En la costa de los volcanes
La actual serie se inició el pasado 17 de abril con 4 seísmos consecutivos, tres de 3,1M, y el principal de 3,8M. La secuencia fue de 3,1-3,8-3,1 y 3,1, con intensidades de II y III. Se cumple la norma del movimiento lanzador, el principal y las réplicas posteriores. En los siguientes días se sucedieron otros 8 movimientos de una magnitud media de 3M, y una profundidad que oscilaba entre los 2 y los 27 km. Todo esto es normal, porque el 70% de los terremotos ocurren a menos de 70 km de profundidad. Las zonas más frágiles de la corteza terrestre son las más inmediatas a la superficie, por lo que la frecuencia de los terremotos es inversamente proporcional a su profundidad. El 28 de abril se produjo otro movimiento sísmico de 4M e intensidad tres, precedido solo en unas horas por otro de 3M, a solo 5 km de la superficie. Según un amigo sabio y experto en terremotos, «las series sísmicas son muy frecuentes en el Mar de Alborán».
En solo un mes se han producido tres movimientos sísmicos de magnitud similar (3,8 a 4,1) e igual intensidad. Todos localizados en la zona de Alborán Sur, frente a la localidad marroquí de Alhucemas. En total 21 movimientos registrados hasta la madrugada del pasado domingo, a los que hay que añadir otros 8, que pueden incluirse dentro de la serie sísmica actual. En algún caso la profundidad del epicentro se sitúa a solo 1 km de profundidad y un máximo de 18. Esa es la franja de profundidad en la que se están produciendo los actuales movimientos (1-29), y en una posición geográfica media de 35.4360º de Latitud y –3,6400 de Longitud. Parece pues una zona o foco muy determinado.
¿Cuánto puede durar una serie sísmica? Es imposible determinarlo, pero oscila entres días, semanas o meses. La actual parece que tiene una magnitud mínima de 1,9 y una máxima de 4,1. En el último año, los terremotos en el entorno del sur peninsular y el norte africano, han alcanzado un máximo de 4,4 en Santa Fe de Granada el 26 de enero, y el actual de 4,1 sobre la ciudad de Alhucemas (Alborán Sur) y en dirección oblicua sobre Melilla, a unos 65 km de distancia. En los terremotos importa también la distancia a la que se producen y la dirección y propagación de los ondas sísmicas, según que tipo de terreno atraviesen, blando o duro.
El Cabo Tres Forcas es una antigua costa volcánica con origen en el macizo del Gurugú y que acaba en la punta del mismo cabo, en lo que llamamos farallones, y que no es otra que el resto de la cresta de un cono volcánico. Según un viejo libro geológico, en la década de 1940 todavía se distinguían los restos de dos pequeños conos volcánicos dentro del territorio melillense. La alteración humana para áridos y materiales de construcción, así como la explanación de terrenos, ha hecho desaparecer ese resto geológico. Las coladas de lava corrían desde el macizo del Gurugú y desde las laderas de Farhana, hacia Melilla y la costa. Según el autor del libro, Alfredo San Miguel, se podía distinguir el resto de una colada sobre el cerro de Hidúm. Todo el entorno melillense está lleno de bombas de basalto. Toda esta actividad volcánica, de la que no hay registros, puedo acabar hace unos 5 millones de años.
¿Qué sostiene una montaña? Unas se apoyan en placas de roca dura, otras se apoyan en raíces corticales que penetran profundamente en el manto. ¿Sirve de parapeto el gran macizo de Tres Forcas a Melilla, situada en la base opuesta al foco sísmico activo? Todavía es pronto para decir si la actual serie sísmica está en fase decreciente, aunque parece que tenemos un límite mínimo y máximo.
Fuente: Instituto Geográfico Nacional
Interesante información que desconocía por completo. No por eso menos preocupante.