Julio Anguita, un comunista en Melilla


           Nunca un secretario general del Partido Comunista de España en ejercicio había visitado la ciudad de Melilla. El primero y hasta ahora el único, fue Julio Anguita, que visitó la ciudad el 4 de diciembre de 1995, siendo entonces diputado del Congreso dentro de la formación política de Izquierda Unida. En el mismo mes, y casi en el mismo día, pero 8 años después, visitó también la ciudad otro secretario general del PCE, pero este histórico, Santiago Carillo Solares.

              En 1994, por desplazamiento en las listas electorales, Abdelkader Mohamed Alí se convirtió en el primer diputado melillense del Parlamento Europeo. La izquierda clásica, ha tenido escasa perspectiva en la ciudad, pese a que siempre ha tenido una notoria presencia y actividad en la ciudad. No solo Carrillo o Anguita, sino también Gerardo Iglesias, fueron destacados líderes comunistas y de capital importancia en la política española.

                 Santiago Carrillo desplazó a los comunistas españoles desde el estalinismo más puro, hasta el eurocomunismo, adelantándose incluso al poderoso partido comunista de Francia. Sin embargo, por razones históricas y políticas, el partido comunista fue diluyéndose, hasta que encontró el amparo bajo la asépticas siglas de IU. Allí encontró una nueva etapa en la que prolongar su vida política. Resulta paradójico que en España la condición de «comunista» tenga una fuerte carga de insulto y acusación política todavía, mientras que Falange, cuya implicación en la represión franquista y en siniestros crímenes, está fuera de toda duda, puede seguir presentándose como tal, a las elecciones Generales y Europeas. Aun hoy en día, se llama peyorativamente comunistas a quienes no lo son, como a la formación morada de Podemos, desde la derecha y ultraderecha de VOX, que sí es franquista.

                  A Julio Anguita y su célebre «programa, programa, programa», le correspondió vérselas con los gobiernos socialistas de González (1988-1999), con el estallido de la corrupción de Estado, y con el siniestro periodo de los GAL o guerra sucia del Estado contra la organización terrorista ETA, en su etapa más despiadada. Luego llegó la célebre acusación de la pinza, que provenía de un partido socialista incapaz de analizar sus propias errores, y que acusaba a Izquierda Unida de hacer frente al PSOE, junto a la hosca derecha aznarista.

                   A Julio Anguita le debemos los melillenses y ceutíes una cosa, y es el abandono de la tesis tradicional de la izquierda sobre las ciudades norteafricanas, que explicitaba la «retrocesión» a Marruecos de ambos territorios. Este hecho permitió la posibilidad de equiparar las tesis de izquierdas en ambas ciudades, junto con las del resto del país. Ese fue el motivo de su histórica visita de 1995., en la que fue recibida por el entonces máximo dirigente de IU Melilla, Abdelkader Mohamed, que también abandonaría la formación en 1997. La existencia de una izquierda más allá del socialismo, siempre es difícil y comprometida. No solo en Melilla. Anguita abrió la puerta para que otros dirigentes de izquierdas visitasen la ciudad, como Isabelo Herrero, presidente de Izquierda Republicana, que concurrió a las elecciones con sus propias siglas en 2003.                         ¡ Que tu reposo sea apacible, camarada Julio Anguita !

 

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6 comentarios en “Julio Anguita, un comunista en Melilla

  1. No abandonó nunca su interés por la política, y además de los problemas de salud había tenido que superar la muerte de su hijo, no ha podido más. Un político noble con sus pensamientos, para mí una persona íntegra como pocos. Hay una máxima de El Alminar: Toda alma probará el sabor de la muerte. Descanse en paz.

  2. Descanse en paz Don Julio Anguita.
    Siendo Alcalde de Córdoba, me procuró dos años de rehabilitación en el Hospital General de Córdoba. 1981 y 1982. Interesándose continuamente por mi salud.

  3. Una cosa previa es posible que mis palabras suenen inmisericordes ante un fallecido. Creo que ningún ser humano es una isla y por lo tanto todo lo que le ocurra a uno le importa al resto de la humanidad. Reconozco el dolor de la familia y el resto de los deudos, pero me niego a incluir en el santoral a Don Julio, a cerrar los ojos ante quien contribuyó a hundir en la miseria a la izquierda española, es cierto que no es sólo responsabilidad suya tanto como que su contribución fue trascendental. Lo que sigue no son opiniones en los personal, sino a lo publico.
    Alguien, arriba a mencionado la muerte de su hijo Julio Anguita Parrado, por supuesto un golpe, sin duda, pero está muerte sirve para explicar de forma simbolica el papel de Julio Padre en la vida política e institucional del País. Julio hijo, tuvo una carrera profesional impactante dentro del periodismo actual, nada de trabajo becario, nada de tener que trasladarse a Melilla para buscarse la vida por una miseria en el Faro y luego volver a empezar en una aldea gallega. Término la carrera y le cayó la corresponsalia en Nueva York, participó en la guerra del golfo tras un curso de adaptación con el ejercito invasor, el de los Estado Unidos dentro del cual ejerció como «incrustado», formula aplicable a los escogidos periodistas que iban con las unidades invasoras, murió en el bombardeo a un acuertelamiento USA. Sus restos fueron recibidos con honores de estado. En esas mismas fechas y en otra zona del país ocupado, moría José Couso, cámara televisivo, el como otros periodistas cubrían el conflicto a cuerpo abierto, murió de un proyectil disparado desde un tanque americano, con otro periodista. No hubo recibimiento de estado, su familia aún hoy 17 años después lucha contra el asesinato y la ignominia. La indolencia del Estado España.
    Julio Anguita Parrado, era periodista de el periodico neoconservador El Mundo. Su carrera comenzó a brillar en el casoplón del entonces amo y señor del diario Pedro José Ramíres, cuando reunió al lider de la oposición de Izquierda, Julio Anguita, con el hombre que había logra unir a las derechas españolas, desde la extrema derecha a la exigua democracía cristiana, José María Aznar. Si Pedro José con el regalo que hizo a los contertulios, La Caída del Imperio Romano de Gibbon, un clásico su mente estaba más bien en Grecia, la Grecia actual. En concreto en la palabra κάθαρση,khátharsis, purificación, la alianza entre comunistas y derecha para acabar con el gobierno socialdemocrata de Papandreu.
    La alianza era vital para el lider conservador que para Anguita. Su bronca oposición a González, unía a la izquierda aún a la disconforme en torno al sevillano frente a la amenaza de una derecha bronca y ultra, Anguita podría contribuir a limpiar la imagen de esa derecha y así lo hizo. Fue la pinza. Que existió, vaya sí existió, pero para la izquierda fue mortal. si bien el PSOE terminó dejando el gobierno supo aprovechar la ocurrencia de Anguita. No toda IU estaba con él, sólo el comunismo ortodoxo que de un lado decían defender el Frente Popular, cuando en realidad defendian el Frente Único, la política de las dos orillas. Teóricamente se trata de desemascarar el pérfido caracter de los socialistas ante sus bases para que estas se pasen a la política correcta, la comunista. De ahí las broncas de Anguita al electorado socialista que no se pasaba en masas al programa, programa,programa correcto porque era cierto, como el leninismo para Stalín. Eso se ensayó en la República de Weimar, cuando los comunistas apoyaban las maniobras de los nazis para hacerse con el poder, cuando reaccionaron ya estaban haciendo imaginarias en Dachau. En IU hubo quienes reaccionaron en contra algunos porque ya tenían plaza en el PSOE, otros porque el electorado de izquierda comenzaba a desencantarse, otra vez, ni PSOE pero tampoco IU. Así fue tras un buen repunte electoral IU volvía a la miseria. Sólo Anguita Parrando sacó beneficio y ¡maldita guerra! por poco tiempo.
    Dice Hospitalario que Anguita fue un ariete contra el GAL. Bueno, cuando el ariete se puso en marcha el GAL estaba desactivado y buena parte de sus componentes en la trena. Cuando el GAL mataba (1983-1987), Pedro José Ramírez aplaudia desde ABC, Manuel Fraga, lider de AP (antecedente del PP) miraba hacía otro lado y el PCE (aún no existía IU) estaba demasiado pendiente con su crisis y el próximo referemdum por la salida de la OTAN. Sólo un pequeño grupo de abogados de izquierda independiente mantenian el frente abierto contra el terrorismo de Estado. En 1989 despedido de Diario 16, Pedro José descubrió que el caso Juan Guerra no daba para más contra el PSOE y comprobó el interés de los artículos de Arqués y Urrutxurtu sobre el GAL en Deia y comenzó a publicar sobre ello en el recien nacido El Mundo, eso así a su manera, sensacionalista, dando voz a los asesinos para que negociaran su status con jueces y fiscales «amigos» y «residentes en la derecha», jueces estrella o a agentes del CESID pagados por millonarios corruptos como Mario Conde. Ese fue el ámbiente de la pinza en la que funcionó Anguita. No marcó distancia con esta charca, chapoteó en ella con gusto.
    Menciona Hospitalario la visita de Anguita a Melilla, pues recuerdese en extesión, en Melilla hoy se recogia con gran despliegue las alabanzas de Anguita al ejercito, como parte esencial de su discurso en la localidad. Recordará, sin duda, Hospitalario que aún no había puesto los pies Anguita en la Peninsula, cuando un destacamento legionario, abandonó en formación el cuartel para realizar una razzia en el Barrio de los Cuernos por aquello de celos por una lumís o una grifa mal cortá. El destacamento contaba con la anuencia de Comandancia en aquellos momentos dirigida por el antiguo responsable del Tercio. Cosas del destino.
    Dice que Anguita cambió la consideración de «residuo colonial» de Ceuta y Melilla, artículo 30 del Manifiesto Programa del PCE antiguo, lamento defraudarle, Anguita habló de IU en generico, el PCE y por extensión IU ha dado al respecto más vueltas que una noria, dependiendo de las reales o hipotéticas posibilidades electorales en las dos ciudades. Al día de hoy se mantiene. Cosas de la memoria roja. Julio dijo en Melilla, lo que entendia que los melillenses querian oir.
    Fue una persona egolatrá, narcisista hasta el ridiculo, recuerdese aquella anecdota que él citaba con altivez, careció de sentido del humos, mirense sus sonrisa, sólo son de complacencia ante su propia brillantes, pues decía que citaba como ayudó en la Alameda Hercules de Sevilla a una prostituta a punta de pistola, hubo una época en la que como Abascal hoy presumia de pipa bajo el alero. De Abascal se espera de un comunista como que no. Sectario, modernizador de los mitos del comunismo, lo arriba mencionado del Frente Único, en las últimas elecciones de González que ganó por minoría y se hablo de gobernar con IU, le mando 21 condiciones, 21, como las que Lenin pretendió imponer a los sectores socialdemocrata simpatizantes del comunismo, al bolchevique le costó que muchos simpatizantes se le alejaran a Julio que Gonzalez pudiera adoptar a los nacionalismos perifericos sin criticas por la izquierda.
    Anguita no se apartó de la política por problemas del corazón, la enfermedad unió a sus cobardes pares, los valientes ya estaban fuera de la organización, para los idus de marzo, el los amenzó desde el lecho del dolor con sacar a relucir los documentos internos de IU, él hundio IU y el PCE pero no sólo.
    Lamento su muerte como la de cualquier ser humano, pero me niego en rotundo a su santificación. Siento la chapa pero que sepaís que me no menciono por abuso de espacio, cosas como Anguita y el feminismo, Anguita y el republicanismo o la memoria histórica, Anguita y los nacionalismos perifericos y otras tantas. Para escribir el Espasa del desproposito.

  4. Decía Voltaire, aunque hoy probablemente no podría publicar, que: «Con los vivos contemplaciones, con los muertos la verdad». Mi experiencia con el PCE fue siempre la de un partido muy hermético, duro en el trato político, y bastante desconfianza interna. A la menor discrepancia estabas fuera.
    Fue un partido fundamental en la transición y en el proceso de conservar la legitimidad democrática asaltada por Franco, le pese a quien le pese. Sin legalización del PCE, no hubiese sido posible la Transición democrática en España.
    Las incoherencias existen en cualquier biografía, incluidas las de los santos, ya que han sido mencionados. El problema lo tendrían ahora quienes intentasen, si hubiese alguien capaz de ello, retomar el discurso del régimen del 78 y los partidos de la casta.
    En política, la verdad no existe, solo el discurso útil.

  5. Era un gran estadista. Una mentalidad brillante y muy preparado. Ya no hay muchos políticos como Anguita. Toda comparación con Pablo Iglesias sería una grosería. DEP.

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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