En estado de alarma


        La única forma de detener la curva de contagio es impedir por completo el movimiento en las calles, salvo lo estrictamente necesario. La principal misión de cada ciudadana/o es no ser contagiado y no contagiar. Solo el confinamiento en la casas puede romper el puente humano por el que se transmite el virus, la amenaza biológica, aunque el virus no sea un organismo vivo. Es un agente infeccioso de pequeño tamaño y composición simple que solo puede multiplicarse en células vivas de humanos, animales, plantas u otras bacterias. Los virus no pueden vivir en el vacío.

             Frente al vacío de las calles y ante la ausencia de población está la amenaza que no se ve. En la región contigua a Chernóbil en 1986, soldados y agentes patrullaban armados para hacer frente a un  amenaza que no podía verse, ni olerse, aunque sí detectarse. La Unión Soviética se arruinó intentando paliar y contener la amenaza de la radiación. El coronavirus arruinara países, modificará nuestros hábitos y provocará cambios en el sistema económico, tanto mundial como en países y regiones. El asalto al mundo que ha provocado el capitalismo empieza ya a tener consecuencias.

              Los bancos tienen todo nuestro dinero, pero no pueden devolverlo a la vez. Gran parte de ese dinero no está, y cuentan con que lo retiramos poco a poco. Igual sucede con los supermercados, están abastecidos pero no están preparados para que toda la población acuda a comprar a la vez: cuentan que que espaciamos nuestras compras, un vez por semana, una vez al mes o cada tres días. Al sistema sanitario le sucede lo mismo, está preparado para atendernos, pero poco a poco. A pesar  de lo que se diga, acudimos al médico después de enfermar, o cuando nos sucede algo como un accidente, o cuando se tiene un problema que ya precisa cirugía o tratamientos específicos.

                En Melilla, los profesionales sanitarios (funcionarios y contratados laborales), trabajan desde hace años en condiciones de saturación, y lo hemos ido contando en este blog. En estos días se les está llevando al borde de la extenuación y de la enfermedad por estrés y agotamiento. Deberíamos tener desde 2016, el hospital nuevo en marcha, y al menos un incremento un tercio en la plantilla sanitaria, en todos sus segmentos, desde profesionales médicos, de enfermería y auxiliares, hasta celadores/as y limpiadoras. Los que paralizaron el hospital ahí siguen, paseándose altivos por la calle, confiando en tener un nueva oportunidad de ejercer el poder. El nuevo hospital no habría evitado la pandemia, pero no estaríamos en una situación tan crítica.

                Adaptarse a un confinamiento en las casas lleva su tiempo, por eso todo se ha hecho de manera escalonada, al igual que la suspensión de acontecimientos deportivos, culturales y religiosos. Haber detenido todo de golpe nos habría llevado a la gran depresión, tanto económica como social. Ahora, casi la totalidad de la población ha aceptado la situación

                  Hay que aprovechar la ausencia de personas y vehículos en las calles para sanear toda la ciudad. La presencia y el olor del ácido úrico sigue detectándose en muchas zonas. Se había prolongado la cultura heredada del acontecimiento, del homenaje, de FITUR, de la obras, sin decidirse a romper claramente con esos modos reprochables, mientras la ciudad seguía su declive. Hay que limpiar con desinfectante y a diario, calzadas, aceras, bancos, rincones, pasadizos, calle a calle, día por día.

            Si es necesario arruinarse por salvar a una ciudad, a un país y a toda su población, se hace. Esa es la lección de Chernóbil. Se arruinaron, pero salvaron al mundo. El dinero público no está para otra cosa. La próxima Medalla de Oro, calle y monumento, se lo dedican específicamente al personal sanitario de Melilla,  sin el que esta ciudad no sería nada. Busquen solo información oficial (https://coronavirus.epidemixs.org/#/opening)

   Nota:https://elalminardemelilla.com/2017/01/25/la-leyenda-del-hospital-fantasma/

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12 comentarios en “En estado de alarma

  1. Me llama la atención que De Castro pida que se “aísle” a Melilla. Si ya está, qué más quiere. Marruecos cierra la frontera y no se puede ir o venir de la península más que en casos bien motivados y necesarios. Que los casos vendrán de fuera, dice… pero si ya los tiene dentro y si le han venido de fuera es como a todos, a todos nos han venido “de fuera”. Son ganas de aparentar y de que parezca que se buscan medidas de las que son otros los responsables de que no se cumplan,.

    • Bienvenida Isa. No he respondido antes por falta de tiempo, aunque parezca imposible. Ahora se pondrá dé manifiesto una cosa, y es quién pierde más con el cierre total de fronteras, Marruecos o España. Lo veremos pronto.

  2. UN VIRUS MALIGNO

    Albert Camus Sintes escritor
    Premio Nobel franco-argelino
    nació en Mondovi (Argelia)
    en el seno de una familia
    modesta de emigrantes Lucien
    Camus y Catalina Elena Sintes
    sus padres, francés él y ella
    de origen balear (Menorca).

    Albert Camus en su época
    de estudiante contrajo
    La Tuberculosis por este
    motivo tuvo que abandonar
    los estudios de Filosofía
    Cada año en el mundo hay
    8 millones de nuevos casos
    y la muerte de casi 3 millones
    de pacientes así que vivimos
    entre bacilos,virus y bacterias.

    Albert Camus escribió una
    novela La Peste fiel reflejo
    de una epidemia localizada
    en Orán cuando era francesa
    donde resalta la idea de
    solidaridad y la capacidad
    de resistencia humana frente
    a la tragedia de vivir,se impone
    a la noción del absurdo

    Paradoja en Italia y Francia
    La Peste esté siendo un éxito
    de ventas se agota una
    edición tras otra y el público
    cree ver reflejada en la novela
    lo que está sucediendo cada
    día con el corinavirus maligno
    sembrando por donde pasa
    ansiedades, dolor y muerte.

    Apenas se ve un alma
    por las calles y mucho
    menos de noche y más
    en ésta que es oscura
    como boca de lobo.

    Debemos hacer caso
    de los consejos y uno
    “yo me quedo en casa”
    que es fundamental
    para evitar contagios.

    Como si tuviéramos
    padeciendo otra Guerra
    Civil o nos hubieran
    invadido el rey Atila
    y los Hunos hay gente
    que ha entrado a saco.

    En los supermercados
    arrasando con todo
    el papel higiénico
    por lo oído no solo
    se limpian el trasero
    sino también la boca.

    A pesar de los pesares
    saldremos adelante gracias
    a las propuestas razonables
    de los que trabajan duro
    para salir de este atolladero.
    NADORENSE 20/03/16

  3. El enemigo no está a las puertas, hace tiempo que traspasó las murallas, dice P Sánchez. A ver si a De Castro le va a pasar como a Torra, mucha frontera y mira tú por dónde estaba “el bicho”.

  4. Gracias de nuevo por compartir con nosotros tus poemas @Nadorense. Somos muchos y muchas los que encontramos en tus poemas nuestra palabra.

    • Buenas tardes Miguel y muy agradecido por tu bello y sensible comentario. Aunque estoy en la otra lejana orilla de un mismo mar. Sigo siendo un gran admirador del Alminar y de todos los que que aunque los vientos de la vida soplen fuerte, y hagan doblar al junco como al Alminar, este siempre siga en pie.

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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