Historias de dos ciudades


 

        Hay dos ciudades.  Hay dos ciudades en cualquier ciudad.  Una parte de Melilla se pregunta si se ha nacido para el golf, mientras la otra rebusca comida en la basura, o hace arder contenedores y mobiliario urbano para llamar la atención sobre la falta de salidas sociales y laborales. No tengo nada en contra del golf, pero sí mucho en contra del derroche y de la ostentación impúdica de la riqueza. Hay un inmenso muro invisible que separa a las dos ciudades, como en un Ecuador imaginario. Una parte de la ciudad busca como llenar, al menos una vez al mes, el inmenso e injustificable derroche del faraónico Teatro Kursaal, y un ciudadano de la otra apedrea La Comisaría , porque le prometieron un campo de fútbol en su barrio y no lo han cumplido. Hay dos ciudades y también dos mundos.

        Cuando se gasta 14.400€ en caramelos para la Cabalgata de Reyes, o 3750€ en una comilona para los 30 colaboradores del desfile, y ni un solo euro en evitar que «menores» o personas, rebusquen entre los desperdicios, es que algo está pasando. Cuando ya nadie se molesta o siente vergüenza de mostrar a los demás lo bien que le va en la vida, protegido por cuantiosas subvenciones y contratos públicos, es que algo está fallando desde la misma base. Y vuelvo a insistir que no tengo nada en contra del golf. Solo  pretendo llamar la atención sobre el contraste.

    Cada cual puede hacer con su dinero, poco o mucho lo que quiera. Sin embargo, cuando las aficiones personales se pagan y mantienen con dinero público, entonces tenemos el derecho y el deber de exigir explicaciones.

4 comentarios en “Historias de dos ciudades

  1. Usted perdone, pero esas personas que muestra en la fotografía no son melillenses, son inmigrantes ilegales marroquíes. En muchas ocasiones ( sin ánimo de asociar toda la inmigración ), cometen hurtos, son delincuentes que hacen del delito su forma de vida. En cualquier sociedad habrá siempre pobreza. Me parece demagogo utilizar un deporte como el Golf o el valor del esfuerzo personal. Aquí tiene cada uno su peseta y vaya con Dios. No tiene nada de malo esforzarse para salir adelante y vivir cómodamente. El que quiera arroz que se rompa la espalda, Melilla no es una ONG.

    Por curiosidad, me pregunto si usted siente un pobre a su mesa porque como bien sabe todo buen demagogo usa como arma los barrios pobres como ejemplo de injusticia ( Soviets ).

  2. Me da igual su situación legal o nacionalidad. No pueden estar deambulando por las calles y hurgando en la basura para buscar comida. No haga alusiones personales de ningún tipo. La última parte de su comentario es puro populismo. No desvíe el tema ni busque debates que no son el caso. Es la obligación de la autoridades, tanto evitar estas situaciones, como las posibles consecuencias de tener que buscarse la vida en la calle.

  3. Para evitar las situaciones como estas, solo hace falta detener la inmigración ilegal. Todo los ilegales deben ser deportados a sus países. El que quiera emigrar que venga con una buena razón y legalmente.

Replica a Hospitalario Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.