Manuel González, el obispo sin misericordia
Manuel González García, nacido en Sevilla, fue nombrado obispo auxiliar de Málaga el 16 de enero de 1916, o lo que es lo mismo, obispo de Olimpo. Como obispo de Olimpo fue nombrado senador por el arzobispado de Granada para la Legislatura de 1918/19. En 1920 fue ya nombrado obispo residente de Málaga, cargo que ocuparía hasta su expulsión de la ciudad en 1931, tras los desórdenes populares de mayo, que acabarían con el incendio del Palacio Episcopal y prácticamente de todas las iglesias de la ciudad.
El obispo Manuel González se refugió primero en Ronda, luego en Gibraltar y finalmente en Madrid, desde donde dirigiría la diócesis de Málaga hasta su nombramiento como obispo de Palencia en 1935. ¿Por qué ocurrió todo aquello en Málaga, por qué el Vaticano o la Santa Sede nunca autorizó su regreso a la ciudad?. Pese a los varios y buenos libros leídos sobre la incendiaria primavera de Málaga en 1931, no he encontrado una respuesta satisfactoria sobre estos sucesos, ni sobre ese supuesto peligro para la vida del obispo, que hizo que la Santa Sede le impidiera el retorno a la capital malacitana.
Para estos dos preguntas no hay respuesta, pero probablemente sería durante este «exilio» de 4 años, en el que engendraría el rencor que luego mostraría en la ciudad de Palencia, y que le llevarían a señalar con el dedo a mi abuela Ubaldina García Díaz, y a otras mujeres maestras, que a los pocos días de la apertura del curso escolar, acabaron sus días en la carretera de Palencia a Burgos, asesinadas en la finca de Campo Ramírez, en donde todavía hoy permanecen enterradas y sin localizar. Era una información que guardaba, para el día en que La Iglesia decidiera hacer santo a este hombre.
La imborrable huella del obispo de Palencia
Los 4 años de exilio diocesano en Madrid le llevaron, casi con toda probabilidad, a alguna forma de compromiso con la conspiración contra La República, ya fuese de manera personal o espiritual. Durante todo ese tiempo se llenó de un sentimiento de rencor que plasmaría en sus cartas pastorales, tras el intento de golpe de Estado del 18 de Julio. Si no llegó más lejos, es porque la muerte lo abatió de manera fulminante en 1940. Sin embargo, en los primeros meses de la sublevación militar, sus acciones y declaraciones públicas, hicieron que maestras y maestros palentinos fueran objeto de las acciones criminales de Falange. No todos los obispos y sacerdotes españoles se comportaron de esta manera, de igual modo que no se puede achacar a La República todos los crímenes e incendios cometidos por masas incontroladas, fundamentalmente del campo anarquista.
Hubo muchos religiosos/as y obispos asesinados y perseguidos (como los obipos de Guadix y Almería), pero no es el caso del futuro santo Manuel González, que en ningún momento, ni siquiera en Málaga, fue objeto de persecución personal. Lo sucedido en la capital malagueña no tiene todavía explicación, y debe buscársela.
La asociación para La Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia ha editado ya tres libros sobre la feroz represión ejercida en la ciudad, y especialmente sobre el magisterio de la provincia. En uno de ellos (1), no quedan dudas sobre la implicación personal del obispo Manuel González, quien emitió una circular a los sacerdotes palentinos, para que realizaran los preceptivos informes personales para los Comités de Depuración de Responsabilidades Políticas, es más, exigió que se enviaran primero al obispado para centralizarlos y poder asegurarse de que se llevaban a cabo. En el libro de Eufemio Lorenzo Sanz: Represión y depuración de los maestros en Palencia, queda claro que muchos sacerdotes fueron reticentes a obedercele, y que el próximo santo les exigía una y otra vez la obligatoriedad de remitirle los escritos.
Apertura del curso en Palencia, 1936. Ubaldina García frente al obispo
El 1 de septiembre de 1936 se inicia el curso escolar en Palencia, ciudad que ya estaba encuadrada en el nuevo Estado nacional Católico franquista. El obispo Manuel González ya no necesita fingir más y da rienda suelta a su rencor. El curso se reinicia bajo el lema de «la restauración del crucifijo». Ubaldina García, como directora de la escuela Modesto Lafuente, acude al acto acompañada de su hija, Mª Luisa, mi tía. Delante de todos, el obispo Manuel González la acusa, y así lo recoge la prensa, de haber retirado los crucifijos y de obligar a entrar a los niños en la clase con el saludo de «no hay dios». También sería asesinada salvajemente la maestra Sofia Polo.
Las afirmaciones del obispo son falsas y mendaces, pero hace que la muchedumbre increpe e insulte a mi abuela y a su hija. Ambas son llevadas al Gobierno Civil de Palencia. Me consta que se produce una reunión en su interior en los días posteriores, a la que acuden mi abuelo Esteban, el delegado del Instituto de Estadística de Palencia, la hija mayor de Ubaldina, mi tía Carmen, y otras autoridades. Sé, por los testimonios familiares, que la reunión fue violentísima, y que destacó por su feroz rencor, el obispo Manuel González. En homilías posteriores y en otros escritos, el obispo dejó muy clara su afinidad política con el Estado nacional católico, su falta de misericordia y su rencor hacia las republicanas.
El 7 de septiembre, un grupo de personas entre las que se encuentran Ubaldina García e Isabel Esteban Nieto, maestra de Brañosera, son trasladadas hacia Burgos. La camioneta se detiene en Quintana del Puente. Allí, al atardecer, son todas asesinadas. La fosa sigue sin ser localizada.
http://www.memoriahistoricapalencia.com/
Este hombre no es santo, ni de lejos. Dicho con todo el respeto del mundo. http://www.diocesismalaga.es/pagina-de-inicio/2014045398/el-papa-aprueba-el-milagro-que-hara-santo-a-d-manuel-gonzalez/
Respeto? Quiénes falta el respeto a quién?
En distintos ámbitos de la vida nos movemos en contradicciones hasta el momento en que la tensión es excesiva y obliga a tomar una determinación. En contra de lo que defendí aquí hace poco tiempo, un hecho como este hace que me replantee muy en serio apostatar de esta Iglesia.
Estas historias nos duelen a todos y siguen doliendo porque la historia muchas veces no hace justicia a la verdad y las heridas permanecen abiertas. En un pequeño Suplemento al «Boletín oficial del Obispado» de Málaga, de 1931 que doné al Archivo Histórico Provincial de Málaga, quizás pueda encontrar alguna de las respuestas que busca en relación a la fuga del Obispo Manuel Gonzalez del Palacio Episcopal de Málaga en mayo de 1931 . Por desgracia no está completo pero es muy clarificador.
Muchísimas gracias María. ¿Quién eres?. Te lo agradezco enormemente. Buscaré a partir de mañana ese boletín que donaste al Archivo de Málaga. Espero que sea de fácil localización.
La historia es muy complicada. Las dos últimas hijas de Ubaldina, Carmen y Mercedes, mis tías paternas, vivieron hasta el año 2012 y 2013 respectivamente. Hasta el año 2007 nunca dijeron una sola palabra sobre este hombre. ¿Por qué hablaron?. Voy a intentar explicarlo. sin acritud, con el máximo respeto.
Mi tía Carmen, maestra como su madre, fue testigo de todo. Es la que lleva a cabo las negociaciones, junto a su padre, para intentar liberar a su madre, presa desde el día 1 al 6 de septiembre. Ella jamás dijo nada, nunca, a nadie.
En 2007 yo publico mi «visión heterodoxa de la iglesia de Melilla», y me encuentro con la figura de este hombre, que viajó muchas veces a la ciudad por diversos motivos. Lo que llamó mi atención es el dato, no conocido aquí, de que fue obispo de Palencia entre 1935 y 1940. No le dí mayor importancia y esperé al verano, momento en el que podía encontrarme con mis tías y preguntarles si sabían algo de él. Algo que hice.
La mayor de las hijas de Ubaldina, Carmen, me interrogó acerca de mis motivos para sacar esa historia, en aquel momento y mi interés por ello. Le respondí que se trataba de mi abuela, de su madre, y que quería saberlo todo. No me respondió nada. Sin embargo, mi otra tía, Mercedes, se dirigió a su hermana y le dijo: ¿Por qué no le cuentas ya todo, y lo que ese hombre le hizo a mamá?.
Todo lo que sé y escribo es gracias a los datos recogidos y publicados por los integrantes de la Asociación de la Memoria histórica de Palencia, que pude unir a testimonios dispersos, contados a lo largo de los años de los años por mis tías.
Luisa, fallecida en 1999, siempre quiso contar lo sucedido, pero su mente se bloqueaba en el momento de relatar como la turba la separó de la mano de su madre, tras asistir al acto de la inauguración del curso, presidido por el obispo Manuel González. Debió ser de una violencia extrema, tanto la ferocidad del obispo, señalándola de modo directo, como los insultos de la gente en la calle.
El mosaico se pudo recomponer, salvo en lo sucedido en el interior del Gobierno Civil. De todo eso, de lo que solo podía dar cuenta Carmen, nos quedaremos para siempre sin saberlo, al igual que sus hijas en el deseo de identificar y enterrar con dignidad a su madre. Estuve cerca de que mi tía me contara algo de lo sucedido, sobre todo lo relacionado con el obispo, pero al final no se decidió a hacerlo.
Estremecedora historia familiar.
ODA A UBALDINA GARCÍA DIAZ
Mientras escucho emocionado
al cantautor Leonard Cohen
cantar :Pequeño vals vienés.
De nuestro grandísimo poeta
andaluz Federico García Lorca.
Comienzo esta oda dedicada
a la ejemplar y buena maestra
Ubaldina García Díaz
Que fue maltratada y asesinada
igual que hicieron con Federico.
Como hienas sedientas de sangre
iban a la caza de buenos maestros
republicanos, eran los que decían
orgullosos: Menos escuelas públicas
y más bueyes que aren y gritaban
Viva la muerte y Abajo la cultura.
La II República construyó escuelas
creó,dotó de libros a las bibliotecas
ateneos y formó a los maestros.
Por el contrario los defensores del
18 de julio se dedicaron a cerrar
centros escolares, censurar,quemar
libros,depurar y asesinar educadores.
La más alta autoridad eclesiástica
de Palencia capital hizo oídos sordos
al proponerle que intercediera y lograr
la libertad de la excelente educadora.
Y el citado representante de la Iglesia
dijo sin humanidad ni caridad cristiana
No haré nada por salvar a ninguna mujer
roja y se quedó la mar de tranquilo.
Y los clarines tocaron a muerte aquel
aciago día: 6 de septiembre de 1936
Ubaldina García Diaz fue paseada en
una furgoneta de Falange por la ciudad
como si fuese un trofeo de caza y la
trasladan junto a otras presas/os desde
la cárcel de Palencia a la de Burgos.
El camión se detiene en las cercanías
de Quintana del Puente y las/os fusilan
a todos junto a la tapia del cementerio.
Y desde entonces descansa en el sueño
de los justos en una fosa común, una
gran mujer y buena maestra republicana.
Que fue un ejemplo para todos los que
la conocieron,trataron y que se dedicó
en cuerpo, alma a ejercer una profesión
humanitaria y virtuosa la de :MAESTRA.
Estimado Hospitalario es un pequeño
homenaje a tu querida y admirada abuela
Doña Ubaldina García Díaz que merece estar
en un panteón con azucenas y rosas rojas
y en un lugar destacado la bella bandera
LA REPUBLICANA…………………………..
Una estremecedora historia familiar, sí, y a partir de ahora algo que la hace todavía peor, aunque parezca imposible. Al ser el obispo santo, se convierte en un ejemplo a seguir para los cristianos, en una sociedad donde tanto para creyentes como para no creyentes la Iglesia Católica tiene un gran ascendiente como referente moral, donde se dedica a educar a millones de niños/as. Que se haga de este hombre un ejemplo modélico es algo terrible para todos.
No hace falta llegar tan lejos, Isa. Lo que desean es que la gente que les incomoda, que tiene ideas propias, les deje de lado y así llenarlo todo de sometidos. Estando como estamos, diciendo lo que pensamos, les hacemos entrar en contradicciones, les obligamos a reflexionar, aunque sea por poco tiempo.
Todo es más sencillo, en entrar en guerras de religión, de fe, o en ataques a La Iglesia, de los que luego nos acusan.
Manuel González García, obispo de Palencia, Málaga, Huelva, no era un santo, desde ningún punto de vista.
Llego ta lejos porque esto excede a tu tragedia familiar.
Pedimos «Verdad, Justicia, Reparación», a las instituciones civiles. Con mayor razón a las religiosas. Es necesario el reconocimiento de los errores cometidos y lo que obtenemos es todo lo contrario, un premio que entre otras cosas servirá para apoyar otros comportamientos, ideas del imaginario común que perviven entre nosotros.
La fe, ser creyente, no me obliga a aceptar cualquier ocurrencia anacrónica ni a callarme.
La gente es libre de ponerle velas a Dios o al diablo, incluso de comulgar con ruedas de molino. Desde mi total y respetuosa libertad, digo que este hombre no es santo, ni tampoco venerable.
Muchas gracias Nadorense. Habría que ir pensando en elaborar un libro con tus poemas del Alminar.
Mil y una gracias Hospitalario. Porque tú, el Alminar y las/os compañeros sois para mi, como un maná caído del cielo y fuente de inspiración para es te nadorense, Aprendiz de odas y poemas.Y como de todo bien nacido es deber ser agradecido. Un emocionado abrazo a una mujer coraje y luchadora Carlota Leret O’Neill , que fue quién me recomendó este oasis de libertad,democracia y tolerancia. Cuenta conmigo para lo que necesites.
Un abrazo y mi agradecimiento.
Buscando saber sobre el cargo de obispo de Olimpo (que suponía era de Grecia) he llegado a su blog y a esta penosa historia familiar. Y resulta que al citado obispo he llegado por una foto en la que visita Grazalema en mayo de 1916, o sea recién nombrado para el cargo. Me gustaría saber si encontró algún dato de su expulsión de Málaga. Saludos
Primero le agradezco su mención y que haya llegado hasta aquí. Pues le diré que sobre los motivos reales de su expulsión de Málaga no he encontrado nada. A mí también me ocurrió lo mismo con la denominación de Olimpo. Se pueden seguir perfectamente sus años de exilio en Gibraltar, de su primer escondite en la. Serranía de Ronda, sus intentos por volver a la ciudad de Málaga y la negativa del Vaticano a su regreso. ¿ Qué sugiere todo esto? A mi entender que la información Vaticana relacionaba de algún modo la locura de Mayo de 1921, en el que se redujeron a cenizas todas las iglesias de Málaga, fue en su origen una agitación contra su obispo. La clave la proporciona el casi inmediato incendio del Palacio Episcipal y su expulsión del mismo. El Gobernador Civil de Málaga no supo ver el alcance de la revuelta y no pudo o no quiso contener a los incendiarios, dejando a la ciudad entregada a la catástrofe. Pero hay una línea que no he conseguido traspasar, y es esa, la del propio obispo.
Curioso que esa parte negra de su historia no «puntuara» negativamente en la canonización. O igual se le dio la vuelta y le favoreció.
Hay una explicación técnica, y es la supresión de la figura del «abogado del diablo» en los procesos de canonización. Una reforma que llevó a cabo Juan Pablo II. Sencillamente, lo negativo dejó de puntuar.
Publiqué un artículo en el Diario de Palencia con ocasión de su canonización, en la que afirmé no entenderla, existiendo al menos tres obispos mártires, asesinados por grupos anarquistas y comunistas; que fueron el obispo de Almería, Diego Ventaja Milán; el de Guadix, Manuel Medina Olmos, Y el de Cuenca, don Cruz Laplana y Laguna.
Creo que pesaron en el proceso de canonización, la influencia de las organizaciones por él creadas.
https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/11704
Una tesis doctoral sobre el obispo, escrita por un sacerdote doctor en Historia. Por si fuese de su inetrés. De Palencia poca cosa.
Pues le agradezco el enlace y la aportación. Claro que es de mi interés.
El obispo que sufría ante “el sagrario abandonado”!!
¡Válgame El Señor!
La leeré con detalle. Sé que dijo algo específico y personal dirigido a mi abuela, pero sus hijas, mis tías, nunca quisieron decirlo. No creo, ni tengo indicios de que se arrepintiera de nada. Le sobrevino un infarto en plena calle.
A pesar de su canonización,, no creo que goce de la compañía del Padre, ni de los verdaderos santos y santas de la Iglesia. La Iglesia yerra y este es uno de esos errores.