jesús Hurtado, es la piedra de toque de toda esta lucha. Recuperado el símbolo principal del templo, se envía un potente mensaje al otro lado de Las Alpujarras granadinas. Rafael López, cuanta con el apoyo de su obispo, y además se lo manifestó, oficiando una misa en su parroquia., 42 años después de la oficiada por monseñor Ángel Suquía en ese mismo lugar.

                   Las palabras de monseñor Catalá Ibañez

         Hay que volver a ellas, a la luz del conocimiento, para comprenderlas ya en todo su sentido: «todos están invitados al banquete de Cristo. El único alimento es la palabra de Dios (de la que solo es depositaria La Iglesia). Hay que escucharla con atención y obedecerla. Obediencia a la palabra, y servicio al Altar, a la mesa. Obediencia, reiteró en muchas ocasiones y con variados tonos.

         La interpretación es clara. El obispo de Málaga está detrás de su párroco, al que ha apoyado en persona, restaurando además el culto al Cristo de Limpias. Hay que devolver la parroquia a la feligresía del barrio. Este culto era un símbolo, que se recupera, 26 años después de su erradicación.

                  La profecía de Monseñor Suquía en San Agustín del Real

              Todo siempre tiene un precedente. La misa oficiada por Monseñor Catalá Ibañez el pasado 3 de noviembre de 2015 en la iglesia de San Agustín, tuvo un precedente, la oficiada en su despedida como obispo de la diócesis por monseñor Suquía (1969.1973) el día 20 de febrero de 1973. El oficio religioso se inició a las ocho de la tarde, y estuvo acompañado por el entonces Vicario Episcopal Salvador Guirado, el párroco de San Agustín Teófilo Ordoñez y los padres paúles Narciso González y José María Perez.

     Monseñor Suquía Goicoechea visitó todas las dependencias eclesiales de la ciudad y ofreció consejos pastorales en todos los centros que visitó, sin embargo, destaca la  advertencia realizada en San Agustín del Real, ahora que sabemos todo lo que iba a ocurrir allí, a partir de 1974, año en el que se suspendió la semana santa en Melilla.

        «Al igual que San Pablo advirtió a los Corintios, os digo que nos os dejéis engañar por las falsas doctrinas de aquellos que dicen ser discípulos de Jesucristo y no lo son. No os dejéis engañar, porque todo cristiano ha de ser mensajero de la verdad y de Jesucristo».

          «Aunque la jerarquía de la Iglesia no tiene competencias para resolver los problemas del mundo, no por ello pueden desentenderse los sacerdotes, ni los obispos, de los acuciantes problemas que nos rodean, ni de la justicia o de la injusticia que se practica en el mundo».

                  secedo- cessii- secessum (separar, cortar)

        La Iglesia es una comunidad, un cuerpo común, por lo que todo el que se aísla, se aparta, está creando una secta, un corte,  porque se está separando del resto. La palabra se utiliza solo en su sentido descriptivo. El sustantivo latino secta-ae, significa: principio de vida, norma de vida, modo de pensar. Este es el motivo por que todos estos grupos elaboran ritos propios, «catecismos», e incluso doctrina. Fuera de la iglesia no serían nada, pero se sitúan en el borde, sin enfrentarse abiertamente a ella, porque de otro modo, La Iglesia los convertiría en humo, en el tiempo en que se tarda en rezar un misterio del Rosario.

Notas: *   http://media.wix.com/ugd/460986_d243eb0a9f262543fa364398eca7d48d.pdf

**https://elalminardemelilla.com/2011/10/24/cambio-de-rumbo-en-la-iglesia-de-san-agustin/ .*** http://pepecerdan.wix.com/comunidades. **** https://elalminardemelilla.com/2012/01/29/la-carcel-de-los-santos-iglesia-del-real/

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