- Papelera, viernes 21
- Papelera, sábado 22
- Papelera, domingo 23
Esta papelera se derrumbó, oxidada por su base, el pasado viernes. El futuro del mobiliario urbano de metal en Melilla es muy corto. La humedad salina de la ciudad lo corroe todo. Esto es normal. Quizá el horizonte de pervivencia de este tipo de objetos oscile entre 5 y 10 años. Si las cosas durasen más tiempo no habría negocio para nadie. A todo esto se le llama obsolescencia y tiene diversas causas y modos. Contra el deterioro por los agentes ambientales no se puede luchar. Ninguna obra humana será eterna. Lo que sí es criticable y se llama dejadez y desidia es que la papelera se derrumbe un viernes en la calle Mar Chica, junto a la calle Pontevedra, y siga en el mismo lugar un domingo. Bastan poco más de cien palabras y tres fotografías para mostrar cuál es la gestión de esta ciudad.



En definitiva, aunque no consigamos poner un poco de freno, debemos seguir presionando, Hospitalario. Y es fundamental que los ciudadanos conozcan donde y cómo se gasta su dinero.
Mañana, la papelera, cruza la frontera sobre una bicicleta…