Dolors Montserrat i Montserrat, Ministra de Sanidad, en Melilla
El nuevo hospital universitario de la ciudad de Melilla está paralizado desde abril de 2012. Son cinco años completos con las obras abandonadas, 60 meses. Los recortes exigidos por Bruselas a España en 2011 se centraron en la Sanidad y en la Educación. No hay otro motivo para paralizar una obra a la que le quedaban menos de dos años para concluirse, y que tenía librado el presupuesto. La modificación del proyecto fue la excusa técnica sobre la que se montó la razón política, porque un hospital no solo es concluir el edificio, es dotar la áreas, disponer de los recursos para cada una, y realizar un nuevo catálogo de puestos de trabajos. Esto era algo que el recién gobernante Partido Popular no estaba dispuesto a hacer. Las modificaciones de proyectos en cualquier obra, son algo consustancial en España. Esa no pudo ser la razón.
En todo ese embrollo ocurrió que quien decidió la dotación de esta infraestructura vital para la ciudad, el gobierno de Rodríguez Zapatero no supo transmitir a los ciudadanos la razón política de la paralización. También es cierto que aunque hubieran sabido explicarlo nadie les hubiese creído. Como decía una canción de Barricada. «una mentira agradable es más fácil de creer». Lo de la modificación del proyecto acabó calando en la opinión pública, como la lluvia fina.
Esa paralización de 5 años ya ha retrasado la obra 10, porque al menos serán necesarios otros 5 años para concluir el proyecto (quedaban dos), y al menos otros tres más para que las áreas básicas comiencen a estar operativas. El caso es que lo que pudo haber estado ya funcionando, y todo el conjunto hospitalario en proceso de traslado, no lo estará al menos hasta el año 2021. El daño hecho a la sanidad en Melilla ha sido muy grande.
En 1991, cuando el entonces Ministro de Sanidad Julián García Vargas inauguró el hospital Comarcal, Melilla contaba con 59576 habitantes*. La cifra de población veinte años después es de 86.026. Esta es la razón de la saturación, y de la masificación del actual hospital. Cuando se inaugure el nuevo quizá los cálculos estén también por debajo de las necesidades.
La Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat debe fijar una fecha para el inicio de la obras, y otra para su puesta en funcionamiento. Es una necesidad vital para una ciudad en la que la infraestructura sanitaria está en mínimos históricos.
Fuente: *www.ine.es
Los recortes sanitarios en las comunidades populares: http://www.publico.es/politica/sanidad-hospital-madrid-caen-pedazos.html
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