Historia de la Gran Superficie comercial de Melilla
¿Cómo explicar a alguien, que los mismos intereses económicos y políticos que impidieron hace 20 años la construcción de una Gran Superficie comercial, la promueven dos décadas después?. Los dueños de las firmas comerciales de las grandes superficies , y de las cadenas de distribución de productos alimenticios se encuentran entre las 100 personas más ricas de España. Unos millones más o menos no van a hacer menguar sus fortunas o no se acrecentarán de manera significativa. La clave sigue siendo otra.
El Ministerio de Defensa cedió en 1999 los terrenos en los que se asentaba el acuartelamiento de Valenzuela, mediante Convenio escrito y firmado con la Ciudad Autónoma y cuyas condiciones se publicaron en el Boletín Oficial de Melilla. Los 56000 m2 debían estar destinados a la construcción de viviendas VPO y otras dotaciones urbanas, como parques ozonas colectivas.
La parcela fue sacada en subasta publica hasta agotar las dos convocatorias exigidas por La Ley y quedar todo expedito, tras no presentarse ningún licitante, para la adjudicación del terreno (hasta eso momento calificado como urbano), mediante el procedimiento de asignación directa, secreta y sin publicidad alguna. Esto sucede en 2005 cuando la parcela se adjudica a la nueva firma Nueva Melilla y Asociados, que era la suma de Nueva Melilla y Asfaltos Melilla, cuyos propietarios compraron la parcela urbana de 56000 m2 por la cantidad de 2.800.000€. Tras ser recalificada de urbana a industrial entre 2005 y 2007, la parcela fue vendida a la firma Tres Forcas Capital por la cantidad de 15. 600. 000€., pero segregando antes una parcela de 6000 m².
Ni el Mº de Defensa titular primitivo de la parcela, ni la Delegación del Gobierno, formularon objeción alguna (pese a existir un convenio) mientras que una simple compra o venta de viviendas entre particulares, debe ser autorizada por la firma de la propia Delegación.
Veinte años después
Todas las cosas que se dijeron entonces para impedir el establecimiento de la gran superficie comercial no ha resultado ciertas, como la desaparición del comercio tradicional melillense. También hay que decir que fue una poco transparente operación del gobierno del entonces mandatario Ignacio Velázquez. Las grandes superficies y la renovación del comercio tradicional son una realidad en toda la península desde hace dos décadas. No se puede luchar contra estos «templos del consumo», ni impedir su aparición. Existe una alternativa que es la del consumo consciente y la del comercio solidario, pero camina por otras sendas. En realidad, las grandes superficies solo crean empleo precario y estacional, y enriquecen únicamente a los que las promueven, a los distribuidores y a los transportistas de la mercancia. Va a ser una gran negocio, pero solo para unos pocos. Sin embargo, no fueron estas las razones por las que se impidió su establecimiento en 1996. No sabemos las razones por las que se facilita ahora.
Ubicada en los terrenos de Valenzuela, un área urbana muy saturada, con dificultoso acceso rodado, sin viales de comunicación adecuados, y con la principal frontera de la ciudad y su «comercio atípico» en las inmediaciones, puede crear muy grandes problemas a una zona ya muy complicada.