The day after
Solo queda la imagen de la desolación, de lo que sorprende. Es difícil describir lo que se siente y lo que se piensa sobre lo sucedido. No puede describirlo el que lo contempla, y no puede explicarlo quien lo ha perpetrado. Las imágenes transmiten por sí mismas y cada uno podrá pensar lo que quiera. Queda aquí para siempre, un antes y un después, con solo un año de diferencia. Los medios de comunicación de la ciudad, Melilla Hoy y Faro nos han dado espacio y «la fechoría» ha quedado también plasmada en la prensa. Se lo agradecemos a ambos.
Así ya todo queda fijado. Durante esta semana nos hemos cruzado con decenas de personas en esta calle. Nadie decía nada, miraban los árboles y el ánimo quedaba preso de la incredulidad y del espanto. Las miradas se cruzaban y transmitían complicidad. Quien haya querido transmitir temor, no lo ha conseguido. Lo que sí han sembrado en muchos espíritus con esta acción, son sentimientos muy diferentes y contrarios a lo pretendido. Esta acción y sus imágenes, les perseguirá siempre.