Bandera Azul: ¿realidad o ficción?
Hoy por hoy, es la mejor playa de Melilla. Todas las dotaciones de servicios se encuentran en sus inmediaciones; socorristas, primeros auxilios, casetas de información. En esto no influye para nada que la zona residencial media-alta de Melilla viva en el Paseo Marítimo. Nuestro gobierno no discrimina por ese motivo ni concentra sus atenciones en una determinada área. Las pasillos de madera se encuentran en perfecto estado, así como las casetas de baños y servicios públicos y la zona de vestuarios. También se concentran aquí los vehículos y los accesos para personas discapacitadas. En nada influye que el Presidente de la ciudad habite en una urbanización de la zona o que frecuente esta playa, de hecho se le suele ver paseado con bastante asiduidad.
Las playas del Industrial o de la Hípica tiene unas dotaciones en estado lamentable o inexistentes. A los «usuarios exclusivos de La Hípica les da igual», porque ellos tienen sus casetas en donde asearse, comer y zonas reservadas de aparacamientos. Además, los privilegiados del «aparheit social» que representa esta club, disponen de sus piscinas, zonas de vestuarios, taquillas personales y duchas. La ensenada de Los Galápagos, la playa de La Alcazaba o la de Horcas Coloradas carecen de todo, pero eso no importa. A la última de la playas le cogieron manía porque fue una obra del «gobierno socialista» de Rodriguez Zapatero y prefirieron que se hundiera antes que dotarlo de servicios y dotaciones públicas.
El 52% del litoral melillense está en perfecto estado
Este fue un titular muy curioso que abrió la campaña del verano de 2012. Si lo invertimos nos está diciendo que el 48% del exiguo litoral de baño melillense no está es estado óptimo, lo cual no resulta comprensible, pues apenas tenemos dos kilometros de línea de playa. O sea, que el propio gobierno de Melilla reconocía que su gestión solo ha logrado poner en uso óptimo un escaso 52% de las playas de Melilla. Eso es un aprobado muy raspado. Lo sorprendente es que fueran ellos mismos los que ofrecieran el dato, aunque está claro que ni se dieron cuenta de lo que estaban diciendo.
En otras playas, como la de La Hípica, la permisividad con respecto a las moragas como consecuencia que esa parte del litoral parezca casi una mina de carbón a cielo abierto, dada la gran cantidad de este mineral que se encuentra en la arena.
Playa de Los Cárabos
Melilla se divide en dos grupos en la temporada de baños, a saber, los que prefieren las playas con poniente y los que la prefieren con levante, moderado en ambos casos. Con poniente moderado esta playa presenta un aspecto caribeño y paradisiaco. El agua está muy limpia y a temperatura más que satisfactoria. En estos días se disfruta mucho de la playa de Melilla y si el día no es demasiado hirviente, entonces uno se siente a gusto con lo que la ciudad le ofrece, aunque sea poco. En una ciudad tan pequeña, la gestión debería ser óptima en todo el litoral.
Sin embargo, esta visión y sensación idílica solo se mantiene en la zona acotada, bajo la regencia de la bandera azul. Si uno intenta dar un paseo más largo de la cuenta o adentrarse en los diques que separan las playas, lo que se encuentra ya no resulta agradable, ni a la vista ni al olfato. Ya no hay visiones idílicas, si no ir sorteando un mar de cristal. Una caída en ese paseo puede significar un problema grave. Es una auténtica pena, porque de estar bien limpios y acondicionados podría resultar interesantes como zonas de pesca, de paseo, o para hacer fotografías. Cualquier cosa antes que dejarlo en manos del lumpen.