La historia desmoronada


              Al iniciarse la obras para la construcción del Centro Tecnológico en 2012, aparecieron los restos de un fuerte español en el borde bajo del 4º Recinto defensivo, junto al hotel Ánfora. Nunca le tuvieron demasiado aprecio a estos restos, en realidad les estorban, pues suponían un engorro en la mitad del camino hacia una nueva obra magna.

                        Nunca hubo un reconocimiento oficial del hallazgo, en realidad casi nunca los hay, ni tampoco fue ocasión de nuevos y eruditos artículos sobre las antiguas fortificaciones españolas. Eran una ruinas molestas, en medio de un problema aún más molesto, el de la churrería de la antigua estación de autobuses, que cuatro años después, singue sin solución y en el mismo lugar al que fue desplazada de modo provisional.

                       Todo ya está escrito muchas veces en el blog, en realidad cuatro años dan para mucho. Hemos repetido la historia del antiguo fuerte de San Miguel y la de la churrería hasta la saciedad, y todo sigue abandonado, paralizado por el tiempo y por la ineficacia de la gestión. La zona presenta el estado de abandono habitual de toda la ciudad, refugio nocturno para actividades que no pueden ser descritas, pero que dejan rastro físico.

                   ¿Pueden alcanzar unas ruinas históricas un estado mayor de ruina?. En nuestra ciudad sí, el de desmoronamiento por sí mismo. En realidad nunca tuvieron el más mínimo interés en excavar en esta zona, por lo que pudiera aparecer. No es una zona fenicia, pero aquí, en este extremo o vértice del triángulo, acababa España hasta 1863. Más allá de este punto se encontraba el «campo exterior» o «campo moro».

                   Esta ruinas, salvadas a su pesar no estar conservadas, se dejaron tal cual estaban, para que la acción de los agentes erosivos acabaran la labor que las piquetas y las excavadoras no pudieron llevar a cabo. Hay una parte de la muralla conservada que está desmoronada y que puede caerse en cualquier momento, con el consiguiente peligro para quien transite por el antiguo rastrillo de espadas.

                Es una maniobra muy hábil, la de dejar que los cuatro elementos de la naturaleza acaben con aquello que nunca quisieron conservar.

        Notas: (1)https://elalminardemelilla.com/2012/04/29/el-camino-cubierto-de-san-miguel/   (2)https://elalminardemelilla.com/2012/01/09/la-churreria-olvidada/

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