¿A qué se debe esa diferencia?. ¿A qué se debe que reaccionemos tan débilmente ante unos fenómenos que nos presagian un duro porvenir?. ¿Al trastorno de nuestros principios morales y a la ausencia de estos principios?. Los Hermanos Karamazov. Fiodor Dovstoyevsky
El Alminar surgió de la nada. Se fue perfilando con el paso del tiempo. Los acontecimientos impusieron muchos temas y me obligaron a entrar en asuntos que ya tenía aparcados, pero eso es un signo de que es algo vivo, con vocación de permanencia, de servir de referente. Muchos temas, algunos muy fijos, pero que son la espina dorsal del Alminar. Tratados y seleccionados siempre desde la propia subjetividad, pero intentando dejar suficiente margen para el debate o la generación de ideas y puntos de vista nuevos. El Alminar empezó a erigirse dentro de la oscuridad y soledad más absolutas, y ahora resulta casi imposible prescindir de él. Aquí hay casi de todo y para casi todo el mundo. Amigos y adversarios pasan por aquí con casi la misma constancia. Algunos ya no han vuelto, muchos se renuevan y unos pocos permanecen.
No todo el mundo puede levantarse en medio de la nada y empezar a caminar. Hay gente débil. La vida es dura y azota con desigual fortuna a las personas. No creo en ideologías o religiones absolutas, porque no hay verdades absolutas. Hay formas de vida que pueden apagar las dudas que podemos sentir a lo largo de nuestra existencia, pero exigen, eso sí, la anulación de la conciencia y de la voluntad.
Despues de trece meses de actividad constante, casi ininterrumpida, debemos detenernos, pero estoy preparando la mayor entrada de la historia del Alminar. Será un mundo dentro de otro. Toda una ideología liberadora, una serie de referencias que servirán para todo un mes, y también para toda una vida. Quién siga ese camino, que es el del Alminar, tendrá algo a lo que asirse, pero a diferencia de otras, aquí no se pide nada a cambio. Se podrá hacer caso o no, pues el único modo de tener fortaleza interna es reconocerse débil. Nunca habrá respuestas para casi nada, porque no puede haberlas, y si las hubiese, no podrían ser expresadas. Las respuestas hay que buscarlas cada día, en cada momento, ante cada circunstacia. Yo sólo voy a ofrecer los instrumentos para que eso sea posible.
Depués, nada es seguro. Todo cambiará. No sé que ocurrirá con El Alminar, ni en que modo seguirá. Hay cosas que son ocultas incluso para mí.









