Cambios de sentido
El proyecto de remodelación de la calle Mar Chica, en su parte alta, prevé cerrar de modo completo la posibilidad de giro en la calle Valencia. Ante esta situación, lo residentes en las calles de la zona han iniciado una recogida de firmas, para que el cierre del giro y la ampliación del paseo, sea sustituido por una isleta, como se ha hecho en la intersección de la calle Cataluña. Cerrar estas intersecciones supone una dificultad para los vehículos de emergencia, y una saturación de tráfico en aquellas zonas en donde no se eliminen la posibilidad de cambio de sentido. Esto supone que muchos más coches recorren la calle de modo completo, buscando la posibilidad de girar, lo que aumenta el volumen de tráfico.
Nadie está en contra de que se arreglen aceras, que las zonas de paso de peatones se pongan al mismo nivel que el de las acera, pero sí contra el cierre indiscriminado de giros en calles principales del barrio del Real, al menos en donde la calle principal, Mar Chica en este caso, tiene sus intersecciones con las vías transversales.
La pérdida de aparcamiento en las últimas y no controladas reformas, está haciendo que los residentes en el barrio, el más populoso de Melilla, deban buscar acomodo para sus coches en zonas no habilitadas para ello. No hay un plan de tráfico global para la ciudad, ni siquiera para cada barrio. Las obras se deciden y se llevan a cabo sin consulta previa a los residentes, ni sin tener en cuenta las necesidades específicas de cada distrito.
Las obras de la calle Mar Chica y calles colindantes, en la que no se están arreglando las destartaladas y sucias aceras, están eliminando puntos de giro que llevaban más de un siglo diseñados, para prolongar el paseo central. No es demasiado grave en lo que se refiere a las vías menores, pero sí a las intersecciones de las vías principales, como la de la calle Castilla con Mar Chica, que se ha eliminado de modo casi total. Solo se ha dejado, tras la reclamación de los vecinos, el sentido de tráfico que procede de la calle Huerta de Cabo, el que procede del centro comercial y el polígono industrial o de almacenamiento.
Es cierto que en esta intersección se aparca de modo indiscriminado y se dificulta la visión de los vehículos que cruzan, y que en este punto se han producido muchos accidentes. Su conversión en una isleta mejoraría el tráfico, impediría el aparcamiento, y no saturaría otros puntos, ya sea en la parte alta o baja de la calle.
El problema de aparcamiento se sigue agravando, por las reformas indiscriminadas, por el aumento de la población del barrio y por la falta de previsión de aparcamientos públicos. Si no se actúa de un modo global, solo se trasladan los problemas de un punto a otro. El estrangulamiento del Paseo Marítimo, la calle Montemar y el corte en el puente sobre el Río de Oro, tenía estas consecuencias sobre la única vía de salida, junto a la explanada de San Lorenzo.
En el año 2014, hace cuatro, ya reclamábamos un solución para las intersecciones de Mar Chica. Cuatro años sin hacer nada, pero ahora llegan las elecciones.
Nota:https://elalminardemelilla.com/2014/03/13/las-intersecciones-del-barrio-del-real/