El herrerillo africano o canario es una especie residente en el Norte de África y Canarias, de ahí sus dos nombres. Es muy parecido al herrerillo común, que puede encontrarse en la península ibérica. Es un ave sedentaria que no realiza desplazamientos largos, por lo que puede considerarse un ave establecida en Melilla. En las Islas Canarias existen varias subespecies del herrerillo africano, y se la considera una ave en vías de extinción en algunas de las islas, debido a la expansión del medio urbano.
Fotografiar aves » a quemarropa» es algo difícil, porque los pájaros se mueven constantemente. Apenas hay tiempo para sacar la cámara con cuidado, enfocar el objetivo y disparar. El otro modo es el que podríamos denominar como «Rodríguez de la Fuente«, que sería determinar un punto de observación, una zarza, arbusto o árbol, mimetizarse con el paisaje y esperar una o varias horas a que las aves se vayan posando y desapareciendo.
Melilla es territorio de aves, unas residentes y otras de paso. Todas muy hermosas y variadas. Merece la pena dedicar algunos minutos a observarlas, a distinguirlas y a clasificarlas. Este es uno de los motivos por que debería tratarse mejor a nuestros árboles, y establecer un calendario de podas, que respete las épocas de reproducción y nidificación. Esta diversidad de fauna arbórea lo merece. En este caso hemos fotografiado un carbonero, que es un ave muy similar y que también anida en nuestros parque, el Lobera en este caso.