- Melilla, Día de La Mujer
- Vírgenes
- Las deidades femeninas
- Historia de las mujeres
- Dios nació mujer
Hasta hace poco más de un siglo, la Historia de La Humanidad era la historia del hombre, de hecho, todavía se sigue aludiendoa la historia del hombre, como si nunca hubiera habido mujeres. Es el genérico que todo lo engloba. Dentro de esa historia, los nombres que pasaban a la historia colectiva de La Humanidad, eran nombres de hombres. Uno de cada 100 de esos nombres eran de mujeres, generalmente en papeles subsidiarios (esposas de, amantes de, madres de), o en el de malvadas, en cuyo caso sí pasaban solas a la historia. Eva y su manzana engañosa, Judith matando al gigante Holofernes, Salomé pidiendo la cabeza del Bautista, Elena vendiendo a Troya entera o Cava, la mujer que abrió la puerta de España a la invasión musulmana de 711. En estos casos sí les estaba reservada la gloria inmortal, y el vituperio.
Muy pocos ejemplos se salvan en la historia del papel asignado a las mujeres a lo largo de los siglos, y eso desde que hay referencias escritas. Si a cualquier ser humano varón, que no perteneciese a la élite social ya le iba mal, hay que hacer un duro esfuerzo para imaginar cual sería la condición social y humana de las mujeres, a las que ni siquiera se les reconocía esa categoría, la humana, me refiero. Hasta el siglo XV o por sus aledaños, no se reconoció la existencia de alma en las mujeres.
Desde que hay constancia de las cosas, conocemos los logros de los hombres, unos cuantos, y de su multitud de guerras, de su incansable producción de violencia contra el resto de sus congéneres. El 90% de los seres humanos ha pasado por la historia del mundo sin pena ni gloria, sin que nada ni nadie se molestase en dejar escritos nombres de nadie, y dentro de ese elevado porcentaje, hay una mitad completa (las mujeres), absolutamente invisibilizado y oculto, salvo unos pocos ejemplos que todos conocemos. Sacar a la luz la historia oculta de un hombre es difícil pero posible, la de una mujer es como buscar guijarros en una playa de fina arena, y encontrarlo.
Cuando los hombres eran mujeres
Las mujeres han tenido siempre, y tendrán, la capacidad de generar, esto es, de dar vida, de generarla. Por eso, en un principio, casi todas las deidades eran femeninas. Dios nació mujer, como escribiera el periodista José Luis Gutiérrez en su libro. Quizá existió un tiempo en que el ser humano, mujer y hombre, vivieron en una sociedad igualitaria, aunque breve, antes del surgimiento de la ideología machista, y de que ésta impusiera su sistema, el patriarcado. Quizá en aquel tiempo las únicas diferencias eran las físicas, y no existía ninguna ideología que legitimara esas diferencias, ni la superioridad de una mitad de la humanidad sobre la otra.
¿ En qué momento el machismo surgió como teoría de dominación, cuando se impuso el patriarcado como sistema?. Está o parece claro que cuando la historia aparece como tal, escrita, el patriarcado ya estaba asentado, y la teoría de la dominación se extendía en muy diversas formas, tanto políticas como religiosas. La historia de las religiones es la elaboración intelectual más fina, de la dominación del varón sobre la hembra humana, aunque eso sí, dio la oportunidad a las mujeres de ser vírgenes o santas, dos maneras sublimes de hurtarles su condición de sexo, y de anular su capacidad generadora.
La Biblia, en todas su variantes, es el vademécum de la dominación del varón sobre su congénere humano, y eso que hay un hecho innegable y que no está suficientemente interpretado y valorado. Dios Todopoderoso, creador de Cielo y Tierra, para convertirse en humano, necesitó de una mujer. Sin ella, sin la mujer, nada hubiese sido posible. Hasta Él, tuvo que cumplir con esa condición, nace de mujer, la única con capacidad de generar, de dar vida. El hombre la quita, la mujer la da.
La gran brecha en la pared machista fue el surgimiento del «feminismo», una teoría humana, universalizadora y de liberación, que vale tanto para mujeres como para hombres, porque si la mujer se libera de sus ataduras milenarias, también lleva consigo al varón en ese viaje. El neomachismo arrecia, y combate con dureza al feminismo (porque es la única ideología que le hace frente), y lo hace con la colaboración de gran parte de los varones, y con la de alguna parte de las mujeres.





El machismo, como el racismo, el fanatismo, el sectarismo, el nacionalismo y tantos otros ismos deleznables, es un subproducto de la ignorancia simplista; lo mismo que los prejuicios, la obstinación, lo exclusivo, el privilegio y la arbitrariedad.
Aun así, la vindicación femenina, esa lucha encomiable de la mujer por alcanzar la igualdad y, con ello, su equilibrado reconocimiento en la sociedad –algo que, solo sea por el mero hecho de ser la mitad de la humanidad, le corresponde sin merma–, tiene también sus ismos negativos. El feminismo, como movimiento, fue y sigue siendo una gesta obligada, pues, desde su inicio, la historia nos enseña que no hay otra manera de alcanzar los objetivos que mediante la lucha, activa o pasiva. Pero también la misma historia advierte que de esta lucha, como de cualquier otra, surgen enfrentamientos, aversión, encono y malquerencia hacia el adversario; en este caso, el hombre, sin distingos, individuos, para el feminismo militante, cortados con un mismo patrón, normalmente antagónico.
En mi juventud, muchos fuimos los que apostamos por la igualdad de la mujer en todos y cada uno de los ámbitos sociales y laborales; y muchos también los que, más allá de apoyarlo, quisimos estar codo con codo con las vindicadoras en sus manifestaciones, ya fuesen callejeras o bajo techo. Lamentablemente, pronto nos vimos como si estuviésemos de más. Sus líderes, que no lideresas, nos miraban torvo, y bastaba una palabra o gesto de masculinidad, no de machismo, para que a más de uno le señalaran con el dedo invitándole a salir de la fila.
Entradas atrás, el mantenedor de este muro, habló de Lidia Falcón. Tuve el privilegio de conocerla en Barcelona y mantener con ella unas palabras; lo bastante para denotar que, más allá de sus valores y empuje como activista, que nadie le niega, aquella mujer estaba llena de intransigencia, por no decir tirria, hacia todo lo que oliese a varón; al menos, fue lo que sentimos los que, de facto, nos prestamos a apoyarla.
Entiéndame, ni la menor sospecha de lesbianismo; antes bien, Lidia Falcón me pareció una mujer plenamente femenina. Pero su actitud, también acritud, me pareció entonces extremadamente sectaria. Tal vez me sobrepase al decir esto, pero su feminismo a ultranza no era nada igualitario sino más bien sectario. En sus artículos en la revista ‘Vindicación femenina’ que ella junto con Carmen Alcalde promovieron, se acuña el término ‘sororidad’ como forma de relación exclusiva femenina, y en otros defiende la fecundación in vitro como técnica que aleja al hombre, sujeto no preciso en la sociedad desigual que promulgan; o como mucho, un ‘macho omega’, el escalafón más bajo de la sociedad, subordinado a ésta.
Es cierto que la mujer, en término general, aunque haya avanzado en derechos, por otra parte, inalienables, sigue ocupando estadios inferiores en la sociedad, o si se quiere, desnivelados, que aún estamos lejos de la paridad de género (en lo sociolaboral), pero también lo es que buscar sortearlos mediante doctrinas excluyentes, no es ni de lejos lo más justo.
Si el machismo es abyecto y pernicioso, el feminismo, tomado y usado con iguales criterios dominantes, por no decir déspotas, es igual de nefasto y nocivo.
Opinado el 8 de marzo, Día de la Mujer.
Estimado José Luis. Voy a estudiar este comentario tuyo, por si procede una poda parcial o total. No se puede equiparar machismo a feminismo, porque la sociedad matriarcal no existe. El machismo es una ideología que asesina, que subyuga y somete a las mujeres. Los errores conceptuales del feminismo no me interesan ninguno aparte de que no conozco ninguno que pueda considerarse como tal.
Tu visión del feminismo, es la visión de un hombre, que no ha podido deshacer de toda la ideología machista inoculada durante décadas.
No hay plano de igualdad entre machismo, la ideología que asesina y luego justifica esos asesinatos (de mujeres), y el movimiento feminismo.
Tus comentarios sobre Lidia Falcón son inaceptables. Si nos empleásemos así con los hombres, no le dirigiríamos la palabra a casi ninguna.
Ponerle peros al feminismo y a Lidia Falcón un 8 de marzo, me parece algo…provocador, por no decir abiertamente machista.
Si no se tratase de ti, te aseguro que ese comentario ya estaría podado de punta a cabo, o de raíz. El Consejo de Redacción del Alminar (CREA), está estudiando el asunto desde este mis mismo instante.
¿Alguien puede afirmar, sin sonrojarse, que La Democracia tiene defectos y que las dictaduras tienen su parte buena?. Eso es lo que acaba de hacer el opinador anterior, al comparar al agresor, el machismo, con las víctimas, las mujeres. Pido que se mantenga su comentario, para que se vea lo que es el pensamiento machista enmascarado. En toda lucha, siempre hay que partir de cero, pese al largo camino recorrido.
Me cuesta guardar las tijeras en el cajón, pero no puedo podar a José Luis Navarro, persona apreciada en El Alminar. No quiero que me acusen de ser un jacobino.
Muy bien Hospitalario.Veo que apruebas en todos los temas. En efecto, las religiones monoteístas hurtaron a la mujer el poder de la creación. En el plano no religioso, Descartes dijo aquello de «Je pense donc je suis», o sea, pienso luego existo.También se robaba la autoría de la existencia a la mujer, no existo porque pienso sino porque he nacido…de una mujer.Y no sólo nos referimos a las crías también a las creaciones de las mujeres. Como dice Hospitalario se hurtó la autoría de las creaciones, los nombres de la Historia, además se eliminó como producto cultural de valor todo aquello que quedaba en el ámbito privado al que se había relegado a las mujeres: cuidado de las criaturas, salud, cuidado de la casa, los alimentos, el campo, el ganado …no se me ocurre nada más importante.
Muy mal Sr. Navarro. No domina usted una serie de conceptos básicos.
Sororidad o hermandad entre mujeres no tiene nada que ver con la exposición ignorante que usted hace.
Mezclar cuestiones tan rancias como feminismo igual lesbianismo o equipararlo con machismo, son cosas que explicamos a nuestros alumnos….pero a usted!. No se moleste…pero Hospitalario tiene razón …es ofensivo y provocador.
Tienes autoridad para ello y acataría esa poda. No obstante, te sugiero que leas detenidamente lo escrito por mí. Con mis comentarios, abiertamente antimachistas, y anti todo lo que sea sectario, venga de donde venga, no pretendo otra cosa que dar testimonio de lo que observé y he leído. Mas prejuicios encuentro en mirar únicamente los valores de una bandera que, a la vista está, aboga por lo innecesario de la conjunción de géneros o por la asunción, que no paridad, de uno sobre el otro.
Con todo, mis disculpas a ti a quienes ofenda un criterio personal que no entiendo, o no quise hacer, ofensivo. ¿En qué momento he hablado de violencia de género? ¿Puedo permitirte yo que me tildes de tener inoculada una ideología machista que justifica el asesinato de mujeres, cuando basta leer mi obra para observar que, en ella, la mujer es siempre mi elevada, a veces heroica heroína? ¿Podarías igual esto?
MUJER EN LA ESQUINA
Ya no tienes siquiera un borbotón de llanto
para llenar tus ojos…
Mujer rota en la esquina, esqueje silencioso
de un arbusto que fue tronco lozano,
¿qué celeste criatura se te apagó de golpe
para que tú te alzaras en medio de tu ruina
como un sórdido canto?
El hombre te transita, socava tu amargura
y abreva entre tus aguas su sed interminable;
pero nunca detiene sus ojos en los tuyos,
ni piensa que tú fuiste una dulce muchacha
de trenzados cabellos…
o una niña que amaba su muñeca,
a un hermano, a un árbol, a una rosa…
Mujer rota en la esquina, pregón que nos delata
otros mundos siniestros
donde el alma es tan sólo una palabra triste;
y la sangre un charco sin transcurso;
donde los ojos son torpes caminos
para llegar al lodo;
donde los labios son gritos en pugna
y las bocas cavernas infranqueables
con un manar de voz como impacientes
marejadas de fuego, turbio, impuro…
Mujer rota en la esquina, desgajada
de los días hermosos, de los campos floridos,
cuando te encuentras sola con tu antigua criatura,
cuando sientes tus ojos arrasados de lluvia
y no puedes llorarla,
¿qué rencor se te enciende como hermosa bandera
para azotar el signo de tu vida?
¿Qué palabra pronuncias? ¿Con qué voz nos golpeas
a todos los que fuimos, tal vez, fariseos?
¿Y que desden te cubre la mirada?
¿Y qué odio voraz te quema el pecho?
¿Y qué mano levantas vengativa?
¿Y qué risa nos tiras a la cara
como lluvia pequeña?
ANGELINA GATELL
Maravillosa Angelina Gatell, esposa de Eduardo Sanchez, soldado en el Atalayón aquel 17 de julio melillense, que se encontraba de permiso junto a sus padres en Melilla, en donde poseían un Bar, y a cuya Base tuvo que reintegrarse el día 18, en donde por boca de su mejor amigo, todo apenado, recibió la noticia de que habían matado al capitán Leret.
Fue ella quien comunico a Carlota O’Neill dicha noticia, guardada por Eduardo durante años!
Maravillosa aportación, Angel.
Estimado José Luis, no voy a podar nada de tu comentario, opinión. Me han sorprendido ciertas comparaciones y nexos que estableces, viniendo de ti, claro, porque te conozco y conozco tu inmensa y no reconocida, en Melilla, obra.
Yo tampoco hablo de violencia de género, he evitado hacerlo en esta entrada, porque hoy es el día de La Mujer, y solo quería hablar de mujeres. La violencia de género ya tiene su día específico en el calendario.
Lo que no puedo admitir, es que se establezca comparación alguna entre el machismo, que es una ideología violenta y feminicida, y el feminismo, movimiento ideológico revolucionario y liberador.
En un «gañán» o mozo tabernario, puede entenderse esa confusión, en personas ilustradas como tú, no. ¿Un ejemplo?, Fernando Sánchez Dragó, hombre culto, pero que hace gala de un machismo tabernario.
Hay algo que produce mayor tristeza, una mujer confundida, ejerciendo de defensora del machismo y absolutamente equivocada con el feminismo, como Mª Dolores de Cospedal:
http://politica.elpais.com/politica/2013/03/07/actualidad/1362684797_712315.html
No confundir sexo y género. Cospedal es el ejemplo. Si no hay perspectiva de género…ser mujer política no significa hacer políticas igualitarias sino perpetuar las existentes.
Ángel eres un ídem.
Qué maravilla el poema que aportas de Angelina Gatell…por lo que lo escribió…»¿ con qué voz nos golpeas a todos los que fuimos, tal vez, fariseos?».Muy bueno. Para sentirse golpeado…hay que tener conciencia. Para sentirse concernido, también.
Eres en feliz descubrimiento.
Quería decir: «eres un feliz descubrimiento».
Siempre he sido anti-machista, decididamente pro-feminista o mejor dicho, si puede ser, luchador por la igualdad entre hombre-mujer! Esta «cualidad» mia me apartó de la devoción a mi impuesta religión, ya que esta siempre, desde su fundación, ha impuesto la superioridad del «hombre» hacia la mujer!
Tuvo que venir la Repùblica para que empezaran a cambiar las cosas, y poco tiempo tuvieron, con aquella «cruzada» que nos hiso retroceder hacia la total oscuridad!
Respecto al mensaje de José Luis Navarro, creo, y lo digo con toda honradez que algunos sois un poquitin injusto. Lo he releido varias veces, y aunque haya algo que no esté de acuerdo, porque cada cual es libre de pensar o escribir lo que piensa o crea, no veo motivo, por mi parte, para dejar de apreciar su escrito, su franqueza y su estilo, que es digno de apreciar.
Angel
Lidia Falcon O’Neill. Guste o no guste
http://www.elmundo.es/larevista/num199/…/mujeres1.ht...
No Ángel, yo también aprecio al Sr. Navarro y aprecio sus opiniones que, por ser quien es, debería cuidar más.
La última frase de su primera intervención no es propia de él.
Y por cierto …leo sus libros y me gustan. No tiene nada que ver.
Pero me molesta que se banalice o tergiverse el significado de la lucha feminista porque es muy difícil avanzar incluso en el terreno conceptual…si las personas que consideramos afines ideológicamente dicen estas cosas, apaga y vámonos.
No se abre el enlace que pones.
.Yatedigodiego, donde digo diego no digo diego que digo, digo que, no me parece que esta corrompido, puesto que yo puedo entrar en el enlace. Pero aquel que desee leer dicho enlace solo tiene que escribir, al utilizar Google; «La Revista de Lidia Falcon» . Y pinchar en el primer enlace de entre los miles que siguen.
Por mi parte lo encuentro bastante instructivo
Está corrompido o no existe ya. Suele pasar con muchos, con el tiempo son eliminados por los servidores.
Adelante, Hospitalario, saca esas tijeras y poda cuanto quieras, pues, tristemente, vengo observando que El Alminar tiene almenas tapiadas a las que uno no puede asomarse. Los amigos de mis amigos no tienen por qué ser mis amigos. Y más, si esos amigos , al parecer intocables, abanderan doctrinas excluyentes.
Ya he escrito que no hay tijeras en El Alminar para ti. Tú sabes mejor que nadie que arrecia el neoliberalismo, que la derecha se hace cada vez más dura, que aumenta la xenofobia, la desprotección social y laboral, o el integrismo de cualquier religión. Caído el comunismo y el socialismo, uno de los pocos baluartes que nos queda es el feminismo y por eso, bajo ningún concepto, podemos arremeter contra él. No hay esos excesos en el movimiento feminista de los que has hablado, como tampoco los hay en el ecologismo. Los tópicos no nos llevan a ningún sitio.
Plumas o espadas de primera línea, como la tuya, no sobran, por eso hay que estar de modo inequívoco frente al poderoso, frente a la sombra y la caverna, sin concederles el más mínimo asidero.
Por lo demás, en El Alminar no hay almenas tapiadas. No procedía hoy la crítica hacia el feminismo o Lidia Falcón. En cuanto a lo de los amigos de mis amigos..confieso no entender nada. Hablamos y discrepamos, nada más. La amistad y la confianza van por otro lado, creo.
Hospitalario, no podes el comentario del Sr. Navarro. Tú eres un hombre que cree en la libertad de expresión. Y Don José Luis ha hecho uso de ella.Muchas gracias.
Me uno al comentario de Imparcial. Es tan solo un criterio personal. Por lo que he podido ojear en su libro Tragos de vicio, Navarro presenta una mujer con poder y seguridad, quizás sería ella la que subyuga al hombre. No tiene tintes machistas aparentemente. Cuando lo acabe podré opinar mejor.
El desnivel que dices existe entre ambos géneros, será a nivel social? Por supuesto no en el nivel académico, hay más mujeres universitarias actualmente que hombres, más licenciadas que hombres, y ocupando puestos de responsabilidad en la administración.
En mi opinión cualquier concepto llevado al extremo puede resultar peligroso. Yo me preocuparía más de ser personas coherentes y no de tantas etiquetas.
No obstante, como la entrada hace alusión al día de la mujer, he echado en falta comentarios y nombres de mujeres que pasaron haciendo el bien de alguna manera.
Yo dejaré tres: Teresa de calcuta, Florence Nithingale (enfermera), Marie Curie (física).
Este no es el blog de «Eduardo Manostijeras». José Luis Navarro es muy apreciado en esta torre. Ocurre que no siempre que se opina se acierta, y toda opinión se puede rebatir. Yo estoy muy acostumbrado a que se intente rebatirme.
En un «infausto foro», ya totalmente fenecido, se me eliminaban comentarios y se me expulsaba continuamente. El censor implacable de aquel foro, enemigo absoluto de la libertad de expresión, representa hoy la voz de la prensa en Melilla.
Quiero decir que estoy acostumbrado al debate, al intercambio de opiniones, y a aceptar otros puntos de vista. En un foro de debate, lo más normal es que se debatan las cosas, y cuando no se acierta, o no se está fino, se debe estar dispuesto a que alguien nos lo diga. No hay más recorrido en este tema.
En cuanto a los nombres de mujer, podía haberlos dado, pero nunca hubiese escrito el de Teresa de Calcuta. No es el modelo que se busca, y menos en un 8 de marzo.
Mujeres a fin de cuentas, sin reinvindicación alguna. Modelos en cualquier caso de una sociedad y de una actitud en la vida. Saludos.
Muy bueno lo de Manostijeras, un poco de humor no viene mal para destensar.
Antes de dejar esta entrada -en la que, de aprender cómo se hace, quizá deje un link a modo de descargo-, ruego a todos disculpen mis intemperancias y agradezca las palabras de afecto, a mí y a mi obra, que vengo observando.
Nunca me sentí dogmático ni tuve moral de lacedemonio, por lo que eso de ‘mantenello y no enmendallo’ no va conmigo. Si erré en mis manifestaciones, recojo y asumo cuantas críticas me lluevan, no por falsa humildad sino por lo mucho que de ellas se aprende; algo a lo que siempre estoy dispuesto, pues tengo conciencia que cuanto sé me llegó de otros.
En este sentido, invito a Hospitalario a que guarde la podadera en el cajón y tire la llave, que para recortes ya sufrimos un gobierno.
A las brujas, pues, que nieto fui de una.
ESTA ES LA HISTORIA DE UNA MUJER CON CORAJE…..
Monja Alférez, Catalina de Erauso (1592-1650)
Uno de los personajes más fascinantes y curiosos del siglo de oro español es Catalina Erauso, apodada La Monja Alférez, cuya vida está plagada de peripecias y aventuras. Nacida en San Sebastián en 1592, era hija de un militar, Miguel de Erauso, y de María Pérez de Gallárraga y Arce. A los cuatro años fue internada en el convento de San Sebastián el Antiguo, del que una tía suya era la priora, por lo que tanto su niñez como su adolescencia las pasó entre rezos y crucifijos, llevando una austera vida monacal. Sin embargo, parece ser que su carácter, inquieto y rebelde, no iba en consonancia con la tranquila forma de vida de intramuros. Por si fuera poco, una discusión en el claustro con una robusta novicia, en la que nuestra protagonista recibió varios golpes, motivó que se decidiera a marchar del convento. Fue así como, en 1607, cuando apenas contaba quince años de edad, colgó los hábitos y, disfrazada de labriego, cruzó las puertas del convento para no regresar nunca. Pasó entonces a vivir en los bosques y a alimentarse de hierbas, a viajar de pueblo en pueblo, temerosa de ser reconocida. Siempre vestida como un hombre y con el pelo cortado a manera masculina, adoptó nombres diferentes, como Pedro de Orive, Francisco de Loyola, Alonso Díaz, Ramírez de Guzmán o Antonio de Erauso. Algunos autores afirman que su aspecto físico le ayudó a ocultar su condición femenina: se la describe como de gran estatura para su sexo, más bien fea y sin unos caracteres sexuales femeninos muy marcados. Pedro de la Valle nos dice de ella que «no tiene pechos, que desde muchacha me dijo haber hecho no sé que remedios para secarlos y dejarla llana como le quedaron…». También se dice que nunca se bañaba, y que debió adoptar comportamientos masculinos para así poder ocultar su verdadera identidad. Bajo alguno de estos nombres logró llegar a Sanlúcar de Barrameda, embarcando más tarde en una nave hacia el Nuevo Mundo. En tierras americanas desempeñó diversos oficios, recalando en el Perú. En 1619 viajó a Chile, donde, al servicio del rey de España, participó en diversas guerras de conquista. Destacada en el combate, rápidamente adquirió fama de valiente y diestra en el manejo de las armas, lo que le valió alcanzar el grado de alférez sin desvelar nunca su autentica condición de mujer. Amante de las riñas, del juego, los caballos y el galanteo con mujeres, como corresponde a los soldados españoles de la época, fueron varias las veces en que se vio envuelta en pendencias y peleas. En una de ellas, en 1615, en la ciudad de Concepción, actuó como padrino de un amigo durante un duelo. Como quiera que su amigo y su contrincante cayeron heridos al mismo tiempo, Catalina tomó su arma y se enfrentó al padrino rival, hiriéndole de gravedad. Moribundo, éste dio a conocer su nombre, sabiendo entonces Catalina que se trataba de su hermano Miguel. En otra ocasión, estando en la ciudad peruana de Huamanga en 1623, fue detenida a causa de una disputa. Para evitar ser ajusticiada, se vio obligada a pedir clemencia al obispo Agustín de Carvajal, contándole además que era mujer y que había escapado hacía ya bastantes años de un convento. Asombrado, el obispo determinó que un grupo de matronas la examinarían, comprobando que no sólo era mujer, sino virgen. Tras este examen, recibió el apoyo del eclesiástico, quien la puso bajo su tutela y la envió a España. Conocedores de su caso en la corte, fue recibida con honores por el rey Felipe IV, quien le confirmó su graduación y empleo militar y la llamó «monja alférez», autorizándola además a emplear un nombre masculino. Algo más tarde, mientras su nombre y aventuras corrían de boca en boca por toda Europa, Catalina viajó a Roma y fue recibida por el papa Urbano VIII, quien le dio permiso para continuar vistiendo como hombre. Durante esta tranquila etapa, ella misma escribió o dictó sus propias memorias, la «Historia de la monja alférez», publicadas en París mucho más tarde, en 1829, y traducidas a varios idiomas. Del libro, en el que en mucho de cuanto se cuenta es difícil distinguir la realidad de la ficción, surgieron también adaptaciones, como la de Thomas de Quincey, así como obras de teatro y películas. Pero su espíritu inquieto y aventurero no conoce reposo. En 1630, la monja alférez viaja de nuevo a América y se instala en México, donde regenta un negocio de arriería o transporte de mercancías entre la capital mexicana y Veracruz. A partir de 1635 poco se sabe de su vida, salvo que murió en Cuitlaxtla, localidad cercana a Puebla, quince años más tarde. Sin embargo, tampoco se conocen las causas de su fallecimiento, pues unos dijeron que había muerto asesinada, otros que en un naufragio y otros, los más dados a la fantasía, que se la había llevado el diablo.
Tal día como hoy entró en vigor tras un decreto fechado con fecha 8 de mayo de 1931 una nueva ley electoral en España, en la que se reconocía a las mujeres el derecho al sufragio pasivo, es decir, no votaban pero podrían ser las candidatas en las elecciones a Cortes Generales. las dos primeras diputadas fueron, la malagueña Victoria Kent y. Clara Campoamor.
Mucho tiempo ha pasado desde aquella «revolución femenina», pero aún ninguna mujer ha sido presidenta en nuestro pais. Esperemos que llegue algún día.
Soy feliz cruz de Malta , de saber esto, esto prueba que las cosas se mueven, y que España llega puede ser poco a poco a cambiar, hay que poner una mirada positiva sobre las cosas, guardar la esperanza, aunque todo engalanaba ser sombrío a veces, hacemos muchos grandes fuegos(luces) frotando dos piedras gracias por esta información, y perdona si la traducción no esta bien.
La pena es que nada nos garantiza que con una mujer fuesen a ir mejor las cosas.
Cuando las posibilidades de ser presidente o presidenta se limitan casi en exclusiva a los, las que siguen los «valores» establecidos que nos están hundiendo a todos y a todas, en nada mejoraríamos si fuese elegido uno u otra. Tampoco en lo referente a igualdad de género, más allá de algunas cuestiones teóricas.
No quiero ni pensar en tener como presidenta a una señora caciquil que enarbola su condición de mujer para llamar machistas a quienes le ponen una merecida multa de tráfico.
Estoy de acuerdo con usted Isa, nadie nos lo garantiza, pero no por eso voy a perder la esperanza de que eso algún día llegue. Yo no había pensado en nadie en concreto, pero ayer en un programa de televisión, difundieron un sketch, en donde las cámaras habían captado declaraciones de pasillo a políticos-hombres acerca de sus compañeras de partido. Le puedo asegurar que me dió asco oírlo. Eran de diversos partidos políticos, unos y otros, bastante conocidos todos, líderes algunos y daba vergüenza pensar que en privado puedan tener esa «corriente de pensamiento». Derechas e izquierdas, se lo aseguro. Aunque sinceramente, a mi no me sorprende nada. Hay mucha fachada pero….
A la mismísima Clara Campoamor le dijeron en el Congreso de 1931 que España no estaba preparada para que las mujeres votaran porque quien les iba a dar la papeleta era el padre o el marido. Y se lo dijeron sus compañeros, los prohombres de izquierdas. Han pasado muchos años y las cosas no han evolucionado lo suficiente. Cuando no hace mucho tuvimos la oportunidad de tener una candidata en nuestro pais, una mujer joven, que además suscitaba una corriente de simpatía, ministra para más señas, sus propios compañeros se encargaron de quitársela de enmedio, porque muchos pensarán que ya su adversario tenia un gran peso específico y se le veía como un político más hecho frente a la juventud de ella.
Mire usted donde está hoy.
Países como Argentina, Irlanda, Australia, Brasil, Alemania, Chile, Finlandia, Costa Rica…todos ellos han tenido o tienen una mujer al frente del gobierno. Por qué no España? Aqui la inmensa mayoría de los presidentes de empresas, de bancos, de autonomías y hasta de la comunidad de vecinos suelen ser hombres. Estamos rancios.
De acuerdo que el machismo no es exclusivo de ningún partido, aunque hay diferencias, al menos en en la teoría, que es un primer paso.
Cómo no alegrarme de que una mujer pueda ser presidenta de Gobierno! Eso es igualdad.
Ahora bien, yo sí he pensado en posibles presidentas, y fráncamente, no veo en ninguna algo especial para preferirla a un hombre, ni para celebrar el que ganase. Aparte de que en este momento mi prioridad es cómo se gobierne, no quien lo haga.
Excepto por el derecho a poder serlo, no encuentro ningún motivo para alegrarme de que haya mujeres presidentas de Gobierno, de grandes bancos y empresas, cuando para llegar ahí han reproducido y hecho suyos lo peor de los valores masculinos, (Dama de Hierro, Merkel) como afán de poder, ambición, dominio..
Que conste que digo masculinos porque desde siempre son mayoritariamente ellos los que han utilizado esos valores, perpetuado y conseguido que se tengan por buenos.
Tienes razón Hospitalario el machismo es endémico. Según Cañete: «El debate con una mujer es difícil. Si demuestras superioridad intelectual, es machista». Hay un twit de Elena Valenciano que le responde en su cuenta de twitter.
http://www.elmundo.es/espana/2014/05/16/5375be8c268e3ecf7a8b456c.html
Lo del ex ministro Arias Cañete ha sido penoso. Lo peor es que habrá quienes estén de acuerdo con lo que ha dicho. Todo lo que decimos y escribimos es rigurosamente cierto. Solo reflejamos, o intentamos, el mundo en el que vivimos.
Lo peor será que gane.
Presumiendo de superioridad intelectual, y además de machista demuestra ser bastante torpe. Lo ha puesto en bandeja para que le den por todas partes.
Que grato es leer y compartir este espacio con alguien como tú y con tanta calidad humana. Por cierto, amigo Hospitalario, “ignoro” tu opinión, pero aprecio más auténtico aceptar dogmas construidos dentro de sí que dogmas impuestos por la mayoría o supuestas autoridades, cosa que veo tristemente reflejada en tus respuestas a José Luis Navarro. Un abrazo.
Quiero recordar que hoy es el Día de la mujer:
http://elpais.com/elpais/2016/03/08/estilo/1457438677_637781.html
Gracias por recordarlo, Vanessa. No se nos ha olvidado.