¿Por qué no se utiliza el edificio de Correos?
En el año 2009 el ente público de Correos abandonó su sede tradicional para malvivir en las actuales dependencias de las calles Marqués Montemar y del falangista Pedro Suárez. Fue una decisión inexplicable. En diciembre de 2009 el parlamentario del PP por Melilla Antonio Gutierrez Molina formuló una pregunta al gobierno del socialista Rodríguez Zapatero sobre el uso que el gobierno pensaba dar al edificio abandonado. Un año después, en agosto de 2010, el Gobierno respondió que el edificio quedaría: «Cerrado y sin uso». De momento así sigue.
Un año después el Gobierno local decide crear un Centro Tecnológico, pero como todo hay que hacerlo nuevo, se obvió la opción más fácil y económica, que hubiera sido la de rehabilitar y acondicionar para ese uso el edificio abandonado de Correos. Se decidieron por una opción arriesgada y cara, que era construir uno nuevo en un solar imposible, el que ocupaba la antigua comandancia de Aviación en la parte trasera del hotel Ánfora. Era una opción cara y también comprometida, pues el suelo destinado a ocupar ese nuevo edificio es el llamado de San Miguel, por ser ese el nombre del fuerte español del siglo XVII que existía en ese lugar. El solar que ocupaban los fuertes de San Miguel y de San Carlos es un terreno arqueologicamente comprometido, y que puede ser considerado como el suelo histórico de Melilla.
Es la parte baja del cerro de la alcazaba, lugar de asentamiento de todas las poblaciones que han pasado o se han asentado en Melilla. Excavar ahí para hacer una nueva edificación era arriesgarse hasta el máximo. Todos esos elementos, así como la Carta Arqueológica oculta de la ciudad, eran conocidos por los integrantes de la Comisión de Patrimonio de Melilla, que sin embargo concedió la autorización para la realización de obras. Se realizaron las preceptivas catas que sin embargo no ofrecieron ningun resultado.
Se otorgó la luz verde para la realización de las obras, se compró un solar 120.000€ adicionales al presupuesto y fue meter la piqueta, y en poco más de un mes encontraron los restos del antiguo fuerte de San Miguel. Las obras quedaron paralizadas, todo el dinero invertido hasta ese momento derrochado y volvemos a empezar de nuevo. Hay que volver a licitar las obras, dotarlas de un nuevo presupuesto y seguiremos con el mismo problema: ¿Qué hacer con los restos encontrados y qué hacer si se encuentran optros nuevos?. Aunque la pregunta a formular sería la de ¿por qué no se utiliza el edificio de Correos?, del que sabemos que está sin uso desde el año 2009.