Paso del Estrecho en Melila


      

             En Melilla empieza a ser difícil distinguir la realidad de la propaganda, el proyecto del simple deseo o la intención. Este año se barrunta muy problemático con respecto a la la «operación tránsito o paso del Estrecho» de los inmigrantes marroquíes que trabajan en Europa, y que regresan a Marruecos en las vacaciones de verano. Desde el año pasado, el mes de Ramadán o del ayuno está coincidiendo en los meses de verano. El presente año se inicia el día 20 de julio y finaliza el 19 de agosto, lo que sin duda aumentará la presión, y pondrá a prueba  las infraestructuras melillenses.

      Nuestra flamante y ultramoderna Estación Marítima, en donde no hay un solo local comercial digno de tal nombre, puede verse seriamente colapsada en los días álgidos, tanto los de la llegada de los inmigrantes,  como en los días del regreso. Hay un factor nuevo y es que este año, las compañías marroquíes Ferrimaroc, Comanav y Comarit no podrán contribuir al transporte de viajeros, al haber quebrado todas las navieras, o la misma, que eso nunca se sabe.

                     Área de descanso para marroquíes

     La frontera entre España y Marruecos suele estar saturada casi siempre, pero como ya hemos escrito, este año se han sumado varios factores que contribuirán al previsible endurecimiento de las condiciones para pasar la frontera. La Autoridad Portuaria lleva dos meses intuyendo lo que se les viene encima, con una Estación Marítima con un solo atraque adaptado para Ferrys. Si hay que doblar viajes y con centenares de personas esperando en las inmediaciones, las situaciones, incluso para el tránsito normal del Puerto, pueden llegar a ser difícilmente imaginables.

                 Área de descanso en el  Cuartel de Valenzuela

         En días pasados creí leer, que la Autoridad Portuaria estaba pensando en crear un área de descanso para los marroquíes en tránsito en la zona del antiguo cuartel de Valenzuela (el de la gran superficie comercial), junto a los pocos restos de la antigua posada del «Cabo Moreno». No me lo podía creer. No sé si fue solo una mala lectura, o alguien que expresó una idea sin haberla pasado antes por el cajón del pensamiento. Aquel lugar es terrible, una plancha hirviente sin un solo m² de sombra. Sin acceso rodado suficiente, sin zonas de aparcamientos, sin acondicionamientos de ningún tipo. En definitiva, un descampado inmisericorde.

        Eso sí, cuenta ya con una zona comercial muy pujante y con el área de restauración a pleno rendimiento. En nuestra Estación Marítima no encuentra uno donde sentarse, pero se puede comprar un excelente coche mientras pasa el rato. El otro día Promesa (Proyecto Melilla) o la Consejería de Fomento, se preguntaban  as sí mismos, acerca del misterio de que nadie alquile los locales comerciales disponibles, y perfectamente acondicionados. Nosotros tampoco tenemos una idea clara, aunque nos dicen, que los precios de los alquileres son exagerados y las condiciones leoninas. La Autoridad Portuaria se reserva el derecho de modificar las condiciones del contrato o de no renovarlo en cualquier instante.

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Silencio sobre un fuerte español


          Como dijera San José Mª Escrivá de Balaguer: «Bendita la perseverancia del borrico en la noria». Cuando hicimos la primera entrada sobre el hallazgo de lo que pudieran ser los restos del Fuerte de San Miguel el pasado 11 de abril (https://elalminardemelilla.com/2012/04/11/hallazgo-en-el-fuerte-de-san-miguel/), nunca imaginamos que casi dos meses después, nadie fuese capaz de expresar la más mínima opinión sobre este hallazgo, sea importante o no. Lo peor es que el futuro Centro Tecnológico de Melilla lleva dos meses paralizado, y en los medios de comunicación de Melilla no se ha publicado ni una solo línea, información u opinión, ni sobre lo aparecido, ni sobre la paralización de los obras. La Ley Mordaza impone un cerco de hierro impenetrable.

          La información circula en redes sociales, en blogs, en «petit comité», o si uno es afortunado y tiene contactos, un pequeño soplo suele ayudar bastante para orientar las indagaciones. Para tranquilidad de «la nomenclatura» diré que hasta El Alminar ya se atreve a acercarse cada vez menos gente. Las consignas de guerra están funcionado: «No vayas allí que te lían.., ten cuidado con acercarte a.., lo manipulan todo.., la verdad nunca está ahí fuera.., se vive mejor entre las paredes de la nomenclatura.., el invierno llega y es frío.., tened cuidado y cerrad todo para que no puedan fisgar..».

      No da igual. Tenemos todos fotografiado. Existen nuestros gargantas profundas. Hay gente que nos envía cosas a través de mails absolutamente anónimos. Hay paredes que no tienen puertas, casas que no tienen tejado, puertas que no tienen paredes y somos como el agua, siempre nos abrimos paso. Corremos riesgos en busca de nuestros objetivos, nos arrastramos por el lodo si es necesario, o nos subimos a alturas inverosímiles. Hasta ahora la fortuna está de nuestro lado, nos protege y sobre todo, corregimos nuestros errores.

          Volvimos al fuerte de San Miguel para corroborar si lo que había dentro de una de las aspilleras era una bala de cañón y para ello hicimos las fotos más cercanas a nuestro alcance.  Era solo una azada, pero lo que hubiésemos dado por que fuera una bala de cañon. Esta mañana había allí ingenieros topógrafos haciendo sus mediciones, no sabemos con qué fin. Expertos dicen que los cimientos de ese fuerte, son a su vez los de otro fuerte más antiguo. Esos sí serían importantes. No busquen nada de esto fuera de El Alminar.

       Nota: Solo el blog de mi amigo Carlos Esquembri ha publicado algo sobre este extraño asunto: http://surdealboran.blogspot.com.es/2012/06/los-restos-del-fuerte-de-san-miguel.html