Melilla es una ciudad con un espacio urbano pequeño, relativamente controlable con cierta facilidad, sin embargo, se ve progresivamente aumentar el nivel de entropía o desorden en sus barrios y calles. Las inversiones en las calles no duran lo suficiente, o no dan el resultado esperados, pese a que son cien millonarias. La inversión en limpieza es elevadísima, es el gran contrato de Melilla, y nunca acaban de estar las cosas en estado óptimo. Habría que aumentar el gasto en personal y reducir el de maquinaria de limpieza, que no ofrece un resultado satisfactorio. Habría que buscar un tipo de contrato de limpieza que se adapte a las necesidades de la ciudad.
También hay que llevar a cabo campañas de concienciación y sancionar los comportamientos incívicos, que se ven en un mayor grado en esta ciudad, que en ninguna otra. Nadie arrojaría un envoltorio de helado al suelo en el centro de Madríd, Málaga o Sevilla, sin embargo sí parece un comportamiento admisible en nuestra ciudad, como el lanzar latas de refrescos desde el coche, colillas de cigarros, o envases de patatas y de rufitos. Solo un 20% de los dueños de canes recogen los excrementos generados por sus mascotas. Gestionar una ciudad también es esto, y no solo aprobar el reglamento correspondiente. Una placa oxidada de denominación de calle, no puede estar en estado de descomposición durante años, habiéndose colocado las nuevas recientemente.
Ha aumentando la inseguridad, y también la sensación de la misma. A menudo es imposible encontrar una papelera cercana, porque las antaño existentes han ardido o van camino de la fundición de Taouima. Han vuelto los asaltos a los vehículos, para robar cualquier cosa que hala dentro y puede ser revendida. En todas las ciudades hay botellones, pero los restos no pueden permanecer sin recoger hasta más allá del mediodía.
Falta gestión organizada y atenta, falta mantenimiento y también conciencia ciudadana.
Falta supervisor que supervise (además de supervisor que supervise al supervisor, pero a ese no le duelen prendas en la Taberna). Alguien, más de uno, en el contrato de limpieza o en los planes de empleo que se juegue su puesto de trabajo si hay la más mínima queja si la gente no hace su trabajo. Despido fulminante, verás cómo se ponía la gente las pilas
Muy cerca de la llamada «Manzana de Oro» del Modernismo melillense, calle Lope de Vega, se encuentra un solar, que desde hace meses es un VERTEDERO / BASURERO, a la entrada del solar le falta desde hace más de una año la tapadera de la alcantarilla…. cubierta con un cubo de pintura.
Es un propiedad privada, pero las Administraciones tienen medios para evitar ese BASURERO en pleno centro.
https://laotramelilla.blogspot.com/2021/09/solar-vertedero-basurero-en-lope-de-vega.html