El oficio del Alminar


 

La cruz frente a la persecución

      El puente del Guadiana comunica dos países en Ayamonte, un túnel une lo que separa una montaña, como éste de Gádor. Ocurre que a veces hay quienes no están dispuestos a atravesar ese puente, ni siquiera mirar al otro lado del túnel. Hay personas que viven encerradas en si mismas. El Alminar es un puente, un faro, un túnel que comunica diferentes mundos, en el que escriben aquellos que quieren, y leen muchos más. No hay tema que no hayamos tocado, el abanico que hemos desplegado sirve para que todo el que quiera, encuentre aquí algo, que venga y vaya cuando le apetezca.

      Los artículos que presentemos están elaborados desde la perspectiva más amplia posible, y con la mayor objetividad de la que somos capaces. Hacemos uso de la «Libertad de expresión», derecho consagrado por la Declaración Universal de Derechos Humanos, y por la Constitución Española. Nos movemos dentro de sus márgenes, en la parte central, sin siquiera rozar los límites. A lo largo de 1752 artículos, varios miles de imágenes, 15.000 comentarios, centenares de colaboradores, millones de palabras, y miles de imágenes, no hemos hecho una sola crítica personal. Hemos admitido críticas muy adversas, y pese a todo, hay quienes se han marchado de aquí muy airadas. No le hemos cerrado la puerta a nadie, la entrada y la salida es libre en El Alminar.

           Hace cuatro años, en julio de 2012, nos anunciaron la interposición de una demanda. Cuatro años después nos anuncian otra, casi en las mismas fechas, casi por los mismos motivos. Si la primera carecía de motivos, esta segunda está interpuesta contra lo inexistente. Nos acusan de lo que no hacemos, de lo que no hemos escrito. El objetivo es amedrentarnos, instalar el temor, que no escribamos sobre determinadas cosas, que la libertad de expresión quede en libertad vigilada. En la anterior ocasión dejamos pasar el tiempo, esta vez vamos a salir a defendernos, vamos a solicitar el amparo de todas las instituciones con jurisdicción sobre esta materia. Implicaremos a todos, porque nos persiguen sin motivo.

        Hemos criticado muchas cosas, hemos ofrecido cientos de soluciones sobre los problemas de la ciudad, en la que vivimos y que a todos nos afectan, pero hemos sido absolutamente respetuosos con las personas al frente de los «poderes y cargos públicos». Nadie podrá encontrar nunca en El Alminar, la menor referencia despectiva hacia cualquier persona. Hemos suprimido y podado muchos comentarios, porque resultaban demasiado personales. No queremos caer en lo que otros hacen, y de lo que luego acusan a los demás. Si alguien pensaba que no íbamos a hablar de esto, es que no nos conoce.

             Nos subimos a la elevada Santa Cruz de Gádor, en Almería, para conseguir la mayor perspectiva posible. Desde allí contemplamos todo con absoluta humildad, con total conciencia de nuestra pequeñez. Mostramos lo que vemos y lo que otros pueden comprobar. Somos perseguidos y quizá, incluso odiados por unos pocos, pero son muchos más los que nos apoyan. Buscamos y nos apoyamos en los hombres y mujeres de buena voluntad, frente a los que han convertido el saludo de «paz y bien» en santo y seña de la intolerancia.

            En estos días, de conmemoración del Alzamiento del 17 de Julio, se ha podido ver cómo el Alminar es puente de comunicación, de la verdad, y de las personas. Utilizamos el sustantivo cruz, en sentido literario y religioso. Nos servimos de las dos cosas, y servimos a ambas, aunque sea difícil de comprender, pero no hay temas vedados a nadie, ni nadie que pueda apropiarse de la cruz, ni de símbolo alguno. Nos mantendremos firmes frente al silencio que oculta el mal, y que sea la voluntad de Dios.

         Nota:https://elalminardemelilla.com/2013/07/08/el-alminar-es-objeto-de-una-demanda/

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13 comentarios en “El oficio del Alminar

  1. La libertad de expresión tiene mucho campo, aunque algunos pretendan restringirlo. Cuando se acusa a alguien de un presunto delito de injurias y de calumnias, debe demostrarlo. En nuestro caso no existe, ni ahora, ni antes, ni nunca. Lo vamos a decir en donde haga falta.
    Para que exista la calumnia o la injuria, debe relacionarse a una persona, con su nombre y apellidos, con la comisión de delitos, con actividades personales e íntimas de tipo deshonroso. No hemos hecho ni lo primero, ni lo segundo, en toda la historia del Alminar, con nadie.

  2. » Quien reprenda, deber ser irreprensible». Esto es un blog en el que gran parte, está relacionado con la realidad de Melilla. Escribimos y opinamos sobre lo que sucede en la ciudad. No hemos escrito ni opinado de cosa alguna, que antes no hayan desvelado otros. Escribimos sobre acontecimientos públicos que consideramos de interés y emitimos nuestra opinión, al igual que otros/as.
    Quienes se hayan expuesto a sí mismos a la luz pública, no pueden ahora exigirnos que callemos.

  3. Hospitalario, ¡mucho ánimo! Quienes demandan no se atreven a demandar a quien los ha puesto de patitas en la rue. Aunque anda propalando «cositas» que dice va a hacer.
    Un fuerte abrazo.

  4. Julio y El Alminar

    En el mes de julio
    cuando el verano
    está en su apogeo
    hay quién no deja
    descansar a nuestro
    Alminar y desde
    diversos lugares
    de la geografía.

    No acertamos
    a comprender
    el por qué de
    esta obsesión
    en el año 2016.

    Es acaso delito
    luchar por Melilla
    para lograr una
    ciudad más justa
    participativa donde
    los ciudadanos sean
    sujetos activos y no
    convidados de piedra.

    Y en esta oda me
    uno a los humanos
    deseos del bueno
    de Imparcial para
    desearte Hospitalario
    unas felices vacaciones
    más que merecidas
    por tu dedicación
    a este faro luminoso.

    Que da gran prestigio
    a la muy bella Rusadir
    por todo su trabajo
    diario para conseguir
    una ciudad para todos
    y sin exclusiones
    Por eso hay quién
    no ve con buenos ojos
    al Alminar y no cesan
    en su acoso diario.

  5. Cuando era pequeño, despues de la misa de 11 en la Castrense, nos ibamos a las minas, las del fronton del partque Lobera o las que hay, a la derecha, en el primer tunel subiendo al Pueblo desde el puerto. Queríamos saber, investigar ( no se por qué, pero queriamos conocer). Lo primero que hacíamos era ponernos el jersey al revés, así si nos manchabamos no lo notarían cuando volvieramos a casa.
    Vivo en Málaga y el Alminar es mi medio de referencia sobre Melilla. Me cuenta cosas nuevas, diferentes al resto de los periódicos melillenses, desde el origen de las campanas hasta la poda de las higueras, desde el origen de algunos monumentos, hasta la ocultación de otros restos arqueológicos. Por eso, Hospitalario, ya no es necesario ponerse el jersey al revés. Tú decides pero quiero que sepas que nosotros entendemos que si te manchas la ropa no es culpa tuya, sino porque el lugar sobre el que intentas pensar y enseñarnos está manchado de rencores. Por cierto ¿de que color son las manchas de rencores?

  6. Hay cruces que van implícitas en lo que se hace. Es previsible que quieran acallar al Alminar desde distintos frentes con cualquier medio. Ánimo y confiemos en la justicia.

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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