Cabalgata y fin de fiestas


      La afluencia ciudadana al centro de Melilla para ver la Cabalgata de los Reyes Magos fue de las mayores que se recuerdan. La tarde muy templada, sin la más leve brisa de aire que incomodase el desarrollo de la misma. La mezcla de población cristiana y musulmana otorgan a esta cabalgata un carácter único, que si fuese aprovechado, convertiría este acontecimiento anual, en uno de los más originales del país. Melilla reúne condiciones únicas para la Cabalgata de Reyes. Sin embargo, la realidad es que o falta imaginación, o voluntad, o hay una situación de incapacidad en la gestión de un gobierno local que ya no da más de sí, pese a que la cabalgata estuvo bien organizada y transcurrió sin incidentes.

     La Cabalgata de 2017 estuvo bien, pero casi sin nada que destacar por encima del resto de los elementos que la integraban. La composición poblacional de Melilla recuerda la original de Palestina en el siglo I, en el que los ciudadanos de origen peninsular desempeñarían el papel de los romanos (rumíes). Esto quiero decir que en la cabalgata melillense podrían destacarse los elementos culturales y sociales de las tres culturas representadas en la época del nacimiento y visitas de los Reyes Magos de Oriente, procedentes probablemente de Persia. Es verdad también que el islam todavía no existía, pero la población palestina no judía sí estaba presente en la zona. Nada de esto aparece en nuestro desfile mágico. Hay demasiado elemento Disney, aunque a los niños nada de eso les importe, porque ellos están inmersos en su mundo de fantasía e ilusión.

      El camión de los bomberos fue una sorpresa, pero es una idea a desarrollar para el desfile de carnaval. El tren turístico podría haber estado lleno de pastorcillos palestinos, los protagonistas de Belén y del nacimiento que transformó el mundo conocido. Los desfiles y sus contenidos no deben mezclarse. Todo parece muy dirigido desde arriba, sin dar oportunidad a la participación y a la colaboración. El ambiente ciudadano merece un 10, pero creo que todos esperan algo más. Las niñas de las Escuelas de Gimnasia Rítmica y Municipal de Danza cubrieron todos los huecos, entre carrozas y delante de los Reyes Magos, muy satisfactoriamente.

 

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7 comentarios en “Cabalgata y fin de fiestas

  1. Todo desfile ciudadano supone (con y para la ciudadanía, al tiempo) un termómetro perfecto para saber «quién eres». Y aquí no se es menos. Sin la respiración artificial que suponen unos asistidos presupuestos a despilfarrar cada año, las bombillas habría que ponerlas con mecheros. El mercado medieval, la propia feria, reyes y cabalgata presciden del tejido social y se basan en «esto es lo que hay». A veces «hay más» (se hacen más modificados de presupuestos, más contratación menor…) y se trae de fuera lo que aquí ni se quiere ni se sabe estimular. Y otras hay menos. Y entonces nos vemos en una cabalgata donde hay un coche de bomberos (habría que ver el papelón en una desgracia coincidente en otro sitio) y después un montón de niñas divididas en varios grupos para parecer más. Niñas por cierto de un movimiento (cultural-practicante) que no asiste al 60 o 70% de la infancia melillense. Es la oligarquía cultural, proyectada sobre los menores, que también existe. Y que como todo, el desgobierno gusta mantener así en esta ciudad que tienen y tenemos rota.

  2. No mezclamos nunca temas. Somos muy cuidadosos en eso. Polimputados o polinvestigados, según la nueva terminología, no han sido juzgados y por tanto ni siquiera condenados. Rige pues la presunción de inocencia. No viene al caso y aconsejo no acercarse a los límites que imperan en El Alminar. Como ya has intuido….no supera «el lápiz».

  3. El comentario suprimido no contenía nada que excediese el límite de la libertad de expresión, pero sí desviaba el tema propuesto hacia horizontes no propuestos. Sentimos tener que hacerlo, pero nuestro deber es mantener a salvo El Alminar.
    El ambiente se tornará muy hostil conforme vaya avanzando el año y se acerque el nuevo periodo electoral, en el que se juegan todo, incluso la propia existencia del entramado actual.

  4. No hay problema.

    Estaba leyendo noticias de diferentes puntos de España. Me llamaba la atención que exista esa normalidad para, por ejemplo, mover las «tradiciones» de fecha. A un día anterior, cabalgata el 4, por amemaza creíble de lluvia y temporal. Días antes, las asociaciones del pueblo, las que hubiera en cada caso fueran 2 o 20, se reunieron y pusieron sus cuitas en común. Veían qué era mejor y peor. El esfuerzo de todos, cada uno con su pedazo, con su carroza confeccionado con sus manos e ilusión, salía a la palestra. Una fiesta cuidada por los vecinos, programada de lejos, implicados. Una fiesta de la gente.
    Salió mejor, salió peor…la gente tuvo SU cabalgata.

    En Melilla, todo sale de la mesa de los sumos manejadores del dinero (millonadas) público, que les es ajeno y hacen cosas que nos son ajenas. Sea un espectáculo usar y tirar en Plaza de las ¿Culturas? o una efímera cabalgata. Pasa, se ve por una parte de la población y se va. No deja nada en lo que somos. Ciudad de escaparate y apariencia.

    Sí parecía que podía añadirse algo más.

  5. El video que colocaron en las pantallas antes de la llegada de los reyes magos, un amplio resumen de los actos navideños, sólo le faltó terminar con el logo del partido en el gobierno; no faltó en el video el Presidente en el belén y en un acto hebreo…. Melilla ciudad de Dioses….

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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