Estas marquesinas fueron instaladas en la época de Gonzalo Hernández como alcalde de Melilla (1983-1991). El concejal delegado del área era Flavio Jiménez. No sé si fueron objeto de alguna renovación durante la época de Ignacio Velázquez ( 1991-1999). Desde entonces el deterioro que han sufrido es absoluto. Esto es la plaza de España, máximo escaparate turístico de Melilla. Aquí todavía hay suerte, porque los bancos siguen existiendo, aunque sean sillas de tortura, similares a la cuna de Judas empleada por la Inquisición. Esperar ahí sentado la COA durante 15 minutos aplasta la zona sacrocoxigea, y supone un riesgo elevado para la zona perianal.
Aquí hay sombra porque las enredaderas agarraron en las pérgolas y proporcionan algo de frescura a la tensa espera del autobús urbano. En la mayor parte de las paradas de Melilla ni siquiera existen. Al usuario de la COA solo tiene como opción la espera a la intemperie y el rigor climatolígico, así en el verano como en el invierno. Algunos tienen suerte, como en la parada de la plaza Torres Quevedo y unos estupendos bordillos sirven como bancos, aunque sean de piedra. En la esquina de la Comandancia solo queda la espera a pie. En otras partes de la ciudad, casi la nada.
Nota: Acaban de subvencionar el 55% del billetes de autobús los sábados y los domingos para fomentar su uso, pero no hay quien espere 1/2 hora en estas condiciones. Esa es la frecuencia de paso en fines de semana. También podrían haberse gastado esos 30.000€ de monolitos y losetas turísticas en renovar las marquesinas de espera o instalar bancos y asientos dignos de seres humanos.
PD: https://elalminardemelilla.com/2011/09/23/melilla-sin-transporte-publico/