El Flagelado: 80º aniversario de una cofradía


Procesión extraordinaria del Flagelado de Batería Jota

Se cumplen XXV años de la adquisición y tallado de la nueva imagen del Flagelado de Batería Jota, hecho que se conmemora con una procesión extraordinaria del titular de la Cofradía. Para ello, fue trasladado la semana pasada al templo Arciprestal de la ciudad, cuya guardia y custodia procesional, está encomendada al Tercio Gran Capitán, I de La Legión.

Esta mañana, al transitar junto a la iglesia del Sagrado Corazón, se oían gritos estremecedores, y el estruendo metálico de los fusiles cetme. Al entrar en la nave, contemplamos una imagen insólita y también única: Los gastadores de La Legión, ensayaban los pasos y movimientos (con sus uniformes de guerra) con el que custodiarán la imagen sagrada del Flagelado, de la que son Hermanos Mayores Honorarios. En los ensayos todo es más puro, más directo.

De la iconoclastia a la refundación

En apenas un mes, se cumplirán 80 años de la fundación de la cofradía del Flagelado (27/11/1942)*, y mañana se conmemoran los 25 años de la nueva imagen, que sustituyó a la anterior, de los talleres de Olot, que fue la única que pudo salvarse del periodo iconoclasta de Melilla (1974-1988), iniciado con la suspensión de la Semana Santa (por motivos infundados), dictada por el entonces vicario episcopal, luego secularizado, Salvador Guirado. La iconoclastia, o devastación completa de los templos melillenses, con la liquidación de todo el patrimonio de las cofradías, y del interior de las iglesias, concluyó con otro hecho aciago en 1988, cuando el sacerdote Jesús Hurtado, fulminó en la iglesia de san Agustín, el culto al Cristo de Limpias, el más popular e intenso de toda la historia religiosa de la ciudad. Todo fue destrozado, o vendido y enajenado, sin que todavía se sepan muchas cosas.

La parroquia de la Medalla Milagrosa en Batería Jota, albergó también otro culto muy popular, el de los lunes de San Nicolás, que también fue interrumpido y tabicada su capilla y altar, que no volvería a aparecer, hasta las obras de 1993*, realizadas por el padre capuchino Jesús Cortijosa, al que muchos consideran como el salvador de este importante templo. Él fue el que restauró las imágenes, los cultos desaparecidos, y el que promovió la compra y restauración de otras imágenes nuevas, como la que ahora se conmemora, la del Flagelado. En marzo de 1992* procesionaron por primera vez, una de las nuevas imágenes. Se sustituyeron todas, la del Resucitado y la de Ntra. Sra. del Mayor Dolor, custodiada ahora en el Museo de La Legión.

Notas: * Presencia de la Iglesia católica en Melilla, José Luis Blasco.

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