Las escolleras de Noray


La acción humana

     Las escolleras y el dique de abrigo de Puerto Noray son un lugar apacible y agradable para pasear, en los tiempos de sol templado. Allí también se practica la pesa, y quien quiera se puede relajar contemplando el mar, haciendo deporte, pues también se han instalado máquinas de ejercicios y de estiramientos musculares. Es una zona vigilada y de acceso controlado, por lo que en teoría se puede pasear seguro, algo que ya no sucede en muchas zonas de la ciudad. También es un lugar en donde hacer buenas fotografías, si se es un poco más ágil y se decide a subir al dique o a saltar sobre las escolleras.

        Ese salto transforma la visión idílica del lugar en otra más lamentable. Todo tiene dos caras, y toda moneda su reverso. En Melilla, la excelencia convive con la cochambre y lo nuevo con lo destartalado, sin solución de continuidad posible. Ahora mismo no es posible determinar si toda esta basura acumulada detrás de la escollera, en donde el ojo no ve, es consecuencia de la acción incívica humana o consecuencia de los temporales. En cualquier caso la causa estaría en el mismo origen, la contaminación por la acción humana. Todo está sucio y el mar es un depósito de basura. Esto es tan simple como levantar la esquina de una alfombra. Dar un salto y mirar al otro lado.

          Si la mitad de esta basura procede del  incivismo, entonces hay que instalar papeleras, contenedores de recogida de basura, y alguna que otra vez, poner alguna multa. No sería tan difícil.

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El regreso del cormorán negro


            Cada años, desde hace varios, una colonia de cormoranes negros llega hasta Melilla procedentes de las latitudes del Círculo Polar, lugar que cobró fama mundial por estar allí situados los campos de trabajo forzado del camarada Stalin.  El cormorán negro es una ave piscívora de gran envergadura, alimentándose en el mar y en los estuarios fluviales.

             Suele anidar en los acantilados y se desplazan en grupos grandes. Como siempre, la acción humana estuvo a punto de extinguirlos en algunas zonas, pues los consideraban competidores para la pesca. En algunas zonas de Noruega se cazan al igual que las perdices en España, pues está considerada un ave cinegética. En otras zonas se consideraban un buen augurio y su presencia era considerada como un signo de buena suerte.

            Hoy los hemos visto pescando en las aguas de la bahía melillense, desde el dique del puerto deportivo. Se introducen en el agua y recorren una gran trayecto en busca de los peces, llegando a estar más de medio minuto bajo el agua, y reapareciendo a gran distancia de la zona de inmersión. La naturaleza siempre ofrece imágenes bellas.Quien regresa es siempre bienvenido.

        Nota:https://elalminardemelilla.com/2015/01/19/cormoranes-en-melilla/