- María, madre.
- María Magdalena
- La Magdalena, Nicodemo y Arimatea
- María, madre, y Juan
La Puerta Oscura de Málaga
Siempre se descubre algo nuevo en cualquier lugar. Volver ocasión tras ocasión a una ciudad como Málaga, permite descubrir cosas nuevas y reencontrarse con otras olvidadas. Hay una cafetería denominada La Puerta Oscura, en la que he recalado por primera vez. Está situada en la calle Molina Lario. Entramos con los sones de la marcha procesional de la Virgen del Valle. Fue un recibimiento agradable, porque la marcha es una de las mejores que he escuchado.
Pretende ser un lugar diferente, de ambiente y entorno artístico y cultural. En esta ocasión exponían imágenes de artistas que pretenden renovar el contenido y presentación de las imágenes procesionales de Semana Santa. Aparte del marco religioso, está claro que existe toda una industria artística que tiene su propio sector económico, relacionado con el turismo y con el consumo de mil detalles ornamentales de los tronos. Es algo defendible en todos los sentidos.
El nuevo concepto de la imagen procesional
Cada época tiene su propio concepto artístico. El desarrollo y evolución de los tronos y palios, no van por el mismo lugar que el de las imágenes. Los tronos de Málaga son muy barrocos y profusamente ornamentados. las imágenes procesionales buscan otro provocar otro tipo de sentimientos y sensaciones. No había visto nunca el hiperrealismo aplicado sobre imágenes procesionales. La composición del onubense Juan Manuel Parra dedicada a la Virgen María y al discípulo amado, Juan, es sorprendente y de una expresividad contundente. No hay otros recursos que no sean presentar la realidad de un drama, ya de por sí suficientemente profundo, la de una madre que ha perdido a un hijo, sometido a uno de los peores tormentos posibles, el de la crucifixión. En el mundo de nuestros días, sucesos parecidos siguen produciéndose todos los días. En cualquier lugar hay madres que ven morir a sus hijos en guerras, y en otras diversas circunstancias, igualmente traumáticas. El desconcierto de Juan, que no sabe qué decir o hacer, está perfectamente explicitado. sin excesos expresivos de ningún tipo.
La otra composición es del artista sevillano Álvaro Abrines, encuadrado en la expresividad modernista. La otra María, la Magdalena, mira con dolor y desconcierto desde una situación que parece no entender en su amplia complejidad. Las dos figuras masculinas que le acompañan son José de Arimatea y Nicodemo, del malagueño Juan Vela. Pese a la diferente autoría, las figuras parecen encajar perfectamente. La situación es compartida, pero el dolor, el sufrimiento y el desconcierto es individual.
Resulta curioso ver el extraordinario papel que tuvieron las mujeres a lo largo de los tres años de predicación de Jesús, el Cristo, y la postergación que sufriría luego en La Iglesia oficializada. María Magdalena fue en la práctica, como cualquier otro de los apóstoles. Sin embargo, la historia que sería escrita casi un siglo después, ya oculta y hace olvidar el papel que tuvieron las mujeres del entorno de Jesús, el Cristo.
Nota: El café Puerta Oscura data de 1991, y realiza un exposición anual de imaginería religiosa. Edita también una revista, que sirve de guía de la Semana Santa de Málaga. Este año dedicaba su primer artículo, a una muestra de las mejores fotografías sobre el Cristo de La Redención, cuya imagen cumple 25 años.