La última procesión de La Victoria


El 8 de septiembre de 2017 nadie podía siquiera imaginar que estaba contemplando la última procesión de la Patrona de Melilla. Sin embargo, titulábamos la crónica de esa procesión de la siguiente manera, «La oscuridad alcanza a La Victoria«. Lo decíamos porque una parte del recorrido se llevó a cabo en la penumbra, entre otras cosas porque el decrecimiento de la luz solar en septiembre se deja notar.

El título también tenía un doble sentido, porque un año antes, el Vicario Roberto Rojo, ante la inminencia de las obras de rehabilitación en templo patronal de La Purísima, decidió bajar la imagen al templo Arciprestal, lo que provocó una rebelión abierta de parte de la congregación y de algunos fieles que les secundaron. Los acontecimientos posteriores le dieron la razón en esta medida, porque desde hace 5 años, la imagen de la Virgen de La Victoria, Patrona coronada de la ciudad, está justo en el centro de Melilla y accesible a todos.

La actual Junta de Gobierno de la Real y Franciscana Congregación de La Victoria, presidida por Mª Piedad Castellano, cumplió el pasado mes de marzo, el límite de los 8 años que establece el Código de Derecho Canónico para los mandatos en la cofradías y congregaciones religiosas. La llegada de la pandemia de Wuhan interrumpió la posible renovación en la Congregación de la Patrona de la ciudad. Sin embargo, pese a la obligatoriedad de la misma, no se tiene noticia de que se hubiese iniciado el proceso electoral. Debe entenderse que la actual Junta actúa en funciones, hasta que la situación permita la celebración electoral, de la que tampoco se tienen noticias, pese a que sí se han podido celebrar las elecciones autonómicas gallegas y vascas. Mª Piedad Castellano es Hermana Mayor desde el 23 de marzo de 2012.

La inexorabilidad del Código de Derecho Canónico

Los 1752 artículos del CDG son una amoladera de vanidades y ambiciones humanas. Quien pretenda hacer carrera dentro de La Iglesia debe prepararse para un ejercicio de paciencia y de décadas. Lo que no tiene precedente alguno es que una imagen de una virgen patronal de una capital española, no haya podido salir durante un lapso tiempo tan largo, tres años. El computo final de la actual Junta de Gobierno quedará marcada por la imposibilidad de procesionar la imagen entre el periodo 2018-2020, además de otras circunstancias internas, poco edificantes y alejadas de lo que debe ser la hermandad cristiana. A lo largo de una década de ya finalizada militancia en la Congregación, creí que era un lugar y casi un deber como melillense adoptivo, el poder contribuir al conocimiento de un símbolo, la imagen de la Victoria, que sostuvo el espíritu de los melillenses en la larga noche de los 400 años. Esa tenacidad posibilitó la pervivencia de la ciudad actual de Melilla, y su existencia actual, como lugar de encuentro de culturas antaño enfrentadas. No encontramos nada de eso allí, ni paz, ni piedad, ni perdón. Antes bien, fuimos perseguidos. Lo cual no excluye la presencia de mucha buena gente, tanto de fe como de obras.

El candidato desparecido

En 2012 existía otro candidato, un hombre de la ciudad vieja, Guilerrmo Carmona del que nada se ha vuelto a saber. Con la perspectiva del tiempo, queda hoy claro que este debió ser el candidato triunfante (perdió solo por 9 votos) Muchos otros y otras congregantes se han ido dando de baja a lo largo de estos años, o han desaparecido de los censos. El futuro se torna ya inmediato. El nuevo Vicario Eduardo Resa, ha transformado el templo arciprestal, y sujetado los mimbres desbaratados en los últimos tiempos.

El año pasado, con la segunda suspensión escribimos esta otra frase: No parece existir en los anales y crónicas religiosas de la ciudad, un precedente de esta magnitud y alcance, al que no nos atrevemos a otorgarle un significado trascendente, al menos de modo público, pero lo tiene. Y con este, ya son tres años.

Nota:https://elalminardemelilla.com/2012/03/17/los-dos-candidatos-a-la-victoria/

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29 comentarios en “La última procesión de La Victoria

  1. Ocho años para olvidar. Han sucedido demasiadas cosas en la Real Congregación que no han estimulado la fe, ni tampoco la fraternidad. Debe abrirse una nueva etapa. El tiempo que viene será difícil y los custodios de la Patrona no puede convertirse en una élite eclesial. Hay personas allí dentro a disgusto con la situación, pero tienen miedo.

  2. Los que nos hemos retirado, no volveremos ni con sueldo. Cuánta maldad!!!
    Presunto elitismo!!!
    El custodio de la imagen es el párroco.
    La propiedad del Obispado.
    El resto congregantes, no autoridad.
    Llegará el día que serán desposeídos de todo.
    Que corra el aire!!! Y personas nuevas.
    Aún recuerdo la historia de las coronas en el bidón lleno de ácido y su traslado urgente a Córdoba. Cosas de niños!!?

  3. Muchos vicarios dejaron hacer y correr el tiempo. El anterior intentó poner coto a determinadas actitudes y fue boicoteado. El actual está recomponiendo parte del tejido, pero acabará su etapa de igual modo.

  4. Releyendo la Cronología milagrosa de Nuestra Señora de la Victoria, que con santa paciencia he reconstruido, no existe precedente alguno de este acontecimiento.
    La Virgen era bajada de su camarín, y sacada, y llevada hasta donde hiciera falta. Bien a las puertas del hospital para detener una epidemia, o hasta los torreones de la ciudad, para calmar los vientos y las tempestades.
    En otras ocasiones, fue llevada a todas y cada una de las parroquias de la ciudad, permaneciendo días en todas y cada una de ellas. ¡Siempre peregrinando!
    Y trasladada en diferentes ocasiones a la iglesia del Sagrado Corazón, Medalla Milagrosa, y San Francisco Javier para los cultos y procesiones anuales.
    Ahora permanece inamovible. Primero el terremoto que la sacó de su templo, después la lluvia, después la pandemia…
    Y la paralización de las obras que se prometían definitivas.
    Algo está pasando, o algo quiere decirnos la Virgen: Quizás no nos merezcanos poder contemplarla por las calles de la ciudad; ni en el interior de su camarín.
    Algo está pasando.

  5. Gracias, Uno de Melilla. Lo recuerdo perfectamente. Juan Díez y yo, día por día.
    Y en la capilla Castrense durante la llamada «Gran Obra», 1959-1960.
    Y en el Conventico, y en Almacén de Artillería, etc., etc.
    Todos estos datos están investigados en un trabajo que ocupa cerca de 900 folios.

  6. Hoy por hoy, me tienen que consultar a mí.
    Nadie, absolutamente nadie, ha escrito más que yo sobre el tema religioso de Melilla, islas y peñones. Y eso les duele.
    Luego, se olvidan de citar. Pero yo voy subrayando.
    Lo que mas me gusta es cuando afirman haber llegado hasta el estofado del siglo XVIII. Sabido es que Infantes Reina la dejó en madera. Así lo publiqué. Y que la restauración de Bartual, en la década de los 80, fue el remate.
    Lo que mas me gusta es que citen a Lapayese. Observo que me leen y copian.
    Nadie sabe el autor de la imagen, ni quien la trajo, ni cómo llegó.
    La clave está grabada en la misma imagen. Hace falta muchas horas de contemplación.
    Al menos, yo creé una digna leyenda, que ha sido citada en infinidad de escritos.
    Otra leyenda, muy hermosa, la creó Don Luciano Tejedor. Ahí la denomina como Nuestra Señora del Mar de Alborán.
    Para mí, siempre será Nuestra Señora de Trápana. «Lugar en que Ella quiso quedarse»
    Afán de protagonismo?, rivalidad? No lo creo.

  7. Revisando nuestros datos comprobamos que la actual Junta preside la Congregación desde marzo de 2012, con lo que su mandato expiró el pasado mes de marzo, sin que conste que hubiesen iniciado el proceso conocido como Cabildo electoral. El confinamiento y el estado de alarma ya son un mal recuerdo, se han celebrado elecciones en Francia, País Vasco, Galicia, y próximamente en Estados Unidos, y la Junta de Gobierno de la Real y Franciscana Congregación, no ha dado señales tendentes a pensar que se aproxime un cercano proceso electoral.

  8. Gracias interesantes historia, si que me chocó la ultima vez que fui a melilla lo desangelada que estaba el Sagrado Corazón, la Castrense fuera de la circulacion, la de San Agustin no pùde echararle un ojo porque estaba cerda y mi estancia en la ciudad no da para mas Lo que me ha chocado es lo de la parroquia de San Francisco Javier, no recuerdo su existencia debe ser posterior a los años 70 Un saludo y gracias

  9. Hay algo que me llama la atención.
    Por mucho que se empeñen el Juramento de Patronazgo data de 1997.
    Este documento fechado en 1763 figura en el inventario de la Iglesia del Pueblo, en su archivo.
    Desde la fecha primera del Juramento, no se volvió a usar hasta que los capuchinos lo facilitaron para el expediente de la coronación canónica.
    Una fotocopia de ese documento quedó expuesta en la AEM., con los grilletes y las condecoraciones, facilitadas por Fray Jesús Cortejosa y por Fray Lázaro de Málaga.
    Algunos eruditos se fijaron en la fotocopia del documento, y es entonces cuando comienza la toma de juramento a los asistentes a la misa patronal.
    Tradición? Ninguna.
    No se viene celebrando ininterrumpidamente desde el siglo XVIII.
    Lo pueden hacer cuando puedan y quieran. Pero esta es una costumbre que tiene una antigüedad de 23 años.

Acostúmbrate a sufrir con paciencia las contrariedades, a escuchar en silencio lo que desagrada, a estar sosegado entre los turbulentos y a permanecer tranquilo entre el estrépito del mundo.

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